Marko Cortés está convencido de que Alejandro Moreno Cárdenas recorrerá, en el debate por la reforma electoral, un sendero muy similar al de la militarización: a pesar de sus dichos y posturas iniciales terminará por acordar con el Gobierno y el PRI acompañará el plan de la 4T que limita al INE y achica la Justicia Electoral.

Es por esto que en las últimas horas le ha reclamado a Santiago Creel que limite al máximo sus conversaciones con Alito. El ex secretario de Gobierno todavía apuesta por reflotar la alianza opositora en buena medida porque entiende que es su oportunidad de ser candidato presidencial. La advertencia alcanza también a los contactos con Rubén Moreira, a quien Marko asume como obnubilado ante la posibilidad de concretar el "PriMor".

El giro es coherente con lo sucedido en los últimos días, cuando Cortés prácticamente obligó a Creel a que cuestionara a Adán Augusto López Hernández por sus críticas a gobernadores opositores. Y es que Creel tiene un vínculo casi de amistad con el tabasqueño. Algo que también enciende ánimos en el CEN del PAN.

La posibilidad de que Alito "se doble", gana más fuerza a los ojos de Marko en las últimas horas, luego de la reaparición del dirigente tricolor en el llamado "Martes del Jaguar", show televisivo a cargo de la gobernadora campechana Layda Sansores.

Para el dirigente panista ya no hay nada que ganar con un PRI dirigido por Alito. Los empresarios lo definen como un impresentable y un arribista y ya ni siquiera tiene demasiado respaldo de Washington: aunque Ken Salazar no lo dijo en voz alta, al gobierno de Joe Biden no le gusta esa militarización que tanto proclama Moreno Cárdenas.

Otro detalle: para Marko es cada vez más evidente que mientras Alito sea dirigente es casi imposible que MC se sume a la alianza opositora. Y entre las dos marcas, la naranja tiene un potencial mayor en la carrera electoral.