Doug Ducey está decidido a fastidiar a Donald Trump hasta el último minuto de su mandato. Adversario interno del ex presidente desde que en 2020 avaló la legitimidad de Joe Biden como presidente, el gobernador de Arizona acaba de dar un paso más en su desafío a Trump. Después de tomar distancia en la campaña de la candidata preferida de Trump, la ex presentadora de televisión Kari Lake, Ducey fue todavía más allá y recibió a la ganadora de la elección, la demócrata Katie Hobbs.

El encuentro de Ducey con quien será su sucesora a partir del año próximo puede ser leído como un gesto institucional establecido por las leyes y en busca de garantizar la continuidad en el estado de Arizona. Sin embargo, en el terreno de la política, es un abierto desafío al liderazgo de un Trump que salió del test electoral muchísimo más golpeado de lo que imaginaba. En línea con la política de su jefe, la preferida del ex presidente todavía no reconoció su derrota en la carrera por la gobernación.

En cambio y en una actitud opuesta, Ducey decidió recibir a la vencedora de Lake en Arizona, en la antesala del Día de Acción de Gracias. Poco después difundió las imágenes del encuentro y un comunicado que no deja lugar a dudas. "Hoy felicité a la gobernadora electa Katie Hobbs por su victoria en una contienda muy reñida y le ofrecí mi total cooperación mientras se prepara para asumir el liderazgo del Estado de Arizona".

La grieta republicana en Arizona, el factor clave que le puede dar a Biden la victoria nacional

El de Ducey fue el primer pronunciamiento en favor del triunfo de la flamante gobernadora demócrata por parte de una alta autoridad republicana. Hasta el momento, los resultados no oficiales muestran que Hobbs venció a Lake por 17,116 votos. Se trató de un resultado ajustado que incluyó un golpe inesperado para Trump desde la misma noche del 8 de noviembre y una contienda más peleada en los días siguientes, cuando Lake comenzó a recortar la diferencia de 13 puntos que le llevaba Hobbs en el inicio.

El gobernador Ducey recibió en Phoenix a su sucesora, la democrata Katie Hobbs.

Doug Ducey y Katie Hobbs

"Mi administración trabajará para que esta transición sea lo más fluida posible. Nuestro deber es asegurarnos de que la 24° gobernadora de Arizona y su equipo puedan ponerse en marcha y continuar con el increíble impulso de nuestro estado. Todos nosotros hemos esperado pacientemente a que se desarrolle el proceso democrático. El pueblo de Arizona ha hablado, sus votos han sido contados y respetamos su decisión. No importa por quién votamos, todos nosotros tenemos un interés en el éxito de Arizona".

Tal como anticipó LPO 10 días antes de las elecciones, la grieta republicana en Arizona podía tener consecuencias letales para las aspiraciones de Trump y beneficiar a Biden. Aunque el gobernador saliente se había cuidado de no apoyar abiertamente a Hobbs, estaba claro que la candidata de Trump -un emblema del negacionismo- no era su preferida. En las primarias, Ducey había respaldado a la rival republicana de Lake, Karrin Taylor Robson, quien resultó eliminada en las elecciones en junio. Por ese tipo de actitudes, en rechazo a los candidatos negacionistas del trumpismo, Trump ubicaba al gobernador bien arriba en la lista de los llamados "Rinos", por las siglas en inglés de "republicanos en nombre solamente".

Trump pone a prueba en Arizona al negacionismo extremo como método para ganar elecciones 

El encuentro de Ducey con Hobbs en Phoenix contrasta en forma elocuente con la presión de los trumpistas que han comenzado a presentar demandas por cómo se manejaron los lugares de votación en el condado Maricopa el día de las elecciones.

Abanderada del negacionismo, la ex presentadora de noticias de Fox 10 calificó las elecciones generales como una "debacle" y dijo que "seguirá luchando hasta que restablezcamos la confianza y la fe en nuestras elecciones". Los funcionarios del condado Maricopa han estado rechazando agresivamente los rumores y afirmaciones que sugieren que manejaron mal las elecciones.

El gesto de Ducey es un abierto desafío al liderazgo de un Trump que salió del test electoral mucho más golpeado de lo que imaginaba. En línea con la política de su jefe, la preferida del ex presidente todavía no reconoció su derrota.

LPO lo informó antes de los comicios: la fuerte oposición a Trump en Arizona dentro de la filas republicanas empezaba por el propio gobernador saliente. Ducey rompió en 2020 su relación con Trump al negarse a anular los resultados que favorecieron a Biden. Su postura distante con respecto a Lake durante toda la campaña llevó a que muchos republicanos se desentendieran de la suerte electoral de la ex conductora estrella de Fox News en Arizona.

No solo Lake afrontaba una fuerte resistencia interna: todos los candidatos de Trump generaban rechazo entre los republicanos de Arizona. La prueba más contundente llegó poco antes de los comicios, cuando el ahora reelecto senador demócrata por Arizona, Mark Kelly, anunció "la formación de ‘Republicanos por Kelly'; el lanzamiento de una coalición con casi 50 líderes republicanos e independientes en todo Arizona". Su rival era Blake Masters, uno de los aliados de Trump que cuenta con el respaldo millonario del magnate libertario Peter Thiel.

El senador Kelly dijo que en esa coalición estaban incluidos funcionarios electos, propietarios de pequeñas empresas y líderes comunitarios que se han unido para respaldar su propuesta en su campaña de reelección. Entre los republicanos que apoyaron al senador demócrata, estaban el alcalde de la ciudad de Mesa, John Giles, el alcalde David Ortega en Scottsdale, la alcaldesa Karen Bond en Parker, y los alcaldes Jack Dillenberg en Jerome, Donald Huich en Douglas, Craig McFarland en Casa Grande y Micah Powell en Eloy.