Mike Madrid es un especialista en voto latino que se convirtió en los últimos años en una referencia permanente en las campañas electorales de Estados Unidos. Cofundador del Lincoln Project, el PAC republicano que surgió en 2020 con el propósito de llegar a los latinos con un mensaje anti-Trump, que resultó de lo más eficaz y colaboró con la derrota del ex presidente. Estratega y socio director de la firma GrassrootsLab, el consultor volvió a innovar este año cuando decidió unir fuerzas con el consultor demócrata Chuck Rocha. Juntos crearon el podcast "The Latino Vote" y ahora acaban de lanzar un sitio web.

Madrid tiene su base de operaciones en Sacramento, California, pero está online en forma permanente, incluso arriba de los aviones. El socio de Rocha sostiene que Estados Unidos está viviendo un cambio demográfico que no tiene precedentes, es disruptivo y está transformando una identidad "muy estadounidense", que desconocía los orígenes tribales de la Nación. 

La mutación, apunta Madrid, está impulsada por las nuevas generaciones de latinos, que tienen una visión opuesta a la que tenían las generaciones anteriores y no quieren ser aceptados como minoría. "Los latinos más jóvenes tienen una visión del empoderamiento completamente diferente a la de los Baby Boomers y GenXers", dice. En diálogo exclusivo con LPO, habló sobre la importancia del voto latino y sobre los errores que comete el establishment mediático y partidario a la hora de hablarle a los hispanos.

¿Por qué decidieron crear el podcast Latino Vote y lanzar ahora un sitio sobre el tema?

Chuck Rocha y yo nos hicimos amigos durante las elecciones de 2020. Nos conocíamos profesionalmente, pero desarrollamos una relación personal al compartir pensamientos sobre lo que los partidos Republicano y Demócrata estaban haciendo bien y mal con los votantes latinos.

Sentimos la necesidad común de hablar más sobre el voto latino desde una perspectiva bipartidista, reconociendo algo que resulta muy claro: los dos partidos realmente carecen de una comprensión firme de lo que sucede en la comunidad hispana. A partir de ahí, el podcast tuvo mucho sentido y fue tan bien recibido que creamos un sitio web que agrega noticias políticas latinas. Ha sido un gran éxito. Mucho más grande de lo que esperábamos.

Usted dice que estamos asistiendo a una gran transformación en los Estados Unidos y que el país está cambiando dramáticamente. ¿Puedes explicar más sobre este gran cambio?

Bueno, Estados Unidos nunca ha sido un país donde la mayoría de su gente fuera otra cosa que una mayoría de descendientes blancos europeos. Ese no será el caso dentro de los próximos 40 años más o menos. Este cambio demográfico no solo no tiene precedentes, es disruptivo. Está cambiando nuestra identidad muy estadounidense, está cambiando la cultura estadounidense y, por supuesto, está cambiando nuestra política.

Hay un extraordinario cambio demográfico que nos obliga a cuestionar los cimientos de nuestro país: ¿creemos honestamente en que todos estamos dotados con derechos inalienables? ¿O realmente creemos que eso está reservado para los cristianos blancos?

Fundamentalmente, este extraordinario cambio demográfico nos obliga a cuestionar los cimientos mismos de nuestro país: ¿creemos honestamente que Estados Unidos es una idea en la que todos nosotros estamos dotados por nuestro creador con ciertos derechos inalienables? ¿O realmente creemos que eso está reservado para los cristianos blancos?

Ha sido fácil responder a esa pregunta cuando nunca te enfrentas a cambiar realmente quién eres como pueblo, pero a medida que nos volvemos menos blancos, menos cristianos y las mujeres alcanzan posiciones de poder, realmente estamos siendo desafiados sobre cosas en las que creíamos sobre nosotros mismos y hemos dado por sentado. La verdad es que no lo estamos haciendo muy bien allí. Somos mucho más biológicamente tribales de lo que nuestra mitología estadounidense nos hace creer.

Mike Madrid junto al demócrata Chuck Rocha. Crearon "The Latino Vote". 

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¿Qué tipo de consecuencias puede producir esta transformación sobre el escenario político?

A corto plazo, podemos esperar un ambiente político mucho más enconado y tenso de lo que estamos acostumbrados en los Estados Unidos. El tono y la ira en nuestro discurso, los toques de violencia y la demonización de los partidos rivales es un fenómeno relativamente nuevo en este país. Esto hace que sea muy difícil gobernar. El compromiso se vuelve casi imposible y no hay incentivo para trabajar con personas al otro lado del pasillo.

"Trump is a used up bullet and if Reagan were alive, the Republican Party would see him as a left liberal"

Desafortunadamente esto crea una espiral descendente que se retroalimenta. Sin compromiso, habrá más ira, menos confianza, menos compromiso y así sucesivamente. La historia sugiere que esto no termina bien y, aunque creo que Estados Unidos finalmente será una nación más fuerte y mejor para este momento difícil, no hay duda de que esto está afectando nuestro espíritu colectivo y nuestra confianza en nosotros mismos como nación.

El cambio es impulsado por una nueva generación de latinos. ¿Cuáles son las diferencias que ve entre los jóvenes latinos y la generación anterior?

Vi por primera vez la división generacional en nuestra política en los caucus de Nevada de 2016. Hillary Clinton ganó con más de 45 por ciento de votantes hispanos de manera abrumadora y Bernie Sanders ganó con menos de 45 por ciento de votantes hispanos de manera abrumadora. Terminaron dividiendo el estado sin un ganador claro de los caucus. Fue realmente un momento decisivo para la comunidad latina. Para mí fue un momento que había estado buscando durante 25 años como estudiante de política latina. Hubo un choque generacional entre los latinos y ese momento realmente cortó para siempre la idea de un bloque compacto de votantes latinos.

Los viejos latinos querían ser aceptados por el establishment demócrata. Pero los latinos más jóvenes no quieren saber nada de eso. Tienen una visión del empoderamiento completamente diferente. Vieron el modelo de "buena minoría" interpretado por sus padres y dijeron: "Nosotros no vamos a hacer eso".

Los viejos latinos realmente estaban jugando su visión generacional de ser aceptados por el establishment demócrata. Al ser buenos y representar el papel del partido, sintieron que su lealtad finalmente estaba siendo recompensada y que ellos mismos se estaban encontrando su lugar. Fue una función de los activistas en las décadas de 1970 y 1980 interpretar el estereotipo de minoría que funcionó para los demócratas y eso puede estar bien cuando eres una pequeña comunidad marginada.

Pero los latinos más jóvenes no quieren saber nada de eso. Tienen una visión del empoderamiento completamente diferente a la de los Baby Boomers y GenXers. Vieron el modelo de "buena minoría" interpretado por sus padres y dijeron: "Nosotros no vamos a hacer eso". Sus números, plataformas de redes sociales e influencia cultural les permitieron rechazar rotundamente el camino que tomaron sus padres. 

Los jóvenes latinos son antisistema y rechazan las estructuras de poder que sus padres construyeron para ellos. En muchos sentidos, es populismo, un rechazo al establishment, y no debería sorprender a nadie que tanto Bernie Sanders como Donald Trump superaron las expectativas del voto latino. No es solo el sistema lo que no ha funcionado para los latinos, son los propios partidos