La incertidumbre que reinaba en Morena en los horas previas al cierre de casillas se disiparon los resultados del INE: Andrés Manuel López Obrador logró movilizar los 15 millones de votos que se habían establecido como piso para poder celebrar. Ese número es nada menos que su histórico voto duro desde 2006.

AMLO confirmó -como había anticipado LPO- que ese número también escondía líneas argumentativas para el festejo: con 15 millones de votos a favor de la ratificación, la 4T podría decir que volvió a ganarle a Ricardo Anaya, por ejemplo. Y eso efectivamente dijo el Presidente en su primera aparición pública.

"Obtuve más votos que en el 2006. Claro, ahí hubo un fraude, pero formalmente me dejaron en 14.7 millones. Y Calderón 15 millones. Pero ahora se calculan 15.6 millones de votos para que siga. Es decir, más que los obtuvo fraudulentamente Calderón. Y también más de los que obtuve yo en 2012. Y más de los que obtuvo Anaya en la elección de 2018", dijo en un video publicado en sus redes sociales

López obrador, sin embargo, adelantó que no buscará extender su mandato, una de las principales preocupaciones que llevaron a la oposición a no participar del proceso. "Voy a seguir sirviendo hasta el último día de mi mandato. No me voy a pasar, porque soy demócrata. No estoy a favor de la reelección", aseguró.

Volvió a insistir en que no está de acuerdo con el piso de 40% de participación -que establece la Constitución- para hacer vinculante la consulta: "Ojalá hacia adelante los presidentes se comprometan a que sin necesidad de llegar al 40%, si pierden la revocatoria se van. Porque no se puede gobernar sin el apoyo del pueblo, sin autoridad moral. Sin autoridad moral no hay autoridad política".

Finalmente, hubo más críticas para el INE, a quien acusó de instalar sólo un tercio de las casillas. "Pero a pesar de los pesares mucha gente salió a votar. Aunque sólo se instalaron el 30% de las casillas que se instalaron en el 2018, una tercera parte. En muchas cabeceras municipales no hubo casillas", dijo.