La volatilidad que enfrenta el mercado petrolero se ve reflejado en la amplitud de las proyecciones, marcando escenarios que van desde los 60 hasta los 300 dólares por barril. Lo cierto es que, por estos días, la tendencia va marcada hacia la baja y el factor que más centralidad va tomando en las proyecciones es la posibilidad de una recesión en Estados Unidos. Un escenario que luce retador para cuadrar el presupuesto público.

Apenas hace unos días destacó un análisis de JP Morgan en el que planteó la posibilidad de que los precios del petróleo pudieran alcanzar los 380 dólares por barril. El escenario de un alza "estratosférica" se explica, de acuerdo con esta institución financiera, en más represalias contra Rusia que llevarían a este país a recortar su producción.

Algunos especialistas del sector consideran "exagerada" esta proyección, lo mismo que la que ocurre en el otro extremo, donde algunos pronósticos apuntan por una caída del crudo hasta los 60 dólares por barril ante una posible recesión en Estados Unidos. En medio de estos cálculos, la pregunta que permanece es hasta dónde realmente puede crecer o caer el precio del crudo.

El petróleo debajo de $100, una buena noticia eclipsada por el drenaje de reservas y la recesión

Para Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base, una de las pistas más solidas las dará el devenir económico de Estados Unidos en los próximos meses, tema sobre el cual persiste un acalorado debate. Para la especialista, existe un 80% de posibilidades de recesión a finales de año o inicios de otro, mientras que otros análisis enfatizan que se tratará de una desaceleración "fuerte". En cálculos de esta institución financiera, con una recesión, el precio del crudo podría caer hasta en 80 dólares.

Por su parte, los mercados financieros muestran que el temor de una recesión en Estados Unidos es creciente. Para muestra, ayer martes el precio del crudo mostró una caída de hasta 10%, cerrando por debajo de los 100 dólares por barril, un escenario que no ocurría desde mayo.

Para Gonzalo Monroy, analista del sector, es este factor el que está haciendo que los precios del crudo apunten hacia abajo, sin embargo, destaca que hay aún una serie de preguntas en el aire: ¿Qué tan profunda irá a ser la recesión y cuánto tiempo durará? ¿Qué efectos tendrá en el empleo y, con ello, en la demanda de energéticos?

El analista explica que este temor está teniendo un mayor impacto que los efectos que pudieran tener las sanciones sobre el conflicto geopolítico en Europa del Este pues "hasta ahora las sanciones no han tenido la eficacia esperada mientras que parte de la industria petrolera rusa está cubierta por China e India; además, la OPEP tampoco ha incrementado la demanda de manera significativa".

Para el experto, otro factor que también puede tener un gran peso en la trayectoria de los precios del crudo es China y que su economía siga recuperándose o vuelva a enfrentar nuevos brotes de Covid.

Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público. 

Cuartoscuro

Hacienda ya busca coberturas

En sí, el mercado petrolero se encuentra muy sensible ante los distintos choques que enfrenta la economía global. Para México, esta incertidumbre representa un fuerte reto para los encargados de las finanzas públicas, que tendrán que hacer una proyección en breve y cuadrar el presupuesto para este y el año próximo.

Los cálculos ya empiezan a hacerse y, de hecho, desde mayo el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, ya empezó la búsqueda de coberturas, aunque aún no es claro el precio que se pondrá sobre la mesa.

En días pasados, Rodrigo Marsical, titular de la Unidad de Planeación Económica de Hacienda, señaló en una entrevista para Banorte, planteaba un escenario factible de 96 dólares por barril para el cierre de este año, no más allá de los 100 dólares. Lo cierto es que destacó que la volatilidad en los precios "los ha sorprendido".

Rusia entra en default y se profundiza la interna económica en el Kremlin

Para la dependencia, la escalada en los precios ha significado también una ingeniería importante para que ésta no se traslade a los precios de las gasolinas, uno de los compromisos que el Presidente López Obrador está empeñado en mantener, por lo que han tenido incluso que ampliar el mecanismo del estímulo fiscal a través del IEPS, aplicando la medida también a distribuidores. La estrategia ha permitido contener la inflación, pues de acuerdo con los cálculos, podría ser hasta tres puntos porcentuales más alta de lo que registra actualmente INEGI.

"Tenemos espacio fiscal para seguir aplicando esta medida por el lado de las exportaciones", aseguró el funcionario, aunque también reveló que no descartan tener que ajustar la estrategia, de manera paulatina, en caso de un alza mucho mayor en los precios y verse comprometido el gasto más allá de lo estimado actualmente.