Sin sorpresas, Banco de México continúo su estrategia para hacer frente al alza inflacionaria: este jueves anunció un nuevo incremento de 75 puntos base a la tasa de interés, ubicándola en un nivel de 10%. Sin embargo, no fue una decisión unánime.

En el comunicado del banco central explicó que la Junta de Gobierno consideró "los mayores retos para la conducción de la política monetaria ante el apretamiento de las condiciones financieras globales, el entorno de acentuada incertidumbre, las presiones inflacionarias acumuladas de la pandemia y del conflicto geopolítico, y la posibilidad de mayores afectaciones a la inflación, así como la postura monetaria que ya se ha alcanzado en este ciclo alcista".

La decisión fue respaldada por Victoria Rodríguez Ceja, Galia Borja Gómez, Irene Espinosa Cantellano y Jonathan Heath, sin embargo, Gerardo Esquivel -que está por terminar su mandato- volvió a mostrar un voto disidente, al pronunciarse por un alza menor en 50 puntos base, es decir, dejaría la tasa en 9.75%.

La inflación sigue cediendo: baja a 8.41% durante octubre por energéticos

En las últimas reuniones Esquivel ha sido constante en sus preocupaciones sobre las afectaciones que pudiera tener en la recuperación económica una tasa restrictiva. En una entrevista previa a esta reunión incluso señaló que era momento de debatirse el termino con el ciclo alcista, considerando que la tasa real (ex ante) no debe llegar más allá del 5% -actualmente se encuentra en 4%-. También consideró que hay condiciones para un distanciamiento de las decisiones que toma la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) su homólogo en Estados Unidos.

Sin embargo, para el resto de integrantes de la junta en Banxico, es clave mantener una señal clara ante el mercado, cuyas expectativas inflacionarias siguen deteriorándose y poniendo en duda que el banco central logre regresar a su objetivo en 2024.

Además, bien desde el banco central reconocen que la inflación ha ido a la baja, el componente subyacente sigue siendo un factor de preocupación. "Tanto la inflación general como la subyacente han seguido afectadas por las presiones acumuladas derivadas de la pandemia y del conflicto bélico. Las expectativas correspondientes para 2022, 2023 y el mediano plazo volvieron a ajustarse al alza. Las de largo plazo se mantuvieron estables, si bien por arriba de la meta", señalan en su comunicado.

Por otro lado, también revisaron de manera positiva el desempeño del peso mexicano, que ha mostrado "mayor resiliencia que otras monedas" y destacó que el crecimiento económico ha sido mayor a lo esperado, con el PIB alcanzando un nivel cercano al registrado antes del inicio de la pandemia, por lo que se han reducido las condiciones de holgura.

En su revisión, Banxico redujo ligeramente su estimado de inflación general para cierre de este año en 8.3% desde el 8.6% estimado el mes pasado y mantienen la proyección de que para el tercer trimestre de 2024 habrán vuelta a su meta.