España estará obligado a ahorrar electricidad durante los próximos meses por imposición de la Unión Europea. El nuevo paquete de medidas para paliar los descontrolados precios energéticos incluye la reducción del consumo eléctrico para todos los Estados miembros. El ahorro deberá hacerse en las horas pico.
La Comisión Europea oficializará este miércoles las nuevas "herramientas" para la "emergencia eléctrica". Tal como anticipó LPO, el instructivo hace hincapié en la urgente necesidad de reducir el consumo eléctrico "ante el riesgo energético del próximo invierno".
El borrador del documento no especifica los porcentajes de ahorro -los desvelará en dos dÃas Ursula Voy der Leyen-, aunque serÃa del 10% (general) y del 5% para las horas de mayor consumo. La UE vuelve a apelar al polémico "espÃritu de solidaridad" para exigir un ahorro colectivo.
A diferencia de la reducción de gas, más benévolo para España por sus condiciones estructurales (regasificadoras), el recorte de electricidad será lineal, sin contemplaciones ni matices.
Todos los Estados miembros -reza el documento- deberán establecer "medidas para reducir el consumo total de electricidad de todos los consumidores". Para lograr este "objetivo obligatorio", la Comisión propone un una reducción del "consumo bruto de electricidad durante las horas pico seleccionadas" por cada paÃs.
Los gobiernos deberán, por lo tanto, seleccionar un promedio de 3 a 4 horas por dÃa de la semana para aplicar este ahorro. En el caso de España, el consumo "punta" es de 10 a 14 y de 18 a 22.
"Los Estados miembros tendrán libertad para elegir las medidas para alcanzar los objetivos de reducción de la demanda y deberán, en particular, considerar económicamente aquellas medidas eficientes y basadas en el mercado, como subastas o esquemas de licitación para la respuesta del lado de la demanda o de la electricidad no consumida", detalla el nuevo plan.
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Bruselas espera que esta medida genera un "efecto positivo" en los precios de la electricidad y en los volúmenes de ahorro de gas, debido a que es la tecnologÃa marginal que más se usa en las horas de mayor demanda.
En el documento, la CE explica el "contexto" que amerita una nueva hoja de ruta: "La Comisión es muy consciente del impacto que la incertidumbre en torno al suministro de gas está teniendo en el mercado de la electricidad, lo que repercute en nivel de inflación, la estabilidad financiera y macroeconómica general de la UE y los ciudadanos".
El borrador reconoce que "los precios de las materias primas están alimentando las presiones inflacionarias globales, erosionando el poder adquisitivo de los hogares y la economÃa en su conjunto". Y admite que la delicada situación energética como consecuencia de la guerra está agravada por la emergencia climática.
"Las temperaturas récord de este verano han elevado la demanda de energÃa para la refrigeración y han añadido presión sobre la generación de electricidad. Las condiciones climáticas extremas han contribuido a la escasez de energÃa y a los altos precios de la energÃa", justifican las autoridades europeas.
Intervención y control de precios
De aprobarse este borrador, Europa dará un inédito giro intervencionista al mercado energético. La CE reconoce que "no puede pasarse por alto" el papel que tiene "el mercado interior de la energÃa para ayudar a mitigar el impacto de la actual crisis energética".
"Por lo tanto, -reza el texto- es oportuno redistribuir algunos de los ingresos obtenidos por las empresas de los diferentes sectores energéticos para paliar las dificultades de los consumidores de energÃa y de la sociedad en general. Estas ganancias se deben principalmente a factores externos del mercado causados por la guerra rusa y no por los propios esfuerzos o inversiones de las empresas".
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Y agrega: "Actualmente, los precios de la energÃa extremadamente altos para los consumidores generan ganancias financieras superiores para las empresas de energÃa en un corto perÃodo de tiempo, debido a factores de mercado favorables en lugar de debido a su inversión propia".
Ante este panorama, la CE abre la puerta a que los estados puedan de "manera temporal" establecer precios regulados por debajo del precio de coste, topar los ingresos de mercado para la generación de electricidad a partir de tecnologÃas inframarginales (renovables, nuclear, carbón, etc.) y lanzar "un impuesto a los beneficios excedentarios" de las actividades de petróleo, gas y carbón a través de un "aporte solidario temporal obligatorio".
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