Pegasus es un sistema de espionaje telefónico israelí usado por distintos gobiernos de todo el mundo para entrometerse en la intimidad de rivales y opositores políticos. El caso más conocido es el que, tiempo atrás, involucró al reelecto presidente de Hungría, Victor Orbán, quien utilizó este spyware para espiar a varios periodistas de investigación.

En las últimas horas, un laboratorio canadiense experto en ciberseguridad desveló que la mayoría de los líderes del independentismo catalán fueron espiados a través de este sistema. El espionaje ocurrió entre 2018 y 2020 y alcanzó a los abogados y familiares de al menos 65 dirigentes políticos.

La denuncia la hizo Citizen Lab, un grupo de expertos en ciberseguridad de la Universidad de Toronto. Según su informe, entre los espiados figuran el teléfono del president de la Generalitat, Pere Aragonès, y sus antecesores Quim Torra y Artur Mas así como estrechos colaboradores de Carles Puigdemont.

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Según los expertos canadienses, el "caso catalán" es el de mayor víctimas de todos los casos de espionaje conocidos hasta el momento. Los "65 objetivos" superan los anteriores casos: Al Jazeera (36 víctimas) y disidentes en El Salvador (35 víctimas).

La ministra de Política Territorial y Portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, defendió este martes que el Gobierno "no tiene nada que ocultar" sobre el caso de espionaje

Este programa informático de espionaje no necesita ninguna acción del usuario (como abrir un archivo adjunto o proporcionar datos de una cuenta), de ahí su eficacia. Penetra en los teléfonos Android, iPhone o BlackBerry de forma totalmente invisible para el usuario y una vez instalado es capaz de acceder a todos sus datos, además de activar la cámara o el micrófono, la geolocalización y "leer" el contenido de la mensajería supuestamente encriptada como Telegram o WhatsApp.

 El expresidente de la Generalitat Quim Torra, uno de los dirigentes espiados. 

Europa Press

La empresa que creó Pegasus, NSO Group (hoy en quiebra) solo vendió este programa a "gobiernos legítimos" para una única finalidad: combatir el crimen y el terrorismo. Por eso, la denuncia salpica de lleno al ejecutivo de Pedro Sánchez.

La ministra de Política Territorial y Portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, defendió este martes que el Gobierno "no tiene nada que ocultar" sobre el caso de espionaje. Recordó que no se trata de algo "nuevo", y adelantó que el Ejecutivo colaborará en todo lo que requiera la justicia.

Esto no es aceptable en una democracia moderna y tiene que disiparse cualquier tipo de duda 

Además, Rodríguez reveló que la ministra de Defensa solicitó por propia voluntad comparecer en el Congreso para poder dar las "explicaciones correspondientes" a todos los grupos parlamentarios.

Hasta el momento, la crítica más dura por este escándalo la hizo Unidas Podemos, socio de coalición de los socialistas. El portavoz de UP en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, dijo que se trata de "algo gravísimo" y le pidió al Ejecutivo que "rueden cabezas" por tamaño escándalo.

En rueda de prensa, Echenique recordó que "en España intervenir comunicaciones sin orden judicial es un delito" y comparó el caso con el espionaje a Bárcenas ordenado desde el Ministerio del Interior cuando gobernaba el PP de Mariano Rajoy.

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El dirigente morado le exigió al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, y la de Defensa, Margarita Robles, poner en marcha una "investigación sobre estos hechos" para que se "depuren responsabilidades". "Esto no es aceptable en una democracia moderna y tiene que disiparse cualquier tipo de duda", remató.

En tanto, la Secretaria General, Ione Belarra, aseguró que su partido "no permitirá ninguna sombra de duda" ante este nuevo caso de espionaje. "Las cloacas del Estado ya persiguieron a Podemos y a políticos catalanes", denunció a través de un mensaje en Twitter.