Estados Unidos logró un recurso ante el Tribunal de Apelación de Londres contra un fallo del pasado enero que había denegado la extradición del activista de WikiLeaks Julian Assange a ese país por riesgo de suicidio.

Assange es acusado de violar la ley de espionaje, la ley de fraude y abuso informático, por la difusión de registros militares y otros documentos confidenciales, delitos que podrían derivar en una condena de 175 años de prisión.

El fallo de la jueza británica Vanessa Baraitser que evitó su extradición en enero por el riesgo de vida ante la posibilidad concreta de pasar el resto de sus días en prisión, no abordó la cuestión de fondo. Para su pronunciamiento se basó en la frágil salud mental de Assange y apenas sobrevoló el debate sobre la libertad de prensa que gira alrededor de la detención del fundador de WikiLeaks.

Los cables secretos que Assange difundió expusieron crímenes de guerra estadounidenses en Irak y Afganistán, archivos sobre las detenciones extrajudiciales en la prisión de Guantánamo y cables diplomáticos que revelaron violaciones de los derechos humanos en todo el mundo. Un representante del Departamento de Justicia de Estados Unidos anticipó al Washington Post que el gobierno de Donald Trump apelará el fallo.

LPO conversó en exclusiva con el ecuatoriano Carlos Poveda, integrante del equipo de abogados de Assange, quien explicó que "es el proceso es largo, hay instancias por recorrer e incluso evaluamos acudir a la Corte Europea de Derechos Humanos".

  Carlos Poveda, abogado de Assange  

Poveda planteó que "lo que implica este fallo para Assange es más personal que legal, sigue en la cárcel sin condena, de forma arbitraria e injusta. Tiene familia en Londres y es un abuso contra su integridad".

Ahora, los jueces de este tribunal londinense concluyeron que el Gobierno estadounidense ha ofrecido suficientes garantías de que Assange recibirá el trato adecuado para proteger su salud mental, luego de que los abogados norteamericanos prometieran que no se mantendrá al periodista en aislamiento punitivo, y dictaron que puede ser extraditado.

Lo que implica este fallo para Assange es más personal que legal, sigue en la cárcel sin condena, de forma arbitraria e injusta. Tiene familia en Londres y es un abuso contra su integridad

Poveda aseguró que "no confiamos en esas garantías porque hay precedentes en la justicia española y británica en donde prometió lo mismo y luego no lo cumplió. Tampoco estamos seguros que se respeten las garantías mínimas y las medidas administrativas que se puede aplicar allá". "El ha manifestado su intención de cumplir la condena en Australia pero hasta que haya una sentencia firme en Estados Unidos puede pasar mucho tiempo y el seguirá privado de su libertad", añadió el letrado.

Al eliminarse la imposibilidad de extradición por riesgo de suicidio, se abre la puerta para que Estados Unidos vuelva a pedir la entrega del fundador de WikiLeaks, de 50 años, en una fecha por determinar.

Sobre los pasos a seguir de la defensa, Carlos Póveda detalló que "el proceso sigue, tiene que recurrirse dentro de los 14 días ante la Corte Suprema de Gran Bretaña para que revise esta orden de extradición y ante instancias superiores. Es suerte de apelación cruzada par que se consideren otros elementos como los derechos fundamentales de libertad de expresión e información".

Si es extraditado, juzgado y condenado, Assange podría ser encarcelado a un máximo de 175 años de cárcel, aunque la sentencia exacta es difícil de calcular y podría ser más corta.

Assange está recluido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, cerca de Londres, desde que el 11 de abril de 2019 fue detenido por sorpresa dentro de la legación ecuatoriana después que el entonces presidente Lenin Moreno le retirase el asilo concedido por su predecesor, Rafael Correa.