Hoy se sabrá cómo reaccionan los demócratas de Texas ante el fallo de la Corte Suprema que anularÃa el derecho al aborto a nivel federal. Lo que a nivel nacional fue considerado una oportunidad para la administración Biden y animó a los partidarios del gobierno a salir a las calles, en el estado gobernado por el republicano antiabortista Greg Abbott es un difÃcil trance para el Partido Demócrata.
La segunda vuelta primaria demócrata de Texas enfrenta a dos opuestos: el experimentado Henry Cuellar (66), definido como el último antiabortista de la Cámara de Representantes, y la joven progresista Jessica Cisneros, una abogada de inmigrantes que este martes cumple 29 años y defiende el derecho al aborto.
Cuellar y Cisneros se enfrentan desde 2019 en el Distrito Congresional 28 de Texas, que se extiende desde San Antonio hasta la frontera entre Estados Unidos y México. Sin embargo, la disputa cobró en los últimos meses una intensidad desconocida. Primero con la sorpresa que dio la candidata en las primarias de marzo y obligó a la segunda vuelta para muchos inesperada. Después, con el borrador del fallo de la Corte Suprema que, de concretarse, darÃa marcha atrás con 50 años de historia en materia de derecho al aborto.
Si Cisneros sintoniza con el activismo feminista que salió a expresar su repudio a la decisión del máximo tribunal, Cuellar es el candidato más parecido a Abbott que los demócratas podrÃan presentar en un distrito de fuerte orientación conservadora, donde el gobernador se define como un cruzado contra los inmigrantes y el derecho al aborto. Para los observadores, Cisneros tienen chances de ganarle a Cuellar pero es, al mismo tiempo, la candidata que los republicanos derrotarÃan con más facilidad.
La incomodidad que asalta a los demócratas en estas internas quedó de manifiesto en la campaña con la postura de dos figuras claves: el presidente Joe Biden, que carga en el Estado con una alta imagen negativa, y el candidato Beto 0'Rourke que prefirió no respaldar a ninguno de los contrincantes en su distrito.
Cuellar cuenta con el apoyo del establishment partidario y con un financiamiento envidiable. Todos los lÃderes democratas de la Cámara se han alineado para respaldarlo: en primer lugar, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, el representante de la mayorÃa de la Cámara Steny Hoyer y su segundo James Clyburn. Detrás de ellos, tan o más importante que su aval, están los fondos de los SuperPAC.
La situación de Cisneros no podÃa ser más distante. La joven abogada fue ignorada en la campaña por los lÃderes democratas que defienden el derecho al aborto y solo contó con el respaldo explÃcito de la izquierda partidaria que lidera Bernie Sanders. El senador estuvo el viernes pasado en San Antonio, en una demostración de su aval a una dirigente que exhibe una sintonÃa especial con Alexandria Ocasio-Cortez.
En San Antonio, Sanders hizo mención a la cuestión del financiamiento y la disputa con los SuperPAC: "Estoy harto de ver a los multimillonarios invertir millones y millones de dólares en feos anuncios de 30 segundos, tratando de derrotar a las buenas personas que representan a las familias trabajadoras", dijo ante la multitud.
Según The Washington Post, los súper PAC han gastado al menos $ 50 millones en las primarias demócratas de este año, más de lo que se gastó en todas las primarias demócratas del Congreso en 2018 y 2020 combinadas.
Igual que el gobernador republicano, el veterano representante demócrata apoya la continuidad del Titulo 42, la norma que desempolvó Donald Trump en pandemia para impedir el ingreso de inmigrantes y que la administración Biden continuó usando hasta hoy en la frontera sur.
El congresista ha publicado anuncios de televisión que muestran la desaparición de agentes de la Patrulla Fronteriza, como parte de un intento de dramatizar lo que sucederÃa si Cisneros, quien una vez pidió disolver el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU., lo destituyera.
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