Tal vez no se trate solo de convicciones ideológicas o razones políticas. La cruzada permanente del gobernador Greg Abbott contra los inmigrantes en la frontera interpela el sentir de muchos texanos y le rinde en términos electorales a los republicanos desde hace años. Sin embargo, también genera buenos negocios. Al menos, eso es lo que se desprende de los datos de los contratos que el gobernador de Texas firmó con distintas empresas para construir un muro que se extenderá a lo largo de 30 millas en la frontera con México.

Hace dos semanas, la Comisión de Instalaciones de Texas aprobó su quinto contrato de construcción para el muro fronterizo con el que Abbott pretende frenar la llegada de migrantes al Estado. El convenio incluye un monto de $137 millones para sumar 7 millas a un vallado de acero que se extiende a lo largo de la frontera, en los condados de Webb y Zapata. El nuevo contrato se suma al que Abbott ya había firmado a principios de enero para construir más de 9 millas en el condado de Webb.

El proceso es permanente y corre paralelo a la batalla pública que el gobernador republicano lleva adelante desde años contra la invasión migrante. De acuerdo a los datos relevados por The Texas Observer, Abbott ya destinó por lo menos $830 millones en contratos para levantar más de 30 millas de barrera fronteriza. Por supuesto, no es una inversión propia sino que se trata del dinero de los contribuyentes del Estado de la Estrella Solitaria.

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¿Quiénes se benefician con la política de hierro del gobernador? Se trata de empresarios que figuran entre los donantes republicanos.

El primer contrato del muro de 9 millas para el condado de Webb se otorgó a la empresa Fisher Sand & Gravel. Aunque la información que se conoce es escasa, el primer tramo está ubicado en un terreno privado "al noroeste" de Laredo. Los documentos muestran planes para construir varias millas a lo largo de un rancho privado en el noroeste de Webb, y varias millas al sur de Laredo a través de los pequeños pueblos de El Cenizo y Río Bravo.

El gobernador de Texas firmó contratos con distintas empresas por un monto mínimo de $830 millones para construir un muro que se extenderá a lo largo de 30 millas en la frontera con México. 

La Cámara de Representantes y el Senado de Texas publicaron propuestas presupuestarias que mantendrían los gastos de seguridad fronteriza del estado para la Operación Lone Star en niveles récord: $4.8 mil millones durante los próximos dos años. De ese total, $1 mil millones corresponden directamente a la oficina del gobernador y alrededor de $650 millones se dedicarán al muro.

AP.

Los especialistas afirman que se trata de una cifra que también podría aumentar si Abbott presiona a sus legisladores para obtener más fondos a medida que se acerque la campaña electoral de 2024 y 2026.

El estado otorgó el último contrato a Sullivan Land Services Company (SLSCO), una empresa de construcción que pertenece a un trío de hermanos de Galveston. Según admiten los registros de gastos estatales, se trata de habituales ganadores de negocios gubernamentales en Texas, incluidos más de $300 millones en servicios para la respuesta al COVID-19 y la misión fronteriza Operation Lone Star.

The Texas Observer sostiene que gran parte de esos fondos han asumido la forma de compras de emergencia sin licitación gracias a las declaraciones de desastre a las que suele apelar como atajo administrativo el gobernador Abbott.

No es pura generosidad del gobernador. El vínculo es recíproco. Los hermanos John, Todd y Billy Sullivan también han sido generosos donantes de las campañas de Abbott, con aportes de más de $250,000 en contribuciones a lo largo de los años, de acuerdo a los registros estatales de financiamiento de campañas.

En la lista de los beneficiados por los contratos de Texas, se destacan los hermanos John, Todd y Billy Sullivan, generosos donantes de las campañas de Abbott, con aportes de más de $250,000.

SLSCO tiene una historia larga en torno a la obsesión de los republicanos con la frontera. Fue uno de los principales contratistas del muro de Trump y ganó ofertas por casi $2 mil millones en contratos para construir un vallado a lo largo de la frontera en Texas, Nuevo México y California.

En el final de su mandato, Trump aceleró los planes para construir kilómetros de muro a través de Laredo y la región circundante, lo que provocó una firme resistencia de una heterogénea coalición de opositores locales que incluyen tanto a ricos ganaderos como a grupos ambientalistas. Esos planes finalmente fueron frustrados cuando la administración Biden canceló la mayor parte de los contratos para edificar muros fronterizos, con la excepción de la construcción del muro de Trump que el presidente demócrata completó en la frontera entre San Diego y Tijuana. 

En 2022, la Comisión de Instalaciones de Texas seleccionó a SLSCO y a otras cuatro empresas que ya habían sido beneficiadas como contratistas exclusivas para el proyecto estatal del muro fronterizo.

Desde el lanzamiento del proyecto en el verano de 2021, Texas ha completado sólo 1.6 millas de muro fronterizo en terrenos estatales en el condado de Starr, mientras que la construcción comenzó recientemente a lo largo de un segmento de terrenos privados en el condado de Cameron.

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Los funcionarios de la Comisión de Instalaciones del Estado que los republicanos gobiernasn desde 1994 insisten en que el proyecto cobrará impulso en el nuevo año a medida que el estado obtenga más terrenos.

Melissa Cigarroa, miembro del Concejo Municipal de Laredo y activista contra el muro, le dijo a Border Report que el estado está ofreciendo a algunos propietarios en la zona de El Cenizo y Río Bravo unos $18,000 por derechos de propiedad.

Si bien los acuerdos son voluntarios, la concejala consideró que el estado se está aprovechando de las personas que no entienden el impacto total que tendrá el muro y le está ofreciendo la suma de los ingresos de todo un año por el derecho de paso. A su tasa de costo actual, la cuenta para los contribuyentes de Texas sería de más de $17 mil millones.

Para Tricia Cortez, activista ambiental de Laredo y cofundadora de No Border Wall Coalition, el gobernador gasto fondos de los contribuyentes que podrían ser destinados a fines más útiles. "Es una pérdida de dinero colosal en un proyecto que no hará mucho para solucionar los desafíos que tenemos con la migración. Y ellos lo saben", afirmó.