La reforma del delito de sedición fue difÃcil de tragar para varios lÃderes del PSOE. En los territorios costaba asumir las concesiones de Pedro Sánchez a ERC, pero al menos podÃan esgrimir la excusa de adecuar la legislación española a la de los paÃses de la UE, por más endeble que sonase. Ahora, la voluntad de Pedro Sánchez de modificar la malversación en el Código Penal inquieta algunos dirigentes que se han mostrado leales al presidente.
Juan Lobato es el secretario general del PSOE-M y también la apuesta de Sánchez para ganar terreno en Madrid. Sin embargo, el candidato a suceder a Isabel DÃaz Ayuso se despegó del presidente porque "con dinero público, cero bromas". "A los corruptos ni un dÃa menos de prisión, ni a los corruptos del PP de Madrid, ni a los del PSOE, ni a los catalanes, ni un dÃa menos", lanzó Lobato.
El lÃder del PSOE madrileño aseguró que la corrupción le parece "lamentable, perseguible, condenable y enjuiciable, y debe ser muy duro el Código Penal con este tipo de acciones". A varios dirigentes del partido, como es el caso de Lobato, les puede jugar en contra defender una modificación que termine beneficiando a los polÃticos independentistas vinculados con el procés o incluso José Antonio Griñán, sobre todo a pocos meses de la campaña electoral.
El par de Lobato en Castilla y León, Luis Tudanca, rechazó la reforma ya que serÃa aprovechada por el PP. "Cualquier cosa que se toque tiene que ser para endurecer los delitos y el castigo a algunas conductas que desprestigian la polÃtica", dijo. Lo que molesta a los barones es que Moncloa desmintiese las conversaciones con los catalanes mientras se negociaba la sedición y el apoyo de los republicanos a los presupuestos generales en el Congreso de los diputados.
Tampoco Ferraz bajó lÃnea para que los dirigentes socialistas se preparasen en los territorios. Una fuente del partido cercana a la dirección dice a LPO que se trata de revertir la reforma que hizo el PP en 2015. Pero el argumento no termina de convencer. El presidente valenciano Ximo Puig respaldó sin alternativa la reforma de la sedición, aunque la malversación serÃa difÃcil de explicar a los votantes, más aún con el avance de los populares en las encuestas.
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Con la sedición, Javier Lambán y Emiliano GarcÃa-Page salieron al cruce de Moncloa. Esta vez se suman perfiles más progresistas y alineados con Sánchez, como Lobato y Tudanca. Las crÃticas, creen en el gobierno, avala la tesis de las derechas de que el "sanchismo" es algo distinto al PSOE y refuerza su alianza con las formaciones nacionalistas. Los ministros del Ejecutivo intentan llevar calma y recuerdan que primero hay que esperar al viernes, cuando ERC presente las enmiendas.
Después de que Félix Bolaños negara una reforma en ese sentido, Sánchez reconoció que era necesaria. Pilar AlegrÃa, en su rol de portavoz de los socialistas, prometió que las modificaciones no implicarán un beneficio a los corruptos. La dirección del PSOE ha encontrado un argumento que calza con sus aspiraciones: la reforma del PP considera que lo mismo dá el que se enriquece para sà mismo y la administración desleal de los recursos, que es el caso de los independentistas.
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