Las críticas del diputado federal Gerardo Fernández Noroña a Andrés Manuel López Obrador por su supuesta preferencia electoral por Adán Augusto López Hernández esconde una tensión entre el PT y Morena que permanece a pesar del paso del tiempo y que puede terminar de manifestarse cuando se defina la candidatura presidencial de la 4T. 

 Sobre la supuesta inclinación presidencial por el titular de Segob sostuvo: "Lo ha llevado a todos lados mostrando su preferencia, el Presidente es un ser humano, es legítimo que siente simpatía mayor hacia algún compañero o compañera, pero lo que acaba de hacer en la inauguración de Dos Bocas es totalmente incorrecto. Yo fui invitado a la inauguración de la refinería pero luego nos desinvitaron, se decidió que Presidencia era quien tomaba el evento y decidiría a quién invitar, ¿y por qué me sacaron de la lista? Por mi aspiración presidencial", denunció. 

Alberto Anaya, mandamás del PT, culpa a Adán Augusto de no haberle entregado ninguna candidatura a gobernador al partido en las elecciones de este año. En Bucareli, en tanto, sospechan que  Anaya jugó para el frente opositor en Durango, donde buscaba imponer a su candidato a gobernador pero que finalmente no pudo ser y la elegida fue Marina Vitela quien luego sería derrotada por el PRI.

La queja de Noroña esconde un mensaje subliminal de Anaya: si el PT no es considerado en la encuesta de Morena Noroña sería candidato por la vía propia y se le generaría a Morena un iresgo hasta ahora impensado: disputar poder electoral con un candidato que viene con un discurso de izquierda. En Palacio Nacional aplacan ese escenario al sostener que Noroña es una candidato absolutamente marginal.

A lo largo del sexenio en el PT subsiste la tesis de que López Obrador no ha sido un buen pagador: despúes de acompañarlo en todos sus intentos fallidos por la presidencia, ya en el poder el tabasqueño le ha dado más al Partido Verde que al PT.