Pedro Sánchez se enfrenta por primera vez a un "fuego amigo" que puede dejar heridas dentro del PSOE. El acuerdo sellado entre el Gobierno y ERC para rebajar las penas por el delito de malversación abrió una profunda grieta en Ferraz. Muchos barones están en contra de la medida, tanto por el contenido como por sus consecuencias políticas. 

La voz más dura la lleva el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien este martes subrayó que "no es tolerable pactar con delincuentes su propia condena" en alusión a los beneficios que obtendrán los independentistas catalanes condenados y encausados en el procés. Dijo que estos "delincuentes" no están "arrepentidos", sino marcando una nueva "hoja de ruta" hacia la independencia.

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"Este es un momento grave para la política española. Soy muy contrario a la decisión del Gobierno y lo soy porque soy muy coherente con lo que le escuchaba al Gobierno tiempo atrás", señaló. Y agregó: "Es un momento duro que me duele como español y como militante, aunque no sea una decisión orgánica. Le hablo como presidente de comunidad autónoma, en el rango de absoluto afectado".

El barón del PSOE aclaró que "nadie piense que la gente es tonta y se olvidará". También deslizó con mucha ironía que "esto sí que es hacer historia", en clara alusión a la frase de Sánchez sobre que hace semanas que pasaría "a la historia" por haber exhumado los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos.

Solo un ingenuo, un santo, se cree que esto disuade a los independentistas de seguir su camino. De estos polvos, vendrán más lodos

Page adelantó que está "dispuesto a presentar una iniciativa" por sentirse obligado como presidente autonómico a "denunciar ante el Tribunal Constitucional cualquier intento de consulta oficial que signifique que unos pocos pueden hablar en nombre de todos".

"Me importa que nos tomen por tontos, a mí también. Son esos momentos que se quedan grabados en la retina colectiva. La mayor parte de lo que veo, lo veo por los titulares de prensa. Ver que un Código Penal se pacta en dos cafés en el último minuto sin informe jurídico, vulnera los cinco años que invertí en mi carrera de derecho", fustigó.

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Su tono se fue elevando a medida que avanzaba su comparecencia: "El 95% de los españoles saben lo que está pasando, lo entiende Junqueras, lo entiende Aragonés y lo entiende Puigdemont. Básicamente es lo que parece. ¿O nos vamos a equivocar todos los españoles? No hombre, no".

Así y todo, aseveró que no avala de ningún modo que el PP pida rebeldía en el PSOE, recordando que parte del problema de Cataluña es culpa de Génova.

Pero dijo que hay que ser muy ingenuo para pensar que esta medida arreglará el problema independentista en Cataluña, ya que quien sea independentista "seguirá siéndolo".

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"Solo un ingenuo, un santo, se cree que esto disuade a los independentistas de seguir su camino", manifestó el líder del Ejecutivo castellanomanchego. Y adelantó:"De estos polvos, vendrán más lodos".