Cada vez estamos más cerca de poder ir a vivir a Marte gracias a la visión de futuro del hombre más rico del mundo. Elon Musk empezó a construir SpaceX en 2015, iniciando su exploración en el espacio con cohetes reutilizables. Su objetivo es preservar la raza humana y llevarnos a Marte como una salida a la sobrepoblación de la tierra.

Entender quién es Elon Musk resulta complicado. Sus atrevidos y futuristas sueños junto a su éxito empresarial están muy lejos de ser algo común y corriente. A lo largo de los años ha expresado motivos por los que la humanidad va a querer expandirse por el universo y transformarnos en una especie multi planetaria.

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Todo este sueño futurista pasa primero por una pequeña ciudad de 171 mil habitantes donde el 94% son hispanos. Brownsville en Texas es el lugar en el que se encuentran las instalaciones de SpaceX y también una de las regiones más pobres de los Estados Unidos. Situada en la frontera con Mexico, vecina de Matamoros, y cabecera de periódicos normalmente por noticias relacionadas a inmigrantes que cruzan la frontera.

Brownsville en Texas es el lugar en el que se encuentran las instalaciones de SpaceX y también una de las regiones más pobres de los Estados Unidos. Situada en la frontera con Mexico, vecina de Matamoros, suele aparecer en los diarios por crisis con inmigrantes que cruzan la frontera.

¿Qué le espera a Brownsville y a sus habitantes con la expansión del proyecto espacial de Musk? Los residentes están divididos. Unos ven con buenos ojos las oportunidades de empleo que supone para la región este proyecto gigantesco. Otros temen por el impacto medioambiental y el trastorno a la paz de los que viven cerca de la base espacial.

Cuando SpaceX eligió esta pequeña comunidad ribereña en el extremo sur de Texas, en 2014, Elon Musk afirmó que las consecuencias para los residentes serían manejables. El acceso público a Boca Chica estaría restringido sólo durante los lanzamientos, 12 días al año. Una vez cada 12 meses, un lanzamiento nocturno iluminaría los hogares y causaría impactos de ruido "significativos".

Elon Musk en un reciente encuentro con el alcalde de Brownsville, Trey Mendez.

Esta semana Musk dio a conocer los avances en el proyecto a través de la presentación de la nueva lanzadera de su más ambiciosa nave espacial Starship -la más grande de la historia-, clave en su proyecto de colonización de Marte y el paso previo de instalar una base espacial permanente en la Luna, como escala necesaria al planeta rojo.

Luego de la presentación (ver video) quedó claro que Musk es plenamente consciente del trastorno que supone la operativa de la base. Ya no se lanzan cohetes cada doce meses, ahora se lanza uno cada semana. Musk apuntó también que están trabajando en bases flotantes para lanzamiento de cohetes y así minimizar el impacto en aquellos que viven cerca.

Para bien o para mal, Boca Chica le pertenece a Elon Musk ahora. Incluso ha pensado en rebautizarla: "Creando la ciudad de Starbase, Texas", comentó en un posteo en Twitter. Las autoridades locales le recordaron que debería consultarles antes. 

La base de las estrellas (Starbase) en Boca Chica no para de crecer y la comunidad de local ha perdido la esperanza de vivir tranquilos. El choque entre la exploración espacial y los ambientalistas no deja de estar cargada de ironía, pues Musk se considera sí mismo como un ambientalista. La compañía que más fama le ha acarreado a Musk, Tesla, es un intento de alejar a los conductores de los vehículos de combustión interna. El propio proyecto de Spacex trabaja con cohetes reutilizables, pero el masivo impacto de una operación como las que planea Musk son evidentes.

Para bien o para mal, Boca Chica le pertenece a Elon Musk ahora. Incluso ha pensado en un nuevo nombre: "Creando la ciudad de Starbase, Texas", comentó en un posteo en Twitter. Las autoridades locales le recordaron que debería consultarles antes. Pero la realidad es que la inyección de capital resulta difícil de resistir para las arcas de Bronxville.

La ciudad ha crecido un 5.20% desde el último censo. Más de 1600 nuevos trabajadores han llegado con Spacex, y la recaudación de impuestos se ha doblado. Paralelamente la fundación de Musk ha donado dinero a la comunidad: más de 2 millones de dólares para una incubadora de empresas local, la mayor en la zona sur de Texas. Ha donado también 20 millones de dólares a las escuelas del condado de Cameron y 10 millones para revitalizar el centro de Brownsville.

Santiago Lopez Paz de tres años es un inmigrante de Honduras espera que las autoridades de Bronwsville lo procesen luego de ser liberado por las autoridades. 

AP

Los cambios ya son palpables y el dinero de Musk está transformando la ciudad, pero residentes de toda la vida como Xandra Treviño temen la gentrificación: "Tengo miedo que Brownsville va a ser inaccesible para sus residentes porque los esfuerzos están en traer a gente más pudiente a la zona", afirma a LPO.

Trevino comenta cómo la empresa de Musk ha ido comprando casas para renovarlas y ofrecerlas a sus empleados, forzando la expulsión de los habitantes locales. "Es una situación de David contra Goliath", agrega.

La rápida transformación de Brownsville coincide con la rápida carrera espacial de la que Elon Musk hizo gala en un evento en la base de Boca Chica el miércoles pasado, en una suerte de versión espacial de las presentaciones que hacía Steve Jobes cuando lanzaba un nuevo iPhone. La Starship va a ser lanzada en órbita este mismo año según anunció Musk en la base de la lanzadera frente a la prensa y empleados de la compañía.