La tensión en Brasil no termina. A los bloqueos en las rutas que aún no fueron levantados en totalidad, se suma que los simpatizantes de Bolsonaro se movilizaron masivamente al comando militar de las Fuerzas Armadas en RÃo de Janeiro para rechazar la elección de Lula.
Bajo una intensa lluvia que recién aflojo a la noche la multitud se concentró frente al Palacio Duque de Caixas, sede el Primer Comando Militar, sobre la avenida Getulio Vargas, en pleno corazón del centro histórico de RÃo.
Camioneros: la fuerza de choque de Bolsonaro para condicionar a Lula
Sin una coordinación o liderazgo visible, sin consignas claras, los manifestantes cantaban el himno y reproducÃan consignas contra Lula. LPO pudo observar en el lugar gente sencilla de clase media, mezclada con militantes radicalizados. No hubo acto central ni discursos, ni palco ni una demanda unificada, sólo enojo e indignación ante lo que consideran un hecho de injusticia.
Cuando encendieron las luces de dos oficinas del gigantesco edificio militar, hubo un estallido de festejos y bombas de estruendo.
"Lula Preso, lista 22", agitó a LPO una señora envuelta en una bandera de brasil, en referencia a la lista de Bolsonaro. Asà como llegaban solos o en grupos en el subte de la linea 1 y se bajaban en la estación Central, se desconcentraban sin mayor orden.
Al grito "intervención federal ya", los bolsonaristas quieren evitar a toda costa la llegada de Lula al poder a pesar de que el propio Bolsonaro autorizó a su jefe de Gabinete, Ciro Nogueira, a iniciar la transición con el equipo de Lula integrado por el vice Geraldo Alckmin, la presidenta del Partido de los Trabajadores Gleisi Hoffmann y el ex ministro Aloizio Mercadante.
Fuentes muy cercanas al Ejército consultadas por LPO aseguran que "no hay ninguna chance" de una intervención militar. No obstante, descartan una expresión pública de los altos mandos a favor de la presidencia de Lula porque significarÃa un enfrentamiento con quien todavÃa es el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. "SerÃa ir contra Bolsonaro. El perdió la elección pero sigue siendo el jefe. Una manifestación en otro sentido puede agravar la situación institucional", explica.
A su vez, un operador civil que trabaja con la Marina afirmó a LPO que "el comandante de la Marina es bolsonarista pero oficialmente estas todos con cabeza baja. Nadie habla de golpe pero ninguno acepta decir que Lula será presidente".
En el PT plantean que Bolsonaro apuesta a mantener movilizada a su base social para perjudicar la transición y poner en tensión la asunción, pero aseguran que no hay relación de fuerza para ninguna cosa más. "Es una pelea por la calle, institucionalmente no hay riesgo de nada, al menos por ahora", entienden.
La lectura en el PT es que la supuesta aventura golpista de Bolsonaro quedó aislada a la fuerza social. En términos institucionales, la Corte Suprema, el Congreso, el Ministerio Público Fiscal y todos los gobiernos del mundo le dieron respaldo a Lula y condenaron las marchas.
Otro de los temores que habitan en el PT y sus aliados es que los bolsonaristas consigan el apoyo de policÃas militares emulando la crisis de Bolivia de 2020 cuando las policÃas de los estados se plegaron a las acciones de los Comités CÃvicos. La diferencia con ese escenario que terminó con el golpe a Evo Morales es que ni la OEA ni Estados Unidos están del lado de los que piden intervención.
Otra versión que pudo recoger LPO con fuentes cercanas a la situación indica que la ventaja de las Fuerzas Armadas es crear un clima de debilitamiento para el nuevo gobierno para negociar los privilegios presupuestarios de los militares desde una posición de fuerza. "Si las protestas fueran de la izquierda, ya estarÃan todos en la casa o presos", dice alguien que conoce de cerca a los uniformados.
Nadie descarta que la transición se realice, pero todo indica que serán dos meses de alta tensión donde Lula deberá adelantar decisiones como el ministro de EconomÃa para calmar a los mercados y el de Defensa para empezar a construir un vÃnculo con los militares. Para ambos terrenos, mercados y militares, son varias las voces que plantean que Alckmin será clave.
La protestas comenzaron con más de 300 bloqueos de accesos de 22 estados encabezados por los camioneros que, como adelantó LPO, operan como fuerza de choque de Bolsonaro en una alianza que comenzó en 2018. La Corte Suprema ordenó el levantamiento de los cortes y la detención del director del Policia de Caminos pero las acciones continuaron.
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