María Eugenia Vidal ganó cómoda en la Ciudad, pero el resultado no alcanza para catapultarla como la sucesora natural de Horacio Rodríguez Larreta. La ex gobernadora logró consolidar los votos de la interna de Cambiemos y en el gobierno porteño se dieron por satisfechos.

"La perdonaron, pareciera que no le da para la presidencia, pero está de vuelta", dijo a LPO un dirigente del PRO sobre la performance de Vidal.

Había dudas de cómo recibiría el electorado la vuelta de la ex gobernadora bonaerense, que fue vicejefa de gobierno porteña entre 2011 y 2015. El porcentaje de Vidal es mejor que el obtenido por el propio Larreta en 2015, pero peor que los números de Cambiemos en 2017 y 2019.

Había dudas sobre como recibirían los porteños el regreso de la ex gobernadora bonaerense al distrito. "La perdonaron", fue la lectura en su equipo. El resultado sin embargo no alcanzó para consolidarla como sucesora natural de Larreta.

A Vidal la votaron casi uno de cada dos porteños, un número envidiable, pero en el larretismo apostaban a un número más abultado para posicionarla como sucesora natural de Larreta y una figura para contraponer al candidato del radicalismo.

Telam

Quiénes la conocen sostienen que es una de las mayores defensoras de la idea de ir por la presidencia de la Cámara de Diputados para poder pelear en 2023 por la presidencia, una idea que no convence demasiado a Larreta. 

¿Continuará la dinámica maestro-alumna o Vidal? Por lo pronto Vidal intenta llenar la mayor cantidad de casilleros posibles en el gobierno porteño con funcionarios afines y desde diciembre manejará la Legislatura. Días atrás intentó avanzar para quedarse con un ministerio y desde el radicalismo frenaron la maniobra.

En el PRO habían trazado la línea en simbólico número de 50% y la ex mandataria quedó a tres puntos. Son varios los competidores que se le animarán a la ex gobernadora con el resultado: desde Soledad Acuña a Fernán Quirós, o incluso Felipe Miguel.