El Gobierno ha elegido "ir a por todas" en su plan de supervivencia. LPO adelantó semanas atrás que Pedro Sánchez se enfrentaba al dilema más difícil desde que se sentó en sillón principal del Palacio de la Moncloa: cabrear al establishment o competir sin chances en las elecciones del año que viene.

Los comicios en Andalucía confirmaron que los socialistas perdieron "el centro" del electorado. Sin esos votos -hoy en manos del PP de Alberto Núñez Feijóo-, la reelección de Sánchez está en jaque. La estrategia pasa, entonces, por movilizar a todo el progresismo ante la "amenaza" de un gobierno mixto entre el PP y Vox.

Ante este escenario, el presidente eligió, más por pragmatismo que por convicción -el PSOE rechazó durante estos cuatro años las medidas que finalmente adoptó este martes-, la primera opción de la inflexión planteada por LPO: impuestos extraordinarios a la banca y a las eléctricas para distribuir de manera "justa y equitativa" los efectos de esta arrolladora crisis económica.

Sánchez gira a la izquierda, cierra filas con Podemos y anuncia impuestos a la banca y a las energéticas

El tributo, "excepcional y temporal", según aclaró el líder socialista, afectará a los beneficios que la banca obtenga en los ejercicios 2022 y 2023. El impuesto alcanzará a los bancos que facturen más de 1.000 millones de euros al año.

Nueve entidades financieras obtuvieron el año pasado ganancias por 21.581 millones de euros. De repetir estos niveles de ingresos, el Gobierno le morderá a la banca el 7% de sus beneficios totales. Los cálculos apuntan a una facturación de 17.700 millones para este año (8,5%) y 18.900 (7,9%) para 2023

El Ejecutivo, según sus primeros cálculos, espera recaudar 1.500 millones por ejercicio: 3 mil millones en los próximos dos años. Si se toma como referencia la facturación de 2021, el nuevo gravamen afectará a nueve de los 25 bancos que operan hoy en España: Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter, Unicaja, Abanca, Kutxabank y Cajamar.

Debate del Estado de la nación: el PSOE buscará su "alma" y el PP pulirá su rentable moderación

Estas nueve entidades financieras obtuvieron el año pasado ganancias por 21.581 millones de euros. De repetir estos niveles de ingresos, el Gobierno le morderá a la banca el 7% de sus beneficios totales.

El porcentaje se eleva tomando las proyecciones del sector para el 2022 y 2013. Los cálculos apuntan a una facturación de 17.700 millones para este año (8,5%) y 18.900 (7,9%) para 2023.

Los accionistas de la banca española han sufrido ya un castigo en Bolsa por este anuncio, que refleja la improvisación jurídica en que opera un sector tan importante para la economía y la sociedad

El anuncio, como era de esperar, cabreó -y mucho- a los bancos. El portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB), José Luis Martínez Campuzano, calificó al impuesto de "improvisación jurídica" y adelantó que el tributó va a "distorsionar el mercado".

José Luís Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB) 

Europa Press

La AEB se quejó tanto por el contenido como por las formas del impuesto. "No nos han consultado ni informado", protestó Campuzano. "Los accionistas de la banca española han sufrido ya un castigo en Bolsa por este anuncio, que refleja la improvisación jurídica en que opera un sector tan importante para la economía y la sociedad", lamentó.

La banca perdió este lunes 5.300 millones de capitalización, un 3,6% de su valor en bolsa. La caída llegó a ser del 12%. Cerró en 5%, al final de la jornada.

Sánchez está dispuesto a negociar más gasto social a cambio del apoyo de Podemos al incremento en Defensa

La "distorsión", según la banca española, será "muy grande" porque "no hay impuestos así en los principales mercados europeos". Las entidades admiten que la subida de los tipos (la justificación del Gobierno para aplicar este impuesto) generará una ganancia extra de un 10% más. "Pero el despegue del margen no será inmediato y habrá que esperar a 2024 a que se recoja en toda su integridad", aclaran desde el sector.

En los pasillos de los bancos se da por descontado que se "repercutirá el impuesto" subiendo las comisiones. Los afectados, por tanto, serán los usuarios y consumidores.

En Moncloa defienden el impuesto con dos argumentos. 1) que el Banco Central Europeo subirá la semana que viene los tipos (25 puntos básicos), el precio del dinero, en término más coloquial. El aumento -que pondrá fin a seis años de tipos negativos- no se hizo oficial, pero ya fue anticipado por los mercados de crédito.

Moncloa defienden el impuesto con dos argumentos: el Banco Central Europeo subirá la semana que viene los tipos y el aumento en los márgenes del negocio de préstamo que ya están obteniendo los bancos ante la subida del euribor 

Y 2) el aumento del euríbor, el índice al que se vinculan la mayoría de hipotecas variables en España, que ya lleva meses de incremento. Esta subida ya está aumentando los márgenes del negocio de préstamos, según el Gobierno.

La Confederación de las Cajas de Ahorro (CECA) -que representa los intereses de entidades como CaixaBank, Unicaja, ABanca, Kutxabank o Ibercaja- también salió al cruce de este tributo extraordinario. Su portavoz, Alberto Aza, aclaró que "la subida de tipos supone una normalización de la política monetaria, tras una década ultra expansiva, y que no podemos anticipar su impacto neto en los balances de las entidades".

Feijóo: "Sánchez se ha podemizado con medidas populistas"

El principal líder de la oposición y jefe del PP, Alberto Núñez Feijóo, también cuestionó al Gobierno por sus "medidas populistas". 

Alberto Núñez Feijóo, líder del PP.

Europa Press

A su juicio, Sánchez se ha "podemizado" para "resistir" en Moncloa. "La podemización del señor presidente ha sido completa. Le ha comprado todas las propuestas a Podemos y además le han salido baratas porque simplemente las ha copiado y ni siquiera las ha pagado", declaró este miércoles en una entrevista en Onda Cero.

Envalentonado por los sondeos, el PP apura su estrategia: moderación, alternativa de Gobierno y la idea de "fin de ciclo"

El presidente del PP aseguró que Sánchez tenía dos posibilidades en este contexto de crisis: "parecerse a Pablo Iglesias, fundador del PSOE o parecerse a Pablo Iglesias, fundador de Podemos". "Y ha optado claramente por este segundo supuesto", lamentó.

Feijóo se preguntó "quién pagará" los nuevos impuestos a la banca y a las empresas energéticas y auguró la posibilidad de que sean "los de siempre", los ciudadanos. "El impuesto va a repercutir en los recibos de los ciudadanos, por lo que va a frenar aún más la economía".