California encabeza una coalición de 22 estados y varias ciudades para restringir los niveles de contaminación de los vehículos nuevos en venta en Estados Unidos, una iniciativa que va contra medidas de la era Trump e intereses de las industrias petrolera y automotriz.
"La crisis climática exige una acción audaz para controlar nuestra mayor fuente de emisiones nocivas y para proteger las comunidades más afectadas por la contaminación", dijo el gobernador Gavin Newsom en California.
Newsom aseguró que "las reglas de economía de combustible -en vehículos nuevos''con respaldo científico son fundamentales para limpiar el aire y acelerar el progreso hacia un futuro sin emisiones".
La presentación del gobernador en favor de medio ambiente se conoce en un momento muy particular: mientras Joe Biden padece la baja adhesión en las encuestas, Newsom eleva su perfil nacional con una campaña que lo posiciona como candidato hacia 2024 y California se ve afectada por una sequía histórica y el gobernador declara la emergencia en materia hídrica. Hace una semana, el funcionario a cargo del área de recursos hídricos de California Max Gomberg renunció con denuncias de "inacción desgarradora" por parte de la gobernación.
Newsom aumenta su inversión publicitaria y ahora despliega su ofensiva en tierra de Abbott
El fiscal general de California, Rob Bonta, presentó ante una corte federal en Washington un documento que apoya a la administración Biden y que respaldan los gobiernos de otros 21 estados para regular las emisiones que produzcan los modelos de vehículos nuevos de los siguientes años.
A la petición se sumaron los gobiernos de Colorado, Connecticut, Delaware, Hawái, Illinois, Maine, Maryland, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Carolina del Norte, Oregón, Pensilvania, Washington y Wisconsin. También se unieron la ciudad y el condado de Denver, y las ciudades de Los Ángeles, Nueva York y San Francisco.
En 2020, el gobierno de Trump eliminó las restricciones a los niveles de contaminación para los autos que se fabricaran y vendieran entre el 2022 y el 2026. Sin embargo, en mayo pasado, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) adoptó estándares de economía de combustible más estrictos para los vehículos del año modelo 2024-2026, es decir un retroceso a las decisiones del gobierno Trump.
En respuesta, desde mayo industriales automotrices y energéticos han presentado demandas contra la NHTSA para exigir que se quiten las medidas contra la contaminación.
La moción de Newsom, el fiscal Bonta y la Junta de Recursos del Aire de California que apoyan los 21 gobiernos estatales es un respaldo legal a la NHTSA y a la administración Biden ante las demandas de industriales.
"Las medidas para rendimiento de combustible ahorran dinero a los consumidores y disminuyen nuestra dependencia a los combustibles fósiles en un momento de inestabilidad global y una crisis climática", dijo el fiscal Bonta.
"El aumento vertiginoso en los precios de gasolina en los últimos meses es un ejemplo de por qué son necesarias medidas más estrictas de economía de combustible", enfatizó.
La presidente de la Junta de Recursos del Aire de California, Liane Randolph, explicó por su parte que "el futuro será de emisiones, pero algunos autos seguirán funcionando con gasolina, y para proteger la salud pública, es absolutamente crucial que sean lo más eficientes posible en consumo de combustible".
La funcionaria dijo que esto ayudará a reducir la contaminación y limpiar el aire, especialmente en los vecindarios cercanos a las carreteras.
En la moción o documento a la corte, el estado de California insistió en que espera "que los impactos positivos de las normas se amplifiquen en las comunidades de bajos ingresos y de color, que a menudo viven cerca de las refinerías y se ven afectadas de manera desproporcionada por la contaminación y las consecuencias para la salud".
El gobernador Newsom anunció el mes pasado un plan para reducir el cambio climático que incluye eliminar totalmente las emisiones de dióxido de carbono para el año 2045, y generar 20 gigavatios de energía eólica, suficientes para abastecer de electricidad a unos 15 millones de hogares. "Estamos obligados a hacer mucho más porque California está en medio de una crisis climática. La sequía, los incendios forestales y el calor extremo se han convertido en realidades cotidianas", afirmó. Entre sus próximos pasos, ahora Newsom evalúa importar tecnología de Islandia para extraer dióxido de carbono del aire y enterrarlo bajo tierra.
Please do not cut or paste our notes on the web, you have the possibility to redistribute them using our tools.