Mayo fue un mes positivo para la industria automotriz, con datos favorables tanto en la producción y las ventas, sin embargo, los representantes del sector no se muestran optimistas de pensar que se trata de una tendencia que dejará atrás el estancamiento en el corto y mediano plazo: la inflación y crisis en suministro de chips seguirán presionando.

Luego de algunos meses en freno, durante el quinto mes de este año, la producción aumentó 15% y en lo que va del acumulado del año aumentó 3.5%; por su parte, la exportación anual avanzó 1.8% y las ventas 5.2%, según informó este lunes el INEGI.

A pesar de estos datos positivos, desde la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), enfatizan que la recuperación aun está lejos de observarse, principalmente por la parte de la demanda interna (muy afectada por la inflación) y factores externos, como es el abasto de semiconductores, lo cual no se prevé se recupere en el mediano plazo.

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"Estamos viendo que habrá una recuperación, pero esta recuperación no será a fines de este año ni en el curso del año siguiente, nos llevará todavía varios meses más", dijo Fausto Cuevas, director de la AMIA.

En cuanto a la inflación, el directivo señaló que se observó un encarecimiento en los precios de vehículos en la primera quincena de mayo de 8.91% -vale recordar que la inflación general fue de 7.58%-, lo que es apenas una ligera reducción frente a la primera quincena de abril, en que se ubicó en 9.01%.

De acuerdo con los especialistas, se trata de un descenso desde el punto más alto observado en el último trimestre del año pasado, no obstante, tampoco indica una tendencia marcada a la baja en el corto plazo.

"Consideramos que en el corto plazo y dadas las condiciones de incertidumbre de incrementos en costos logísticos, más el incremento en materias primas observadas en fabricación de vehículos seguirá con una probabilidad bastante alta de incrementos en precios de vehículos", señaló.

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En ese contexto, el directivo señaló que esperan que la producción logre estabilizarse antes que las ventas, es decir, los retos para la comercialización de autos seguirán más allá del 2023, ya que se prevé que continue un deterioro en la capacidad de compra y endeudamiento de consumidores, relacionados también con el aumento en las tasas de interés por parte de Banxico.

"Mantenemos pronostico en fase de estancamiento para mercado automotor en lo que resta de este año, pues no hemos logrado revertir los efectos de la crisis covid-19 y sus consecuencias de la crisis económica a lo largo del mundo", agregó.