La ciudad de Sagunto (Valencia) fue elegida por el grupo Volkswagen para radicar su primera factorÃa de baterÃas para coches eléctricos en España. La inversión quedó confirmada dÃas atrás luego de que la multinacional aceptase las aportaciones públicas del Gobierno: 620 millones de euros del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica para el VehÃculo Eléctrico y Conectado (PERTE-VEC).
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, calificó el anuncio de "extraordinaria noticia" y celebró la apuesta productiva de la firma alemana en suelo español. El Ejecutivo apuesta a que la penÃnsula se convierta en "lÃder mundial" de la transición energética, tanto en lo que respecta al despliegue de las renovables como a la electrificación de la movilidad.
Los planes de España, sin embargo, están sujetos a las condiciones internacionales. El CEO de Volkswagen, Thomas Schäfer, admitió en un reciente posteo en su perfil de Linkedin que la construcción de las futuras plantas de baterÃa -entre ellas la de Sagunto- pueden ser "inviables" debido a costes energéticos que se mantienen elevados en toda Europa.
"A menos que logremos reducir los precios de la energÃa en Alemania y Europa de manera rápida y confiable, las inversiones en producción intensiva en energÃa o nuevas fábricas de celdas de baterÃa en Alemania y la UE serán prácticamente inviables", reconoció el director de la automotriz alemana.
La declaración pone en duda la apertura de todas las fábricas proyectadas en Europa. La multinacional tiene pensado abrir factorÃas en Suecia, Francia, Portugal, Polonia y República Checa.
Schäfer advierte que "Europa no es competitiva económicamente en muchas áreas, especialmente cuando se hablamos de los costes de electricidad y gas", dejando entrever una posible "deslocalización" si los precios de la energÃa no se estabilizan a la baja, un fantasma que sobrevuela en el continente.
Otro gigante alemán, la firma quÃmica BASF, adelantó que analiza trasladar su producción a "regiones más competitivas" por la crisis energética que sufre Europa.
"Estas difÃciles condiciones marco en Europa ponen en peligro la competitividad internacional de los productores europeos y nos obligan a adaptar nuestras estructuras de costes lo antes posible y también de forma permanente", admitió semanas atrás el director general, Martin Brudermüller, en un comunicado.
El incremento del gas -materia prima clave para la mayorÃa de estas industria- ha generado muchÃsimas tensiones en las cadenas de suministros de la producción verde.
Henrik Andersen, presidente de la firma global Vestas, un importante fabricante de turbinas eólicas, lamentó que "la inflación de costos, la interrupción de la cadena de suministro y los bloqueos relacionados con el covid" socaven el crecimiento del sector. Un ejemplo: los precios del acero y el aluminio subieron un 70 y un 40 por ciento, respectivamente, según la última estimación de la AIE.
Hidrógeno verde: ¿Llave o ilusión para descarbonizar la economÃa europea?
La consultora Rystad Energy, una referencia en las proyecciones del sector energético, explicó que "los altos precios de la energÃa no solo representan una amenaza significativa para los esfuerzos europeos de descarbonización, sino que también podrÃan resultar en una mayor dependencia de la fabricación en el extranjero".
"Construir una cadena de suministro nacional confiable con bajas emisiones de carbono es esencial si el continente va a cumplir sus objetivos. . . pero, tal como están las cosas, eso está en serio peligro", analizó Audun Martinsen, jefe de investigación de servicios energéticos de Rystad.
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