La Reserva Federal está logrando su cometido. El aumento de las tasas en la economía sigue golpeando al mercado inmobiliario y los números no mienten: las ventas de viviendas unifamiliares nuevas en el país cayeron a un mínimo de seis años y medio en julio. El sueño de la casa propia, cada vez más lejos.

Si bien el informe del Departamento de Comercio se suma a una serie de datos de vivienda que sugieren un mercado en declive, lo que no está cayendo son los precios de los inmuebles, sino más lo contrario. Pero dado que los precios de la vivienda se mantienen elevados en medio de una escasez crítica de propiedades a la venta, es poco probable que se produzca un colapso total del mercado inmobiliario.

Ante el establishment financiero, Powell saldará el debate interno por el rumbo de las tasas y la recesiónEn el sector dicen que el mercado de la vivienda necesitaba enfriarse, y las tasas de interés más altas eran lo único que iba a lograr eso. Las ventas de viviendas nuevas cayeron un 12,6% a una tasa anual ajustada de 511.000 unidades el mes pasado, el nivel más bajo desde enero de 2016. El ritmo de ventas de junio se revisó a la baja a 585.000 unidades desde las 590.000 unidades informadas anteriormente.Las ventas aumentaron en el noreste, pero se hundieron en el oeste y el medio oeste, así como en el sur densamente poblado. Así, cayeron un 29,6% interanual en julio después de haber alcanzado un máximo de 993.000 unidades en enero de 2021, que fue el nivel más alto desde finales de 2006.

La tendencia tampoco es la mejor. El índice de confianza del mercado inmobiliario de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas/Wells Fargo cayó por debajo del nivel de equilibrio de 50 en agosto por primera vez desde mayo de 2020. Todo esto se produce en el marco de la suba de tasas de la Fed en 225 puntos básicos desde marzo. El discurso del presidente de la Fed, Jerome Powell, el viernes en la conferencia anual de banca central mundial de Jackson Hole en Wyoming podría indicar cuánto más necesita para endurecer la política monetaria.

Así, las tasas hipotecarias que se mueven junto con los rendimientos del Tesoro se han disparado. La hipoteca de tasa fija a 30 años a un promedio de 5,13%, frente al 3,22% a principios de año, según datos de la agencia de financiación hipotecaria Freddie Mac.

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal

AP

A pesar de la desaceleración de la demanda, el crecimiento del precio de la vivienda sigue siendo fuerte. El precio medio de una vivienda nueva en julio fue de $439.400, un aumento del 8,2% con respecto al año anterior. Si bien eso fue una desaceleración del crecimiento de dos dígitos observado a principios de año, los precios promedio de la vivienda aumentaron un 18,3% interanual en julio. Ninguna de las casas vendidas el mes pasado estaba por debajo de los $200.000. 

Así, las tasas hipotecarias que se mueven junto con los rendimientos del Tesoro se han disparado. La hipoteca de tasa fija a 30 años a un promedio de 5,13%, frente al 3,22% a principios de año, según datos de la agencia de financiación hipotecaria Freddie Mac

Los especialistas advierten que se necesitarán reducciones significativas de precios para mantener un piso bajo las ventas de casas nuevas. Había 464.000 casas nuevas en el mercado a finales del mes pasado, la mayor cantidad desde marzo de 2008 y por encima de las 450.000 unidades en junio. Las viviendas en construcción constituían el 67,2% del inventario y las viviendas por construir representaban el 23,1%.

Dado que los constructores enfrentan varios desafíos, incluidas las limitaciones de suministro, se cree muy probable que algunas de estas casas no se construyan. Las viviendas terminadas representaron el 9,7% del inventario, muy por debajo del promedio a largo plazo del 27%. Sigue habiendo una escasez estructural a largo plazo en el mercado inmobiliario.