El salario mínimo interprofesional se incrementará hasta los 1000 euros desde el 1 de enero de este año. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, firmó el acuerdo con CCOO y UGT, aunque sin la participación de CEOE y Cepyme, que avisaron al gobierno de que no serían parte de la mesa de diálogo social esta vez.
El acuerdo con los sindicatos supone 35 euros más que el SMI vigente de 965 euros mensuales. "El gobierno y los agentes sociales que hoy firman este acuerdo cumplen con su país. Subir el SMI ha sido muy positivo para nuestro país y muy positivo para nuestra economía", aseguró la vicepresidenta segunda, que reprochó a la patronal su ausencia en el acuerdo.
El comité ejecutivo de CEOE consideró la propuesta de Díaz de "inasumible", pero su presidente, Antonio Garamendi, transformó el aumento en un cuestionamiento a los planes electorales de la ministra de Trabajo. "Hay personas que quieren impulsar proyectos personales utilizando el boletín Oficial del Estado. Parece responder más a una aspiración política en el seno del gobierno que a la lógica económica", apuntó antes de la aprobación.
Garamendi acusa a Díaz de no querer negociar la subida y considera que el aumento destruirá empleos. "Lo de los 1000 euros lo veo complicado. Hay un problema de solvencia en las empresas, las más pequeñitas todavía están bastante ahogadas. Llevamos dos años muy complicados. Hay sectores que no pueden soportar estos salarios con estas cantidades», zanjó el líder de la gran patronal", dijo la semana pasada.
"Esta subida va a las personas que menos tienen y afectará especialmente a las mujeres, va directamente al corazón de los jóvenes", respondió este miércoles Pepe Álvarez, secretario general de UGT, para quien el aumento "no destruye empleo". Junto con Unai Sordo de CCOO habían acordado no negociar un SMI inferior a los 1000 euros al mes.
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