Lee Zeldin ganó las primarias republicanas de manera ajustada y llega a la contienda electoral para gobernador de Nueva York como alguien bastante desconocido para la mayorÃa de los neoyorquinos. Enfrente tiene a la actual gobernadora, Kathy Hochul, que pese a contar con el apoyo del aparato del partido y un soporte de donantes muy fuerte, no goza tampoco de un apoyo popular significativo.
Zeldin, de 42 años, tiene una historia larga que lo une a Donald Trump. Fue uno de los primeros congresistas en tratar con credibilidad su candidatura a la presidencia antes de las elecciones de 2016, lo defendió cuando sus compañeros republicanos lo acusaron de racismo y hasta se ofreció como voluntario para ayudar a liderar la defensa del juicio polÃtico del presidente. Más tarde, cuando Trump dejó el cargo, votó para bloquear la creación de una comisión independiente para investigar el 6 de enero.
Esta asociación con Trump es la gran baza de la gobernadora Hochul, consciente de que tiene más para ganar con el voto anti Trump que con los simpatizantes propios. Los demócratas estaban ansiosos por que el lÃder republicano se lanzara a la carrera presidencial de 2024 antes de las elecciones intermedias de otoño.
En entrevistas, más de dos docenas de funcionarios demócratas, incluidos asesores de Joe Biden, comités del partido, miembros del Congreso y la clase consultora, describieron un anuncio de Trump antes de las elecciones intermedias como un desarrollo positivo para el partido, si no un cambio de juego.
Las campañas demócratas apuntaban al peligro que representa el regreso de Trump y lo utilizan para apuntar a los votantes suburbanos que están considerando arremeter contra Biden por la economÃa, pero están cansados de envalentonar las mentiras y conspiraciones electorales del Partido Republicano.
Para Hochul, la relación Trump-Zeldin es una pieza central de una campaña en la que ha gastado millones de dólares en anuncios que intentan vincular a su oponente con la agenda "extrema y peligrosa" del ex presidente.
Curiosamente, el perfil bajo de este conservador de Long Island, pese al impopular apoyo a Trump, no causa mucha controversia con lo que no atrae el fervor anti- Trump que quisiera Hochul. A parte, la actual gobernadora no capitaliza al demócrata progresista decepcionado con sus vÃnculos con el poder inmobiliario o donantes multimillonarios de los que recientemente no paran de aflorar escándalos de concesiones públicas tras aportaciones de campaña.
Hochul tiene las encuestas de cara pese a que el voto de la Gran Manzana principalmente apoyaba a sus opositores en las primarias. Precisamente, Nueva York se debate siempre en una lucha interna del partido y Hochul es la candidata que más gusta al aparato demócrata, pero que más rechazo causa al votante progresista que abraza por ejemplo a figuras como AOC.
Si no hay una movilización de "voto contra", muchos votantes demócratas descontentos con Hochul pueden fallar la clara marea azul que tradicionalmente domina el estado. Zeldin, por su parte, cuenta con apoyo sólido de sus simpatizantes y su discurso anti crimen conecta directamente con cualquier neoyorquino harto de la inseguridad.
Los analistas coinciden en proclamar a Zeldin como ganador del único debate de carrera gubernamental que tuvo lugar este martes. Hochul básicamente se apegó al mensaje que la ha hecho perder una ventaja que alguna vez fue formidable: atacar el aborto y el 6 de enero, ninguno de los cuales tiene nada que ver con lo que realmente preocupa a los votantes de Nueva York. Su única estrategia parece ser buscar el enfado contra los republicanos como manera de movilizar el voto.
El aborto es un tema importante y Hochul sabe que habla a las mujeres cuando se refiere a este tema, pero en Nueva York la derogación del supremo de la ley que protegÃa el aborto de hace unos meses, no afecta al tener leyes propias que lo protegen. AsÃ, Hochul insiste en un tema que no es un problema real para Nueva York, solo como herramienta polÃtica para mostrarse mejor que Zeldin.
Zeldin dominó el debate, y se hizo más fuerte a medida que avanzaba, estallando una y otra vez con las evasivas de Hochul sobre el crimen, la economÃa y el simple hecho de que en Nueva York se mudan más personas que en cualquier otro estado.
Zeldin no tiene nada que perder en estas elecciones y disfruta del apoyo en amplias franjas del norte del estado de Nueva York. Algunas encuestas recientes sugieren que la brecha entre los candidatos podrÃa estar reduciéndose. El republicano de Long Island ha pasado gran parte del año criticando la racha de tiroteos y crÃmenes violentos, incluida una serie de ataques no provocados en el metro de la ciudad de Nueva York. Su rival, la gobernadora Hochul, ha apostado gran parte de su campaña a retratar a su retador republicano, como una amenaza fundamental para el acceso al aborto en Nueva York.
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