Alberto Núñez Feijóo atraviesa un momento incómodo por los pactos que suscribió Teodoro García Egea durante el liderazgo de Pablo Casado en el PP. El dirigente gallego siente que la polémica en torno a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha sido un regalo envenenado del expresidente del partido antes de su partida, algo que Moncloa ha sabido aprovechar para meterle presión.

"Nosotros no filtramos papeles, nosotros hacemos propuestas por escrito y esos papeles son públicos y los tienen el Gobierno y los medios de comunicación", dijo Feijóo este jueves en alusión a la revelación de El País. El jefe del PP cree que Pedro Sánchez busca forzarlo a negociar y, al mismo tiempo, generar malestar en la actual dirección del partido, debido a que cargos actuales deberían estar al tanto de lo acordado por el entonces "número dos" de Casado.

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Para desviar el foco del presunto acuerdo, el extitular de la Xunta de Galicia sostuvo que "por lo que me ha dicho González Pons (vicesecretario de acción institucional del PP), el señor (Félix) Bolaños dijo, ‘o llegamos a un acuerdo o filtro el papel'", esto es, que el PSOE ha recurrido al chantaje. También negó que estuviera en conocimiento: "en ningún Comité de Dirección se habló de ningún documento ni ninguna cuestión firmada entre el ministro y el exsecretario general del PP".

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante el partido del Getafe y el Atlético de Madrid.

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En Génova, en cambio, no desmienten la existencia de ese documento, según pudo saber LPO. La cuestión para Feijóo es que la reforma exprés que el gobierno promovió hace poco más de un mes para nombrar a dos jueces del Tribunal Constitucional destruye en los hechos cualquier entendimiento previo entre el PSOE y el PP. Por lo tanto, sospecha que detrás de la revelación del documento existe una operación aún mayor orquestada por Moncloa. 

Desde el entorno de Feijóo apuntan a una campaña para generar un choque entre el gallego e Isabel Díaz Ayuso. Por eso Feijóo criticó a los 'ministros que eran gente sensata' y ahora 'están desatados'

Desde el entorno de Feijóo apuntan a una campaña para generar un choque entre el gallego e Isabel Díaz Ayuso. Por eso Feijóo criticó a los "ministros que eran gente sensata" y ahora "están desatados". "Y lo siento por ellos porque no les va ni les pega. No va con su carácter, ni con su trayectoria política anterior", señaló en referencia a Bolaños y a la ministra de Justicia, Pilar Llop, que pese a su habitual bajo perfil pidió al líder popular que "ponga orden en su partido".

El PSOE expone a Feijóo ante la presión de Ayuso y le pide que "ponga orden" en el PP 

Llop llegó a decir que estaba "echando de menos al señor Casado que se enfrentó a la señora Ayuso", una frase breve pero contundente que encendió las alarmas en Génova. Feijóo no tiene dudas sobre la intención de Moncloa de reeditar el conflicto entre la dirección nacional y la presidenta madrileña. Fuentes del partido consultadas por este medio aseguraron que el equipo de Feijóo buscará resaltar el secretismo del gobierno y los errores de la antigua conducción.

 Javier Sánchez Serna, uno de los coportavoces de la dirección de Podemos. 

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Entre los populares no pasa desapercibido el mensaje enviado por Unidas Podemos al socio mayor del gobierno. Javier Sánchez Serna, uno de los coportavoces de la dirección de los morados, reconoció que no estaban al tanto del acuerdo entre Casado y los socialistas. "Ahora mismo lo que se necesitan son tres quintos (210 diputados), pero en el Congreso hay números, hay una mayoría suficiente para modificarlo y bajarlo a una mayoría absoluta (176) con la mitad de los grupos parlamentarios", dijo el diputado.

Sánchez Serna aludía a la modificación de las mayorías para avanzar en la renovación del CGPJ sin tener que acordar con el PP. En Génova piensan que si el PSOE quiere sembrar la discordia en la oposición, entonces habrá que hacer lo mismo en la coalición de gobierno. Seguramente la reforma al sistema judicial siga siendo el arma entre los dos mayores partidos para desgastarse mutuamente frente a una maratón electoral en 2023.