El peronismo quiere sacarse la mufa de encima y empezar el año electoral con un triunfo. Tucumán abrirá el calendario electoral el 14 de Mayo cuando elegirá gobernador. El actual vice a cargo de la provincia, Osvaldo Jaldo, será el candidato, secundado por Juan Manzur, si la Corte Suprema no lo saca de la cancha.

Si el máximo tribunal acepta la apelación de la oposición y decide que Manzur no puede competir como candidato a vicegobernador, su lugar lo ocupara la ex ministra de Salud, Rossana Chahala, según lo que conversaron el jefe de Gabinete y Jaldo.

La guerra interna de Juntos en Tucumán, un caso testigo que encendió las alarmas de la Mesa Nacional

En las elecciones pasadas el peronismo sintió el frío en la espalda. ganó las legislativas por apenas un punto y medio. El miedo les hizo recuperar a Jaldo y Manzur profesionalismo y metieron las internas en el congelador. Divididos perdían la provincia. Esta unidad forzada, pero unidad al fin, puso en crisis a Juntos por el Cambio que hoy permanece dividido entre el sector que lidera el peronista Germán Alfaro -alineado con Larreta- y los radicales que empujan al diputado Fernando Sánchez. No han conseguido ni firmar la alianza y los tiempos apremian. El próximo 14 es el deadline que fijaron en la Mesa Nacional de Juntos.

Si la Corte Suprema acepta la apelación de la oposición y decide que Manzur no puede competir como candidato a vicegobernador, su lugar lo ocupara la ex ministra de Salud, Rossana Chahala, según conversaron el jefe de Gabinete y Jaldo.

Para ganar una elección que viene peluda, el peronismo apuesta ahora a un shock de obras públicas, en una provincia que quedó muy relegada respecto a sus vecinas. Pasó de ser la locomotora del Norte a una de las provincias con peor infraestructura.

Ahora desde la Jefatura de Gabinete, Manzur aseguró un fenomenal giro de fondos, pero primero hubo que remozar el gabinete provincial que no tenía ni ministro de Obras Públicas. Así estaban.

Los graves problemas de gestión continúan, pero muy empujados por Nación, la maquinaria empezó a ponerse en marcha. Este viernes estuvo en la provincia el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, en la primera de una serie de visitas que buscará apuntalar las chances del peronismo.

Inauguraron el nuevo acceso a la ciudad de Trancas, una obra de 357 millones de inversión, en la Ruta Nacional 9. No es un pueblo más. Se trata de la ciudad de Jaldo, el corazón de su base electoral.

La obra, como muchas otras, recién se reactivó el año pasado. El paquete de inauguraciones previsto tiene en su corazón, el mayor programa de construcción de viviendas del país. Se anunciaron más de 3.600, imposible que se terminen para Mayo, pero algo se va a mostrar.

Jaldo y Manzur este viernes en Trancas.

También se avanza con la construcción de escuelas y aunque parezca extraño, una de las obras más promocionadas es la construcción de una cárcel en la localidad de Benjamín Paz, también en Trancas.  Tucumán viene de una grave crisis de seguridad, problema de gran impacto electoral en el que se enfocó Jaldo. Las comisarías, como en el Conurbano bonaerense, están desbordadas de presos. Por eso la cárcel es clave, para liberar policías que dejen de actuar como guardiacárceles y salgan a patrullar.

También hay en marcha una importante obra de saneamiento en la capital provincial y se anunció por enésima vez la construcción de la autopista a las termas de Río Hondo. Una obra estratégica de apenas 2.000 millones, que sólo la falta de visión de las sucesivas administraciones provinciales explica que siga parada. Tampoco estará terminada, ni de cerca. Pero seguramente se empiece y termine el distribuidor en San Miguel de Tucumán, según confiaron a LPO fuentes al tanto de la obra.

Tucumán viene de una grave crisis de seguridad, problema de gran impacto electoral en el que se enfocó Jaldo. Las comisarías, como en el Conurbano bonaerense, están desbordadas de presos. Por eso la nueva  cárcel es clave, para liberar policías que dejen de actuar como guardiacárceles y salgan a patrullar.

Además se anunció la demorada construcción de una nueva sede para el Registro Civil, proyecto de la ministra Carolina Vargas Aignasse. Una obra de gran valor arquitectónico, pero muy cara para el nivel de inversión que se ve en la provincia. Y no por falta de recursos.

Tucumán tiene su presupuesto lastrado por el gasto político. Apenas un ejemplo para dimensionar de que hablamos: en términos proporcionales tiene la Legislatura más cara del país. Para el año que viene se le asignaron unos 36 mil millones de pesos. Ahí se van parte de los recursos que no se ven en las rutas, escuelas, edificios públicos y viviendas sociales, que ahora, con la elección en la nuca, intentarán corregir.