El "efecto Casado" está repercutiendo en otro partido de la derecha. Renovadores, una facción del partido que se opone a la conducción nacional de Ciudadanos, pidió este lunes la renuncia de Inés Arrimadas. La responsabilizan por la "mostrada incapacidad" de atraer a militantes y votantes por igual, cuando la pendiente descendente de la formación se acentuó en el último año.

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"Desde que asumiste la presidencia probablemente ya han abandonado el partido más de dos tercios de los afiliados", subraya la carta que envió Renovadores a la líder de los naranjas. Los díscolos señalan a Arrimadas por el hecho de que Ciudadanos sea "cada vez más irrelevante en la sociedad y en la política españolas". Luego del mal resultado en Castilla y León consideran necesario que la presidenta "sea humilde y generosa, que dé un paso al lado y dimita para que se celebre una Asamblea de refundación del partido".

Renovadores se formó tras el desastre electoral en Cataluña del 14 de febrero de 2021 y desde entonces exige a la Ejecutiva un cambio de rumbo. En las últimas elecciones de Madrid, el partido pasó de 26 escaños a ninguno. En Galicia tampoco obtuvo representación. En Cataluña, uno de los bastiones de los naranjas, la formación pasó de 36 diputados a solo 6, y en los últimos comicios de Castilla y León solo pudo retener el escaño de Francisco Igea, hasta hace pocas semanas vicepresidente de la Junta. 

Los díscolos señalan a Arrimadas por el hecho de que Ciudadanos sea 'cada vez más irrelevante en la sociedad y en la política españolas'

El partido tema una desaparición por la fuga de militantes y cuadros que se unieron al PP. Antonio Espinosa, que lidera el grupo disidente, apura una refundación para que "nuevos liderazgos con más cultura democrática y participativa y con más capacidad para conectar con la sociedad lideren el partido", según la carta enviada a Arrimadas. Sin embargo, la presidenta respondió este lunes que "Ciudadanos está más unido que nunca".

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Renovadores apuntan a Arrimadas por "el bochornoso espectáculo de la moción de censura de Murcia". Quizás el impacto de la carta haya sido mitigado con el anuncio de Arrimadas de que no impulsará una moción de censura en el Ayuntamiento de Madrid contra José Luis Martínez-Almeida. "No tengo ninguna duda de que tanto el PP como el PSOE ya la habrían presentado", dijo la dirigente liberal, intentado hacerse un hueco entre la dislocación que supone la crisis de los populares.