Aunque Altán ya alcanzó el 40% de cobertura en la Red Compartida, el mercado no recibe con optimismo estas cifras, pues advierten que aunque exista la infraestructura no se dieron las condiciones para la generación de tráfico para que los servicios de telecomunicaciones lleguen a los usuarios, un error de origen que se advertía desde el inicio y hoy se materializa en su desperdicio, dicen expertos.  

Este problema viene desde el diseño del plan de negocios. que a pesar de las advertencias, se efectuó. Fu en el marco de los favores y compromisos saldados en el Pacto por México se incorporó tal proyecto diseñado por el hoy extinto Cofetel -ahora llamado IFT-bajo el liderazgo de Mony de Swaan- Desde entonces, el mercado ya advertía que sería un fracaso cuyos números simplemente no daban y no convencía a ningún potencial cliente.

La Red Compartida es el proyecto por el cual el Gobierno designó a una empresa -Altán- el despliegue de infraestructura neutra a disposición de operadores de telefonía móvil y banda ancha, a través de la red inalámbrica que usa la banda de 90MHz en el espectro de 700 MHz del espectro radioeléctrico. 

Junto con la Red Troncal, es la apuesta para detonar la cobertura de servicios de telecomunicaciones en el país. Aunque no hay que dejar de lado que dicho proyecto -responsabilidad de la CFE- también enfrenta problemas para atraer empresas. Por lo que el plan de que el Internet llegue a todo el país, incluso las zonas más marginadas, se complica. 

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Ahora, esas advertencias que se hacían desde 2014, a pesar de que Altán está cumpliendo, incluso por arriba de lo esperado, con su despliegue. Este domingo, la firma dio a conocer que entre mayo y junio avanzó su cobertura hasta Tuxtla Gutiérrez, Villahermosa, Cuernavaca y Veracruz. "Con estos lanzamientos la mancha de cobertura nacional de la red de ALTÁN cubre a finales de junio a 45 millones de personas, más de 40% de la población de México", anunció la firma en un comunicado.

Es un avance rápido en su objetivo de alcanzar al 92.2% de la población y 100% de pueblos mágicos para 2024. Pero entre los players del sector no existe optimismo, pues afirman que, a pesar del avance, esto no significa que vaya a tener tráfico suficiente y que los usuarios de las zonas a las que llegan puedan estar conectados o accediendo a los servicios.

El problema, acusan analistas en diálogo con LPO, viene desde la arquitectura del plan de negocios, tal como se advirtió, pues no se cuidó la parte de aprovechamiento efectivo de la red, pues el regulador no exigió el cumplimiento de cobertura a los operadores.

Jorge Bravo, director editorial de Mediatelecom, explica que la Red Compartida "es un recurso no suficientemente explotado o utilizado eficientemente porque no tiene los clientes suficientes, y por lo tanto, tienes demasiado espectro con muy pocos clientes e incluso sin la cobertura, lo cual nunca se garantizó".

Mony de Swaan, titular del hoy extinto Cofetel

Cuartoscuro

Por su parte, Ernesto Piedras, director general de The Competitive Intelligence Unit, critica que al destinarle tal cantidad de espectro a un solo operador "formó de alguna manera un monopolio", lo cual asegura que resulta contradictorio si lo que se requiere es generar competencia. Expone que 30 Mhz son suficientes para habilitar una empresa.

Bravo coincide en que si en lugar de apartar el espectro para una sola empresa y se hubiera licitado, el uso social que se le hubiera dado hubiera sido mejor. Los analistas explican que al menos 17% del tráfico nacional debería de estar cruzando por la red compartida, y de acuerdo con Piedras, actualmente es de cero.

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"Si es un fuerte desperdicio y al crear un monopolio en esta infraestructura hay un desánimo de origen", explica el experto, quien también señala que el argumento de haberla diseñado así para ofrecer servicios baratos al pueblo fue erróneo.

"Está comprobado que la gente de más bajos ingresos trae buenos equipos. Entonces, no tiene razón de ser esta red pública compartida. Esto me recuerda a la Conasupo. Esto es como la Conasupo de las telecomunicaciones. La gente no quiere maizoros de las telecomunicaciones; la gente quiere servicios buenos a un precio accesible".

El problema, señalan, es que hoy en día no habría a quién sancionar, pues los problemas que enfrenta son de origen que no contemplaron la utilización efectiva, sino solo el de cobertura. "Ese tipo de errores es común cuando el Gobierno mete la mano en operación de mercado", criticó Piedras, que compara esta acción como si se hubiera hecho una carretera pero sin importar que no hubiera carros.