En medio de denuncias de agrupaciones cercanas al gobierno contra la Franja Morada, la Federación Universitaria Argentina (FUA) se encamina hacia el congreso del sábado para elegir autoridades. El radicalismo quiere retener la conducción del máximo órgano de representación de los estudiantes universitarios del país. Mientras tanto, un frente de agrupaciones opositoras denuncian que se invalidaron a los delegados de 90 centros de estudiantes de diferentes provincias para tener menos congresales.

La Cámpora viene trabajando en un frente filo kirchnerista para ganarle al brazo universitario del radicalismo. En ese armado -denominado Frente Malvinas Argentinas- confluyen agrupaciones kirchneristas, peronistas y hasta de izquierda.

Desde allí aseguran que esta vez tenían chances de ganar ese órgano que nuclea a casi 2 millones de estudiantes universitarios. Sin embargo, una supuesta maniobra del radicalismo de "proscribir" centros de estudiantes complicó el escenario. Ahora buscarán vaciar el congreso, al tiempo que presentan amparos judiciales.

La elección de autoridades de la FUA se dirime a través de una elección indirecta en la que cada centro de estudiantes lleva al congreso una determinada cantidad de delegados en función de la cantidad de estudiantes de la facultad que representa.

Desde la Franja se defienden y argumentan que la convocatoria la lleva adelante la Junta Ejecutiva de la FUA, un órgano en el que el radicalismo está en minoría. "El peronismo estuvo de acuerdo con esa convocatoria a la elección", explican.

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Tras ese acto administrativo se avanzó con la presentación de actas de delegados y ahí es donde estalló la crisis. Según el estatuto, solo se pueden presentar a la elección los centros de estudiantes con menos de 18 meses de antigüedad, pero llegaron actas de centros que tenían hasta cuatro años. El argumento era que la pandemia impidió la realización de los comicios en varias facultades.

Por eso, la Junta Ejecutiva resolvió no aceptar esas actas que representan a casi 90 centros de estudiantes. Desde el radicalismo recuerdan que la Franja está en minoría en ese órgano y afirman que también estuvieron de acuerdo con no aceptar esas actas el Partido Obrero, el Movimiento Nacional Reformista y el Frente de Izquierda y de Trabajadores.

Más de la mitad del movimiento estudiantil no va a estar representado en el congreso del sábado. La FUA tiene mandatos prorrogados al igual que muchos centros de estudiantes que ahora fueron proscritos.

La Franja controla de FUA desde el retorno de la democracia. "Lo que no pueden ganar, lo rompen", dicen desde el radicalismo. Según argumentan tienen casi la mitad de los estudiantes de todo el país y nueve de las diez federaciones más grandes.

Aglaplata

Por lo pronto, La Cámpora presentó un amparo judicial para denunciar lo que consideran un proceso judicial fraudulento. La medida recayó en el juzgado de María Servini de Cubría y lleva la firma de dirigentes estudiantiles que presiden federaciones y centros de estudiantes de todo el país. También presentaron otro amparo en la Justicia Civil de Morón.

Desde la oposición rebaten los argumentos del radicalismo: "Es un argumento falaz", dice Constanza Bossio, secretaria General de la FUA, respecto del artículo que impide participar de la elección a los centros con autoridades electas hace más de 18 meses.

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Según explica hay varias universidades con centros electos este año cuyas actas no fueron aceptadas. Además afirma que el centro de estudiantes de la facultad de Odontología de Tucumán tuvo la última elección en 2019 y fue aceptado para el congreso.

"Más de la mitad del movimiento estudiantil no va a estar representado en el congreso del sábado", dice Bossio y agrega que ninguna de las fuerzas que conforma el frente Malvinas Argentinas va a participar de la elección de autoridades.

"La FUA tiene mandatos prorrogados al igual que muchos centros de estudiantes proscritos", dice Bossio. La afirmación es correcta: el radical Bernardo Weber, cumple el mandato más largo de la historia, toda vez que por la pandemia se extendió por cuatro años y medio, cuando debía durar dos.