El rey emérito ya no tendrá que preocuparse por la investigación sobre la donación de 100 millones de dólares que le realizó el monarca Abdalá de Arabia Saudita en 2008. Es que el fiscal suizo Yves Bertossa cerró la causa al no haber encontrado las pruebas suficientes para demostrar el vínculo entre el monto de las supuestas comisiones ilegales y los contratos con empresas españolas para la construcción de un tren de alta velocidad en territorio saudita.

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Sin embargo, la Fiscalía de Suiza explicó que se trata de un archivo parcial, porque la Fundación Lucum, con sede en Panamá y donde se depositaron los 100 millones, demostraría "una voluntad de ocultación" de los acusados, entre ellos la examante del rey emérito, Corinna Larsen. Ese dinero que equivale a unos 65 millones de euros habría pasado de manos de Juan Carlos a las de Larsen. 

La investigación considera que el emérito ha recibido comisiones no solo de la familia real saudita sino de otros países del Golfo Pérsico como Kuwait y de Bahréin a través de Lucum. Larsen demandó a mediados de este año al emérito ante un alto tribunal británico por presunto acoso y espionaje, que la justicia de ese país se encuentra analizando por estos días.

Con todo, la resolución de la Fiscalía suiza es una buena noticia para Juan Carlos, que insiste a su entorno con volver a España, aunque la Casa Real no estaría de acuerdo con los términos que plantea el emérito, autoexiliado desde agosto de 2020 en Emiratos Árabes Unidos. Pero la noticia del archivo de la investigación en Suiza ya suscitó los primeros apoyos de los partidos de la derecha. 

 La resolución de la Fiscalía suiza es una buena noticia para Juan Carlos, que insiste a su entorno con volver a España, aunque la Casa Real no estaría de acuerdo con los términos que plantea el emérito, autoexiliado desde agosto de 2020 en Emiratos Árabes Unidos

Uno de los primeros en pronunciarse fue el portavoz nacional del PP, José Luis Martínez Almeida, quien afirmó que se le debe "reconocimiento y gratitud" al emérito por su labor durante la Transición. "Si la Fiscalía ha archivado ese caso, con el que muchos se lanzaron a perseguir al rey Juan Carlos para de manera indirecta perseguir y estigmatizar a la Monarquía, hoy quizá, a lo mejor, deberían pedir disculpas", sostuvo.

Ni siquiera Vox se mostró tan entusiasta. Jorge Buxadé, vocero de la dirección nacional, lamentó que se utilizara el caso para socavar a la monarquía, cuando en realidad se tratan de "ataques a la unidad de España" y desestimó el eventual regreso al país: "Es una decisión personal". En la misma línea se pronunció Edmundo Bal, portavoz de Ciudadanos en el Congreso, que aseguró este lunes que el rey "puede hacer lo que le venga en gana".

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Es una recepción más fría de la que podría esperar Juan Carlos, quien de acuerdo a informaciones periodísticas habría expresado su voluntad de volver a la Zarzuela y contar con una asignación, que justamente fue suprimida por su hijo. La figura del emérito, admiten en círculos monárquicos, daña más de lo que complementa al rey Felipe VI y a toda la familia real. Aunque el archivo de las causas que le involucran lo habilita a volver.

Pablo Fernández, portavoz de Unidas Podemos, recordó que el problema sigue siendo la monarquía. "Lo más importante es que la monarquía es una estructura para cometer corrupción", declaró esta mañana, y luego agregó que si el emérito regresa a España "tendría que ser única y exclusivamente para rendir cuentas ante la justicia española y ante la ciudadanía". Juan Carlos necesita sumar voluntades antes de poner un pie en suelo español.