La decisión de Argelia de romper el "acuerdo de amistad, buena vecindad y cooperación" que desde el 2002 mantenía con España descolocó por completo al Gobierno. Nadie en Moncloa esperaba tamaño revés. "La relación está en equilibrio", repetían hasta este jueves en los pasillos del Ministerio de Asuntos Exteriores cuando se preguntaba por las señales de enojo de este socio estratégico.

El ministro José Manuel Albares transmitió en las últimas semanas mensajes de tranquilidad. "La relación está dañada, pero encauzada", le dijo días atrás al presidente Pedro Sánchez.

Esta "confianza" del Ejecutivo en torno a Argelia lo llevó a Sánchez a pronunciar una frase que refleja lo inesperado de la ruptura. "No hay problemas con Argelia, señorías", aclaró el líder socialista en el Congreso al ratificar el giro diplomático con Marruecos. Diez horas más tarde de esa declaración, la presidencia argelina difundió un comunicado oficial anunciando la "suspensión inmediata" del histórico acuerdo de amistad.

En los papeles, este tratado era una "ruta retórica" sobre los lazos entre ambos países. El pacto bregaba por un "clima de solidaridad económica y financiera" con el fin de profundizar "la cooperación en los distintos campos, económico, científico y tecnológico, medioambiental, social, cultural y humano".

El Gobierno prioriza a Marruecos mientras Argelia se aleja de España

Pero en la práctica, este acuerdo era la garantía de "tres grandes patas bilaterales": el suministro de gas, el comercio exterior y el control de los flujos migratorios. ¿Qué pasará a partir de ahora con estos tres pilares? España dejará de ingresar cerca de dos mil millones de euros anuales en materia de exportaciones, pegará más caro el gas que le suministra este ex socio y recibirá más inmigrantes irregulares.

El acuerdo, ahora roto, era la garantía de "tres grandes patas bilaterales": el suministro de gas, el comercio exterior y el control de los flujos migratorios

Tan descolocado dejó al Gobierno el anuncio que hizo Argelia, que este jueves por la mañana Albares reconoció estar "analizando las implicaciones prácticas" de la suspensión del tratado con vistas a ofrecer una respuesta "serena" pero "firme" para defender los intereses españoles.

Una medida que por estas horas evalúa el Ejecutivo es tensar aún más la cuerda y denunciar a Argelia ante la Unión Europea al entender que se está vulnerando el acuerdo de asociación con las comunidades europeas de 2005

En lo que se refiere al impacto del anuncio, Albares intentó llevar tranquilidad sobre el suministro de gas. "Lo que nos trasladan las compañías gasísticas es que en estos momentos no hay ninguna dificultad", aclaró.

El Frente Polisario rompe relaciones con el Gobierno y se tensa el vínculo comercial con Argelia 

Según el último boletín estadístico de Enagás, en abril España compró 9.049 de gigavatios hora (GWh) de gas natural a Argelia, lo que representó el 23,4% del total, un porcentaje que llegó a ser del 45% años atrás.

Una medida que por estas horas evalúa el Ejecutivo es tensar aún más la cuerda y denunciar a Argelia ante la Unión Europea 

Si bien hoy Estados Unidos es el principal socio gasífero de España, el gas que viene de Argelia es el más barato debido a que es el único que llega por gasoducto (mucho más económico que el que se importa a través de buques).

El ministro Albares este jueves rodeado de periodistas tras el anuncio de ruptura bilateral por parte de Argelia.

Europa Press

En principio, los contratos con Argelia están "cerrados y blindados" hasta 2032, por lo que el suministro está garantizado. Lo que sí está sujeto a revisión es el precio. Desde hace meses que la compañía Naturgy negocia con los argelinos el monto a desembolsar en los próximos dos años.

"Desde la crisis en Ucrania, el precio del gas y del petróleo ha explotado. Argelia decidió mantener, para todos sus clientes, los precios de los contratos. Sin embargo, no está excluido proceder a un recálculo de los precios con nuestro cliente español", admitió en abril el presidente de la compañía argelina Sonatrach, Tewfik Hakkar. Si este "recálculo" era una mera posibilidad, ahora se transformará en realidad.

Por el momento, el Gobierno no hizo ninguna declaración pública sobre las otras dos grandes complicaciones de esta ruptura bilateral: exportaciones e inmigración.

Según la Asociación de Bancos y Entidades Financieras (Abef), la presidencia argelina ordenó a su banca congelar operaciones relacionadas con el comercio con España. Esa es la directriz que le dio a las entidades financieras sobre las domiciliaciones bancarias "en todas operaciones de comercio exterior de productos con origen y destino en España".

Argelia ordenó a su banca congelar operaciones relacionadas con el comercio con España con fecha 9 de junio 

En marzo, según datos oficiales de la Secretaría de Estado de Comercio, las exportaciones a Argelia se tradujeron en 139 millones de euros. La cifra anual ronda los 2 mil millones, según los datos del Gobierno.

En materia migratoria, el temor es que a partir de ahora se incrementen las pateras que viajan por la "ruta argelina", como se conoce la vía marítima que conecta la costa de este país con Almería, Murcia, Baleares y Alicante.

Echenique compara a Sánchez con Trump por el Sáhara y tensa el Gobierno de coalición

En 2021, se contabilizó la entrada irregular de 11.330 argelinos, según datos de la Policía Nacional a las que tuvo acceso el diario El País. Esta cifra podría multiplicarse si Argelia flexibiliza los controles.

Un dato: desde que el presidente Abdelmadjid Tebboune retiró a su embajador en Madrid (19 de marzo) se suspendieron todas las repatriaciones de inmigrantes irregulares que se realizaban semanalmente en ferri.

¿Utilizará Argelia igual que Marruecos el tema migratorio como instrumento de presión política a España? En Moncloa temen que sí.