Con el alta confirmada y de nuevo en Brasilia, Jair Bolsonaro se metió de lleno en los debates de la coyuntura brasileña. El domingo cuestionó a la comisión que lo investiga por el escándalo de los sobreprecios en las vacunas contra el coronavirus y lanzó acusaciones contra el Senador opositor, Randolfe Rodrigues.
Ahora volvió con un fetiche que eligió defender en los últimos tiempos: el voto impreso. Bolsonaro argumenta que si no hay reforma en el sistema de votación el proceso electoral será fraudulento. Pero en las últimas declaraciones fue más allá y deslizó la posibilidad de no postularse para un segundo mandato.
El lÃder brasileño nunca presentó pruebas para sostener su denuncia y eso genera fuertes tensiones con el Tribunal Superior Electoral presidido por el magistrado Luis Barroso porque se corre el riesgo de abrir un vacÃo legal si decide impugnar los resultados ante una eventual derrota.
Bolsonaro contra Lula: "Sólo puede volver con fraude"
En ese marco, Bolsonaro disparó: "Las mismas personas que sacaron a Lula de la cárcel y lo hicieron elegible contarán en secreto los votos dentro del TSE. Las mismas personas".
"La gente dice que estoy ofendiendo al ministro Barroso. No estoy ofendiendo, estoy mostrando la realidad", dijo el presidente ante sus seguidores en una intención de movilizar a su núcleo duro como lo hizo Donald Trump luego de perder con Joe Biden en Estados Unidos.
Las encuestas de opinión ubican a Lula ganador, algunas de ellas en primera vuelta, en las elecciones de 2022. Por eso, Bolsonaro aumentó su munición discursivo contra el proceso electoral brasileño y el juez Barroso en particular a quien calificó de "imbécil e idiota".
Encuesta ubica a Lula con el doble de votos que Bolsonaro en primera vuelta
El pasado 8 de julio, el presidente declaró: "Las elecciones del próximo año serán limpias. O tenemos elecciones limpias en Brasil o no tenemos elecciones". Al dÃa siguiente, también sugirió que solo pasarÃa la banda presidencial a un sucesor en el sistema de votación impresa. "No le tengo miedo a las elecciones, le doy la banca a quien gane, en un voto auditable y confiable", advirtió entonces.
Los frentes de batalla que sostiene Bolsonaro son varios pero el más grave se desarrolla en el Senado con la investigación de la CPI que generó la apertura de una causa contra el mandatario por "prevaricato". Si bien los números aún no son suficientes para iniciar un juicio polÃtico, la presión sobre sus aliados se hace cada vez más fuerte.
En el entorno de Bolsonaro y en la oposición, descartan que el ex capitán del Ejército no sea candidato y entienden que sus amenazas buscan limar la legitimidad de un proceso electoral que en la previa lo ubican como perdedor.
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A él lo eligieron diputado cuatro veces y presidente una vez mediante el voto electrónico. Entonces según sus propias palabras ninguno de sus mandatos fue legítimo, ni siquiera el vigente.
Son iguales en todos lados.