Las abarrotadas primarias de Filadelfia, ponen de manifiesto una carrera muy reñida en la recta final para determinar el alcalde número 100 de la principal ciudad de un estado polÃticamente relevante: Pensilvania.
Este estado del nordeste del paÃs suele decantar la balanza que elige al presidente de Estados Unidos. Sucedió en noviembre pasado, cuando Pensilvania fue clave para marcar la leve mayorÃa demócrata en el Senado con el triunfo de John Fetterman.
Los resultados de Filadelfia, junto a otras de las principales ciudades del paÃs que están llamadas a urnas en primavera, suponen un equilibrio de poder dentro de las corrientes demócratas. Las grandes ciudades norteamericanas están en manos de alcaldes afroamericanos que unen lazos, en una dinámica que muestra el poder afroamericano en el ámbito local. Como ejemplo, la reciente visita del alcalde de Nueva York Eric Adams a El Paso, donde su demanda especÃfica al gobierno federal por el tema de la crisis migratoria se traduce en una unión de alcaldes negros para hacer presión a la administración Biden.
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Hay 10 candidatos que quieren convertirse en alcalde de Filadelfia: los ex concejales MarÃa Quiñones-Sánchez, Derek Green y Cherelle Parker, Helen Gym, Allan Domb -además desarrollador inmobiliario-, los afroamericanos Warren Bloom, Amen Brown y James De León -ex juez de Filadelfia-, el magnate de la alimentación Jeff Brown y la ex controladora de la ciudad Rebecca Rhynhart. Este grupo enérgico representa varias industrias, niveles de experiencia, identidades y posturas polÃticas. Hay algo para todos y hay mucho para elegir: progresistas, moderados, a la derecha del centro, a la izquierda del centro, a la izquierda del centro.
Filadelfia estaba acostumbrada a contiendas menos competitivas. Por ejemplo, en las pasadas elecciones municipales de 2015 solo habÃa cinco candidatos. Esta vez, encontramos más exconcejales de la ciudad que nunca (cinco), mujeres (cuatro), candidatos afroamericanos (siete) y latinos (dos). Cada combinación posible de posición, ideologÃa y antecedentes está debidamente representada.
La candidata latina con más posibilidades es Maria Quiñones Sánchez, quien ha representado a algunos de los vecindarios más pobres de la ciudad, los del distrito 7 del norte de Filadelfia, desde 2008, cuando se convirtió en la primera latina en servir como concejal. Ex contadora y miembro fundadora de la Coalición Latina Estatal de Pensilvania, trabajó como directora regional de la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico.
Cuando comenzó su cuarto mandato como concejal, en 2019, Quiñones Sánchez dijo sobre los problemas más apremiantes de la ciudad: "Creo que el liderazgo de la ciudad de Filadelfia reconoce que el cambio incremental no ha mejorado la calidad de vida de las personas y la pobreza y la equidad son importantes".
Con el público cada vez más familiarizado con las caras de los postulantes y algunos respaldos que ya se han consolidado, un nuevo candidato que ingresara a esta hora tardÃa sólo servirÃa para complicar una elección que ya se encuentra apretada.
El próximo alcalde probablemente será decidido por un porcentaje muy pequeño del electorado. Filadelfia es una ciudad que tiene en su sistema de votación peculiaridades que la hacen diferente de la mayorÃa de urbes en Estados Unidos. La ciudad que acoge la campana de la libertad no realiza elecciones de segunda vuelta ni emplea votaciones por orden de preferencia, con lo que unas primarias abarrotadas representan menor opción de representatividad.
Todas las grandes ciudades de Estados Unidos tienen como principal preocupación el crimen y como denominador común una lideranza demócrata. Filadelfia no es excepción y comparte con Chicago unas tasas de criminalidad parecidas y una carrera para la alcaldÃa muy disputada. Al igual que Nueva York, las polÃticas de la policÃa han sido cuestionadas y los candidatos rechazan en su mayorÃa la contundencia de medidas como el stop and frisk (parar y registrar) que era comunes en los años 90.
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La tasa de tiroteos en la ciudad se disparó en 2020 y en los últimos tres años generó una cantidad sin precedentes de homicidios. Los votantes y los residentes esperan que el próximo alcalde saque a la ciudad de la crisis. En el caso de los demócratas que se postulan, la encrucijada está a la vista: intentarán lograr un equilibrio entre controlar el problema urgente y abordar los factores sociales que lo impulsan.
La violencia armada y la seguridad pública son reconocidas por todos los candidatos como el problema número uno en Filadelfia. Nueve de ellos debatieron en la Universidad de St. Joseph sobre este tema que se presenta como el que más preocupa a la población. El evento, el segundo gran foro del ciclo de primarias, tenÃa como objetivo sondear las posiciones de los candidatos sobre cómo prevenir la violencia armada.
Todos los ex miembros del consejo que debatieron sobre seguridad, Helen Gym, Cherelle Parker, Allan Domb, Derek Green y Maria Quiñones Sánchez, votaron en 2020 para cancelar un aumento propuesto al presupuesto policial en medio de las protestas de justicia racial en masa que se produjeron tras la muerte de George Floyd.
La voz más crÃtica contra la policÃa entre los candidatos es la de Helen Gym, la candidata progresista a quien los rivales han tratado de vincular al movimiento para reducir la financiación policial y desviarlo a otros servicios. Pero a estas alturas, ni siquiera ella utiliza el discurso de quitarle fondos a la policÃa. "Ahora es el momento de estabilizar la financiación policial. No es el momento de cortar ", dijo Gym. "Una iniciativa de seguridad pública dura en el crimen incluye todas las cosas: vivienda, apoyo de salud mental, educación, empleos e infraestructura que literalmente previene el crimen. Estas inversiones deben ser adicionales a la vigilancia y no en lugar de ellas ".
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Varios candidatos dijeron que reexaminarÃan cómo el departamento de policÃa gasta su presupuesto de casi $800 millones. La ex controladora Rhynhart dijo que priorizarÃa la "civilización" del departamento, o trasladarÃa a más oficiales del trabajo administrativo a la patrulla. Quiñones Sánchez afirmó por su parte que estudiarÃa el uso de horas extras de la policÃa.
El magnate y propietario de la cadena ShopRite, Jeff Brown, -quien sugirió que los agentes de policÃa no se sienten apoyados por las figuras polÃticas- dijo que se opondrÃa a aumentar los fondos para el departamento. "Tenemos suficiente dinero en el presupuesto de la policÃa. No estoy a favor de cortarlo, pero ... esta ciudad está tan mal administrada y la policÃa está incluida en ella", afirmó.
La tarea para el futuro alcalde es complicada, pues el área metropolitana de Filadelfia es a menudo utilizada como referente de los principales problemas del paÃs, con la elevada criminalidad pero también con uno de los mayores mercados de droga al aire libre, en el barrio de Kensington.
La gestión del problema de la inseguridad también requiere mejoras. Por ejemplo, las tasas de resolución del Departamento de PolicÃa (23 % para tiroteos y 47 % para homicidios) están por debajo de los objetivos fijados. La delincuencia se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los habitantes de Filadelfia debido al fuerte aumento de la violencia armada. Filadelfia tuvo más de 2,000 vÃctimas de disparos en cada uno de los últimos tres años, y los tiroteos fatales alcanzaron un máximo de 508 en 2021.
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