España ha retrocedido en términos democráticos, según The Economist. El Índice de Calidad Democrática elaborado para la publicación británica rebaja al país de democracia "plena" a "defectuosa" en 2021, y lo ubica junto a Estados Unidos, Francia, Chile e Israel. La explicación es la falta de renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), por los desacuerdos entre el PP y PSOE.
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Pero The Economist también apunta a la "creciente fragmentación política", en alusión al sistema de alianzas a nivel central y autonómico, la corrupción y el accionar del independentismo catalán. De esta forma, España pasa de los 8,12 puntos de 2020 a los 7,94 puntos. Un país necesita una nota superior a los 8 puntos para ser considerada como una democracia plena según el índice.
Entre los países que entran en esta última categoría resaltan Noruega, Nueva Zelanda, Islandia, Taiwán, Australia, Países Bajos, Uruguay y Alemania. El PP aprovechó la publicación del índice para cargar contra el Ejecutivo central. Isabel Díaz Ayuso acusó al presidente Pedro Sánchez por espantar "la inversión y los patrimonios para crear puestos de trabajo aquí" y lo responsabilizó por el "daño" a la democracia.
La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, también decidió ignorar el contenido del informe, en particular el énfasis en el CGPJ, y apuntar contra el presidente. "España merece seguir disfrutando la democracia plena que entre todos hemos construido. Sánchez no tiene un problema, él es el problema", aseguró.
De acuerdo a The Economist, "el órgano de gobierno de los jueces trabaja en funciones desde 2018 y no ha habido acuerdo sobre el nombramiento de nuevos jueces, lo que necesita una mayoría de tres quintas partes de las Cámaras". Sin embargo, ningún dirigente popular reparó en la falta de colaboración para nombrar a los magistrados, punto clave de la rebaja de la democracia española.
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