Cuando faltan poco más de dos meses para las elecciones de medio término, Michel McCarthy advierte un cambio fundamental en Joe Biden. Aunque no puede asegurar que el giro del presidente se haya dado a tiempo para torcer el destino electoral, el profesor adjunto en la Escuela Elliot de Asuntos Internacionales de la Universidad George Washington, analiza con detalle las fortalezas de la administración Biden tanto en el plano doméstico como en su polÃtica internacional. Los demócratas deben remontar el impacto que tiene sobre sus votantes la inflación más alta en cuatro décadas, pero cuentan con una ventaja no menor: la división entre los republicanos y el liderazgo de un Donald Trump desafiado en un doble sentido, por la ofensiva del FBI y por su propio partido.
Investigador en el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Americana, McCarthy tiene además un ojo puesto en América Latina: es el que CEO de Caracas Wire y Ceibo Growth Strategies, dos firmas de asesorÃa estratégica que trabajan con clientes que tienen interés en Venezuela y Argentina, empresas, fondos de inversión, bancos y organismos internacionales
¿Cómo evalúa el presente de Biden en la recta final?
El presidente Biden se dio cuenta de que la gente del partido demócrata y también mucha gente que se autodefine como independiente quieren ver a un presidente que pelea a favor de una plataforma. Que no solo trata de trabajar con el Congreso o trata de hablar con los empresarios y los distintos grupos de interés sino que realmente está ahà para defender una propuesta. La decisión del presidente de salir de Washington, salir de la capital y visitar los lugares federales para hablar directamente con distintos grupos habla de este intento. Entonces, Biden está tratando de asumir esta responsabilidad, de dar la pelea, contra los que algunos en el partido demócrata ven como la amenaza semifascista del trumpismo. Pienso que va a ser la idea central de la campaña de Biden para polarizar en una especie de plebiscito contra Trump 2.0. Algo similar a lo que sucedió hace 2 años.
Usted dice que Biden se dio cuenta. ¿Qué sucedió para que el presidente decidiera este giro?
Biden sabÃa que en algún momento iba a ser necesario hacer este cambio de papeles, sacarse la chaqueta, subir a la tarima y volver a ser un candidato, no solamente un presidente ejerciendo el poder. La Casa Blanca hacia el siguiente cálculo: si logramos aprobar algunas propuestas en el Congreso, como efectivamente lo hicieron, luego podemos justificar la gira porque vamos a poder explicar los logros que hemos tenido como gobierno. Es una cuestión de tiempos. El Presidente tiene que hacer las dos cosas. Tiene que ser el jefe de Estado que trata temas con más prudencia y de manera más reservada, pero también tiene un papel como lÃder del partido demócrata.
Biden viene repuntando en las encuestas, pero desde el punto de vista de sus objetivos iniciales, ¿está cerca o lejos de cumplirlos? Si uno tuviera que evaluar desde el punto de vista de la eficacia.
La propuesta de Biden tenÃa que ver en primer lugar con el tema de la democracia. Como él decÃa en la campaña, tratar de curar el alma polÃtico de la democracia estadounidense. En segundo lugar, reconstruir las oportunidades económicas para la clase media y ahà han tenido resultados negativos y positivos. Ahora el equipo de Biden está diciendo que ya vamos a empezar a ver los resultados positivos de las victorias legislativas, después de un perÃodo muy difÃcil en relación a la inflación. El tercer tema es el aborto, que no estaba en el inicio, pero ahora forma parte de la agenda de la discusión debido al fallo de la Corte. Los candidatos demócratas lo perciben como algo que puede ayudar en la movilización, no solamente de la base demócrata sino también con las votantes mujeres que se definen como independientes. Es un bloque de votantes bisagra para los demócratas en esta elección.
Otro tema que usted mencionaba es el de la inmigración. Parece ser un tema que el gobierno no pudo resolver. Hay un intento de dejar atrás a Trump pero no termina de consolidarse una polÃtica propia.
Yo creo que hay que darle mucho crédito por haber intentado enfrentar la crisis de manera directa y de manera humanitaria. En lugar de utilizar un discurso tóxico contra los inmigrantes y sus paÃses. Eso es un cambio muy importante que hay que subrayar. Es un tema muy complejo y no ha sido fácil resolverlo.
Paralelo a esto, está el tema de la percepción de la comunidad latina en relación a la gestión Biden y ahà hay algunas señales de alarma no sólo para la administración Biden sino para el partido demócrata. En las últimas elecciones de medio término, en 2018, los demócratas tuvieron una ventaja de 47 puntos en el voto latino. Eso ya cambió y de manera muy importante. Los demócratas no tienen la ventaja de antes, todo indica, al menos según las encuestas. Biden ganó dos tercios del voto latino en las presidenciales y pareciera que ese no va a ser el caso ahora.
"Ser latino y ser demócrata en Texas no significa ser progresista"
¿Lo atribuye al tema migratorio?
No, creo que se trata de un conjunto de factores. Los demócratas no han tenido una estrategia ni bien pensada ni bien ejecutada para atraer a los latinos al partido ni reclutando a candidatos latinos, lo que ha sido un problema importante, de verdad. La crÃtica de los latinos que se escucha dentro del partido demócrata es que muchos lÃderes y estrategas del partido quieren utilizar Google Translate para atraer a los latinos. No pueden realmente conectarse porque no se han acercado a estos grupos y no tienen el entendimiento cultural de las preferencias de esta parte de la población, que es una población bien diversa. No es fácil utilizar un solo tema para conectarse con ese grupo. Con el argumento de que el partido demócrata es el partido de la clase trabajadora, piensan que va a ser fácil atraer a esos votantes. Pero no es solamente el tema económico, también es el tema de la seguridad, es el tema cultural y también el tema del intento de lograr una transición energética hacia las energÃas renovables.
Ha habido una estrategia inteligente por parte del partido republicano, de desarrollar un mensaje nuevo, basado en el tema cultural y el de la seguridad más que nada. Eso les ha permitido acercarse más a esa población porque en términos generales muchos de los latinos son católicos o evangélicos y en ellos el tema del aborto juega a favor del partido republicano. Lo cierto es que el partido demócrata no tiene base empÃrica para pensar que tiene el voto latino ganado de manera automática. Después de noviembre, esa premisa ya no va a ser válida.
¿Por qué se fueron alejando? ¿Por qué fueron perdiendo el voto latino?
No hay un solo factor. Como decÃa, está el tema cultural y el tema de la inseguridad. No hay suficientes candidatos en cuanto a los candidatos en lugares estratégicos. En Estados Unidos, el tema de la identificación con el partido es un solo factor: el otro factor es si yo me identifico con el candidato, no tanto la plataforma o la lÃnea del partido. Muchos de los votantes latinos son nuevos votantes y sus votos están ahà y no están completamente convencidos de estar a favor o en contra. Tampoco dejarÃa afuera la noción de Trump como lÃder fuerte, de decir las cosas como supuestamente son. En algunos casos, como con la comunidad venezolana de La Florida, eso fue una clara ventaja para él. Al partido demócrata lo ven actuando de manera reservada en temas polÃticos, como asociado al socialismo.
En uno de sus artÃculos afirmó que en Biden se puede ver que toda polÃtica internacional es polÃtica local. ¿Esta vinculación le está sumando o restando hoy a Biden?
Le está sumando porque entre las victorias de la gestión Biden sin duda está la defensa de Ucrania frente a la agresión de Putin. Es de los pocos temas que genera apoyo bipartidista tanto a nivel del Congreso como de la sociedad. Eso ayuda a Biden a dividir a los bloques republicanos entre trumpistas que buscan justificar la agresión a Ucrania y los que forman parte del establishment republicano y no pueden tener un argumento a favor de Putin. Ese que es el tema central de los últimos seis meses le suma mucho a Biden y también la victoria que representó la captura del lÃder de Al Qaeda. Esto es un cambio importante después de la salida abrupta de Estados Unidos de Afganistán.
Por la campaña, por las elecciones y por el FBI, Trump es una figura omnipresente. ¿Qué está buscando hoy Trump polÃticamente?
Me gusta la idea de definir a Trump como un factor omnipresente porque habla de su impacto más allá de su candidatura e incluso en una elección en dónde él no sea candidato. El trumpismo sin Trump es una realidad polÃtica. Y de hecho, es un factor que puede beneficiar a los demócratas en la pelea por preservar la mayorÃa en el Senado. Los candidatos que han recibido el apoyo de Trump enfrentan una situación muy cuesta arriba: ganar los votantes del centro. El partido republicano tiene un gran lÃder, pero es un gran lÃder que puede perjudicar la posibilidad de éxito de algunos candidatos en los Estados. Yo creo que en un escenario de ola roja, Trump estaba pensando en lanzar su campaña presidencial antes de noviembre para después tratar de tomar crédito de eso. Ahora, como la incertidumbre es mayor, él está replanteando su estrategia. Por una serie de factores, Trump está ahora en una situación más bien de esperar antes que de atacar. Es un cambio importante, que se dio en los últimos 30 a 60 dÃas. La posibilidad de que se lance siguen siendo más o menos altas porque eso puede tener un impacto en la investigación del FBI en su contra.
Después del allanamiento, otros dirigentes como Pence o DeSantis salieron a respaldarlo y hasta creció en las encuestas. ¿Trump se beneficia con la victimización o queda complicado por el FBI?
Depende. Ganar las primarias republicanas no garantiza que vas a ganar la elección general. Es cierto que Trump subió en las encuestas pero no tiene apoyo mayoritario. Yo creo que Trump es una persona que define su estrategia muy paso a paso. Él necesita consolidar su liderazgo, ser el lÃder y tener una ventaja sobre DeSantis, el otro candidato importante.
¿Por qué los republicanos que lo rechazan no logran desplazarlo de la escena, primero el establishment y ahora otros dirigentes como Pence, Pompeo y Cheney?
Bueno, porque el mismo establishment republicano estaba en una especie de colapso desde hace un tiempo y no han tenido manera de crear una nueva tesis polÃtica para ganar las elecciones. Dentro de su sistema, no tenÃan una alternativa para ganar a nivel nacional. Trump sà tuvo un guión diferente, que fue exitoso en 2016 y no fue exitoso en 2020 en gran medida debido al impacto de la pandemia. Hay que decirlo. Falta todavÃa un guión alternativo para el partido republicano. No han creado este nuevo libreto como hoja de ruta para poder ganar la presidencia. De hecho, los otros polÃticos que son mencionados como posibles candidatos han tomado varias páginas del libro de Trump, en cuanto a su manera de articularse y enfocarse en distintos temas asociados al fenómeno Trump. Eso muestra el impacto que tuvo Trump. Si te gustó o no, no importa, está ahà como fuerza polÃtica.
Gane o pierda la interna, sus ideas son victoriosas dentro del partido republicano.
No sé si son ideas. DirÃa una combinación de ideas con un estilo disruptivo que ya está en el centro del manual. Ese es el manual ahora del partido republicano. Uno puede pensar que el Tea Party dio lugar y fue el origen de todo eso, pero Trump lo encarnó. Esa es la diferencia. Cuando alguien lo encarna, es difÃcil desvincular las ideas y el estilo de la persona.
Humillada por la derrota en Wyoming, Cheney no se retira y prepara su venganza contra Trump
El enfrentamiento de Liz Cheney con Trump ¿puede ser como punto de partida para ponerle un freno a Trump o es algo testimonial sin consecuencias polÃticas?
Por el momento, no es algo que vaya a tener consecuencias muy grandes en cuanto a la competencia para ver quienes van a ser los candidatos más populares. Liz Cheney es una polÃtica muy inteligente, que ha sabido cómo moverse durante este perÃodo para posicionarse. Es una figura que suele ser citada por la prensa, pero no necesariamente apoyada por las masas. Puede encabezar un plan de gobierno como vicepresidenta y candidata para quitarle a Trump algunos votos, pero ella y todo el grupo de Lincoln Project -a quienes respeto mucho- por el momento no tienen un candidato que pueda realmente desafiar a Trump. Su impacto es otro.
¿Considera a Cheney como representante del Lincoln Project?
Su visión está alineada con la de ellos. No se si es miembro, pero es una de las personas importantes entre los republicanos no trumpistas. Ella va a ser un factor importante en los debates dentro del partido, pero tener los votos es otra cosa.
Otros opositores a Trump como Adam Kinzinger dicen que no hay liderazgo entre los republicanos. ¿No los hay o es el liderazgo de Trump el que sofoca al resto?
Hay muchos liderazgos dentro del partido. El fenómeno de Ron DeSantis y el de algunos gobernadores de lo que es para nosotros la centroderecha son importantes porque tienen gestión detrás y pueden mostrar resultados. También está Larry Hogan, el gobernador de Maryland que no puede ir por la reelección y está coqueteando con lanzarse para la carrera presidencial. Es un hombre importante y representa a una parte del partido que no tiene representación nacional todavÃa en este sentido, aunque tiene ambiciones de llegar a eso.
Afirma que el trumpismo sin Trump es una realidad. ¿Cuál es el legado de Trump que permanecerá aun cuando él se retire?
Yo hablarÃa de los legados de Trump, pero en especial quisiera detenerme en la polarización cultural. VenÃa siendo un factor latente y ahora se manifiesta en muchos frentes. Por supuesto, que se ve en muchos paÃses, pero la polarización cultural puede impactar en cualquier estrategia. Habla del impacto emocional de las personas a la hora de la toma de decisiones. El campo cultural es algo todavÃa muy nuevo para los polÃticos, en especial para los demócratas. Creo que el Partido Republicano ha sabido cómo utilizar el campo cultural desde hace mucho tiempo y vamos a ver si el Partido Demócrata puede lanzar una contraestrategia para generar un balance de poder en la batalla cultural: el tema de ,la policÃa y los ataques contra grupos étnicos, la sexualidad, el aborto, el matrimonio gay y la relación entre la religión y la vida nacional. Son temas más difÃciles de estudiar y analizar por la vÃa de los resultados de una gestión. Hemos entrado plenamente a una época en que el tema cultural y el factor emocional ha cambiado la manera de hacer polÃtica en Estados Unidos. Todo eso se expande a través de las redes sociales y las fake news.
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- 105/09/2221:06Discrepo en cuanto a la guerra Rusia y Ucrania, en ese punto los demócratas siguen la estrategia de George Soros de aniquilar a Rusia de la faz de la tierra y Henry Kissinger que tiene un mensaje más conciliador con respecto a Rusia, a mi modo de ver, los trumpistas se inclinan por posicionarse con Henry Kissinger y alejarse de la posición extrema que tiene George Soros !!!!!