Alfonso Fernández Mañueco vuelve a reflotar las negociaciones con Vox tras despachar a los socialistas. La reunión del presidente en funciones con el secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, duró apenas 15 minutos. "Que el PSOE asuma que quien ha ganado en Castilla y León ha sido el PP. Tudanca no ha asumido su derrota, es lo primero que tiene que hacer para poder sentarnos", lanzó Mañueco.

El PP local calificó de "insatisfactoria" la reunión entre Mañueco y Tudanca, aunque el referente socialista reveló que el encuentro concluyó abruptamente luego de que mencionara el tema de la corrupción. "Una de las cosas que nos diferencia es la corrupción. Esa ha sido la frase literal", dijo Tudanca. Pero las negociaciones entre populares y socialistas ya estaban muertas antes de la reunión. Mañueco no quiere bajo ningún punto de vista compartir el poder con el PSOE.

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Mañueco dijo que se "dejará la piel" en la formación de un gobierno estable y que Tudanca "es una marioneta a las instrucciones de Sánchez". "Yo tengo las manos libres", manifestó el presidente autonómico, en una clara invitación a Vox a reanudar las negociaciones para incorporar a la formación ultraderechista al gobierno de la Junta. El propio Santiago Abascal afirmó que ve a Mañueco "con la mano tendida". 

Vox exige la vicepresidencia de la Junta y los cuatro consejeros que estaban en manos de Ciudadanos. Su candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, se mostró dispuesto 'a ceder en lo que sea necesario' para acceder al gobierno regional

Vox exige la vicepresidencia de la Junta y los cuatro consejeros que estaban en manos de Ciudadanos. Su candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, se mostró dispuesto "a ceder en lo que sea necesario" para acceder al gobierno regional. Sería un hito para la formación y un cambio de paradigma en la política partidaria de España. "Con Ciudadanos no hubo problemas, por lo que vamos a pedir el mismo respeto", sentenció.

Vox sabe que Mañueco ni quiere ni puede afrontar una repetición electoral, y el único socio con el que podría negociar una convivencia en el gobierno es la formación de Abascal. Pero además, Mañueco se siente con mayor libertad para pactar sus propias condiciones frente al partido ultraderechista, en la medida en que Génova enfrenta la crisis derivada del enfrentamiento entre Pablo Casado es Isabel Díaz Ayuso.

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Abascal confía en que "las negociaciones pueden ser fructíferas", lo que hace pensar que ambos partidos han alcanzado un primer compromiso que reservan hasta hacerlo oficial. Un gobierno es solitario es prácticamente imposible. García-Gallardo mostró su disposición al asegurar que Vox no llevará líneas rojas a las negociaciones, y admitió que la derogación de la Ley de Violencia de Género y del decreto de Memoria Histórica y Democrática ya no son exigencias para Mañueco.