"Sobrecogedor". El término aparece en la resolución judicial que abre la puerta a que el candidato colombiano Gustavo Petro sea sentado en un tribunal español por el secuestro de un periodista valenciano ocurrido en Bogotá en 1981. El juez español JoaquÃn ElÃas Gadea Francés considera que la denuncia que recayó en sus manos -presentada por un abogado colombiano- tiene "firmes indicios" para poder acusar al dirigente polÃtico de delitos de "lesa humanidad" y "crÃmenes de guerra".
Sin embargo, la acusación contra Petro tiene más de un punto débil. El primero: para que las diligencias de este magistrado se conviertan en un expediente se necesita o el impulso de la FiscalÃa (que ha rechazado investigar la denuncia) o la voluntad de los familiares de la vÃctima a presentarse como querellantes.
Según pudo averiguar LPO, ningún allegado del periodista valenciano Fernando González Pacheco, la vÃctima del secuestro que perpetró la guerrilla colombiana en la que Petro militó durante su juventud, se presentó en la Audiencia Nacional de Madrid para ratificar la denuncia que lleva la firma de François Roger Cavard MartÃnez, un abogado colombiano obsesionado desde hace años con enjuiciar al máximo referente de la izquierda por su participación en el M-19.
El segundo punto débil son las pruebas. La acusación -que incluye una veintena de supuestos delitos- está respaldada, básicamente, por archivos periodÃsticos de la época. Daniel Prado, abogado de Petro, no sólo desmintió la participación de su defendido ("jamás participó en este tipo de acciones", aclaró), sino que también desmontó la versión del secuestro. Recordó que aquel "cara a cara" de Pacheco con Jaime Bateman Cayón, lÃder del M-19, fue una de las tantas "citas consensuadas con los periodistas" para dar a conocer los objetivos de la organización armada.
La interpretación de los hechos que hace el letrado tiene el respaldo de la periodista Alexandra Pineda, testigo directo de aquel controvertido episodio. La comunicadora colombiana -hoy radicada en ParÃs- escribió en 2014 una crónica revelando detalles de la reunión entre Pacheco y Bateman.
Pineda, por entonces periodista de la sección polÃtica de El Espectador, definió el supuesto secuestro como un "extraño reportaje" que duró más de siete horas "al calor de una botella de whisky, durante las cuales se habló mucho, interminablemente, sin parar, llegando inclusive a la exaltación de los ánimos, al debate, a una franca pelea, pero no de fuerza sino de ideas".
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Según Pinada, tanto ella como Pacheco fueron "invitados" por la guerrilla a entrevistar a Bateman. El M-19 querÃa dar a conocer "la voz" de su lÃder, que al finalizar el reportaje le entregó a los periodistas una "carta de paz" para ser entregada al gobierno de Turbay Ayala.
La crónica de Pinada está enfocada en su encuentro con Pacheco, "su Ãdolo de la infancia", pero revela detalles hasta ese entonces desconocido de un hecho que en el imaginario colectivo de Colombia quedó rotulado como un "violento secuestro".
Los periodistas se conocieron en el coche que utilizó la guerrilla para trasladarlos al encuentro con Bateman. "Nadie nos presentó en ese momento y tampoco nos dimos la mano, pero cuando se alivió el miedo que me aceleraba el corazón desde el instante mismo en que supe que estaba "invitada" a una rueda de prensa clandestina en un lugar indefinido, me sentà menos sola y desprotegida, como si hubiera encontrado a un viejo amigo en medio del fragor de alguna guerra", describe en su texto.
La reconstrucción de Pinada está lejos del relato "sobrecogedor" que describe el juez español en su escrito. "Bateman se sirvió un whisky y Pacheco aceptó otro (yo habÃa empezado ya el mÃo), pero no recuerdo que nadie haya propuesto un brindis. Una luz intensa de reflectores que estaban listos en el piso de madera desde que entramos por primera vez a ese recinto de ninguna parte, unos disparos de cámara fotográfica y empezó la más insospechada aventura periodÃstica que Pacheco haya emprendido nunca".
"Hay un plan para asesinar a Petro"
Al famoso presentador se le encargó la misión de ser "el portavoz" ante el presidente Turbay Ayala y ante el Congreso Nacional de la propuesta de paz del M-19. "Mi papel serÃa el de único testigo oficial de aquella sesión secreta", confÃo Pinada en una vieja crónica que hoy asoma como una evidencia de peso ante el pedido de diligencias de la justicia española.
La versión de Pinada es ratificada por otra periodista que, en aquellos años, mantuvo contactos directos con los cabecillas del M-19. Entrevista por Público.es, Olga Behar explica que "el falso secuestro de Pacheco fue pactado por el propio periodista" y que ni su esposa ni su sobrino (los familiares más cercanos) "denunciaron jamás este supuesto secuestro".
"La denuncia en España contra Petro no tiene ningún sentido, es algo ridÃculo. ¿Cómo podÃa él ser el autor material del secuestro de Pacheco si no tenÃa ningún peso en el M-19?", exclama esta experta en el Movimiento 19 de Abril y otras guerrillas de Colombia, como las FARC.
"La denuncia no tiene ni pies ni cabeza"
Como era de esperar, la denuncia admitida parcialmente a trámite en España contra Petro tuvo mucha repercusión en los medios colombianos. Al ser consultado sobre el tema, el candidato de Colombia Humana, quien el 19 de junio enfrentará al ultraderechista Rodolfo Hernández en segunda vuelta, dijo que la acusación no tiene "ni pies ni cabeza".
Y apuntó contra el denunciante, el abogado François Roger Cavard MartÃnez. "Un señor que no conozco, que ha venido aquà persiguiéndome, tratando de ver eso cómo, en medio de unas elecciones, se vuelve noticia. Él lo intentó aquà en Colombia y no pudo", se despachó en diálogo con Radio Caracol.
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Cavard MartÃnez se acogió a la "jurisdicción universal" que en su dÃa impulsó el juez Baltasar Garzón" para enjuiciar a los genocidas argentinos y chilenos para ingresar su denuncia por "delitos de Lesa Humanidad" ante la Audiencia Nacional de España.
El detonante fue la respuesta que obtuvo el año pasado al pedirle al Ministerio de Justicia de su paÃs una copia del escrito mediante el cual, "en cumplimiento de la ley 77 de 1989, las autoridades colombianas resolvieron de forma favorable la solicitud de amnistÃa" de Petro.
Para su sorpresa, la directora de Justicia Transicional, Isabel Durán Murillo, le respondió que el candidato presidencial "no ha sido amnistiado o indultado por el Gobierno Nacional, es decir que al citado señor no le fueron concedidos los beneficios jurÃdicos que establecen las citadas normas".
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Según la respuesta del ministerio de Justicia, Gustavo Petro Urrego no recibió amnistÃa ni indulto en forma alguna y es, en cambio, únicamente un "desmovilizado" del M-19 desde 1998.
Al obtener esta aclaración -que confirma la punibilidad del dirigente polÃtico-, Cavard MartÃnez viajó a Madrid e interpuso su denuncia. La FiscalÃa la rechazó, no asà el juez de apoyo del Juzgado Central de Instrucción Nº 6 de la Audiencia Nacional, que pidió "seguir investigando".
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