A principio de año, tras las flexibilizaciones normativas de Europa (Reglamento 2022/2577) y de España (RDL 20/2022) para acelerar el despliegue de las inversiones verdes, Javier GarcÃa Breva, uno de los principales referentes de la polÃtica energética del paÃs, ex Director General del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la EnergÃa (IDAE), denunció el triunfo de las "renovables especulativas".
Puso en ejemplo: las operaciones corporativas de compra venta de activos renovables se dispararon en diciembre y enero en España hasta alcanzar los 10.000 millones de euros mediante alianzas de grandes empresas, eléctricas, petroleras, bancos y fondos de inversión.
"Se prioriza el desarrollo de renovables especulativas, conectadas a la red centralizada, para futuras operaciones corporativas y se cierra el mercado a las pequeñas instalaciones, a los pequeños actores y entes locales", se quejó el experto.
Los actuales precios del mercado verde confirman esta denuncia. Nunca antes las grandes inversores pagaron tanto por un megavatio (MW) con permisos de acceso a la red. Hace dos años rondaba los 100 mil euros. Hoy supera los 300 mil.
La explicación en sencilla: por las demoras y las dificultades burocráticas, para los peces gordos del sector es cada vez más atractivo hacerse con aquellos proyectos que ya tienen la Declaración de Impacto Ambiental y que, por lo tanto, están listos para construirse ("ready to be").
Esto hace que las compraventa de proyectos sean cada vez más frecuentes. La semana pasada, Repsol anunció la adquisición de tres parques eólicos y dos solares fotovoltaicos en la provincia de Palencia.
La multinacional española le compró estos proyectos al promotor y desarrollador ABO Wind (capital alemán), incorporando asà 250 MW a su cartera de proyectos renovables en España, que ya suma 3.200 MW.
"ABO Wind comenzó a desarrollar los proyectos en 2018. Todos los proyectos se encuentran en un estado muy avanzado de desarrollo y han obtenido una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva, asà como la mayorÃa de los permisos necesarios", confió la compañÃa vendedora en un comunicado de prensa.
"Los socios -agrega la nota- acordaron no revelar el monto y la estructura de flujo de caja del precio de venta". Repsol calcula que estos cinco parques van a entrar en funcionamiento entre 2024 y 2025. Los alemanas tienen otros 13 proyectos en la penÃnsula que suman 650 megavatios con DIA favorable. No es de extrañar que en los próximos meses confirmen otros traspasos.
Tan fuerte es esta "fiebre" por las licencias verdes que el negocio de las renovables en España es de los pocos en todo el continente que, en medio de la inflación, la subida de tipos y la incertidumbre por el devenir de la economÃa global, experimenta un marcado crecimiento en las operaciones corporativas.
Otro ejemplo: en enero, Iberdrola anunció la venta de la mitad de una gran cartera de renovables en España a un fondo de inversión noruego (Norges Bank) por 600 millones de euros.
Los proyectos traspasados están situados, en su mayorÃa, en AndalucÃa (358 MW), Extremadura (343 MW), Aragón (175 MW) y Castilla y León (102 MW).
La operación no hace más que confirmar el apetito extranjero por los proyectos de renovables en España. Más de la mitad de los proyectos (72) que que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico avaló a finales de enero van a ser ejecutados por capital internacional.
Aunque esta especulación es "legal", muchas voces del sector cuestionan el "total acaparamiento" del acceso a la red de los grandes jugadores, con precios que hacen imposible que los medianos y pequeños productores puedan competir.
Una medida para limitar estas transacciones es la de fijar un gravamen si el proyecto termina desarrollándolo no el promotor inicial sino un tercero, polÃtica que varias organizaciones del sector verde le han sugerido a la ministra Teresa Ribera.
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