Como no ocurrió en ningún momento de 2021, la gobernadora Marina del Pilar respondió a la promoción de Jaime Bonilla de una consulta de revocación de mandato en su contra, e hizo temblar al poderoso cacique de Morena en Tijuana cuando centró su denuncia por corrupción en el contrato de la empresa Next Energy para la construcción de una planta fotovoltaica en la administración anterior. Días después apuntó directamente contra Banco Afirme.

Así lo reveló el exgobernador de Baja California a su amigo Poncho Romo cuando informó que retomaría su escaño en el Senado. Como pudo saber LPO, Bonilla Valdez entendió de inmediato el mensaje de Marina: si la oposición a su gobierno la organiza el tijuanense dentro de la 4T, dentro de la 4T vendrá la respuesta. Pues Afirme es propiedad del poderoso acerero neoleonés Julio César Villarreal Guajardo, y en los hechos cuenta con un capital de inversionistas cercanos al oficialismo morenista.

La relación es más cercana de lo que se cree. El también presidente de Grupo Villacero es un hombre de toda la confianza de Poncho Romo, quien en 2018 se encargó de buscar financiadores de la campaña presidencial de AMLO. Inclusive, a través de él, Villarreal Guajardo se convirtió desde 2015 en socio destacado de varios fondeadores del entonces recién fundado partido Morena.

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Desde entonces, en varias campañas Afirme entregó recursos en efectivo al obradorismo, a lo largo de todo el país; entre ellas, la de 2015 para distintas distritos electorales federales como el de Jaime Bonilla, en ese momento dirigente de Morena en BC y empresario de los medios a quien AMLO consideró en algún momento un buen amigo.

Tantos intereses de la 4T hay en Banco Afirme que, lamiéndose los bigotes, Latinus y una organización de Claudio X. González (Mexicanos contra la Corrupción) difundieron en diciembre pasado un video donde el secretario particular del presidente López Obrador, Alejandro Esquer, así como la actual oficial mayor de la Presidencia, Denis Zaharula, depositaban fajos de dinero en un operativo conocido como "carrusel" a una cuenta de Afirme para un fideicomiso, sumando al final 44 millones de pesos.

El asesor empresarial de Presidencia también entendió de inmediato la preocupación de Bonilla, y ahora en la Ciudad de México buscan mandar un mensaje de paz al Gobierno de BC para evitar que con una demanda judicial se abra la caja de pandora de otras cuentas, cantidades y, sobre todo, los dueños de las cuentas en Banco Afirme, amenaza que Marina del Pilar lanzó fuerte y claro: la respuesta a la oposición bonillista no será fuera sino dentro de la 4T. Dicho de modo elegante: "que pague Afirme, que Bonilla les cobre".