Juan Schiaretti anticipó que pondrá "la mejor oferta electoral posible" para intentar la heroica: retener tres diputados nacionales y recuperar para Hacemos por Córdoba la banca en el Senado en la que está sentado Carlos Caserio, un ex aliado.
El contexto pre electoral, de acuerdo a las últimas encuestas, es de un fuerte rechazo a la figura de Alberto Fernández y la recuperación de la imagen de Schiaretti, aunque con una mayoritaria preferencia inicial de los cordobeses a votar a Juntos por el Cambio.
Con Alejandra Vigo de Schiaretti y Natalia de la Sota como "números puestos" para encabezar, respectivamente, los tramos de senadores y diputados, Hacemos por Córdoba pone en una misma boleta los dos apellidos fundadores de la más exitosa sociedad polÃtica de la provincia, imbatible en elecciones ejecutivas desde 1998, aunque con frecuentes tropiezos en las de medio tiempo.
Schiaretti muy cerca de rechazar un acuerdo con el Frente de Todos pese al riesgo electoral
La danza de nombres, entonces, es hacia abajo de las que aparecen como firmes cabezas. Para secundar a Vigo sonó el actual vicegobernador, Manuel Calvo, en una candidatura testimonial: es impensado que Hacemos por Córdoba gane la elección de octubre para quedarse con los dos escaños de la Cámara Alta.
Desde el entorno de Calvo -un joven dirigente que es garante de la vieja guardia del peronismo que comienza, con esta elección, su retirada generacional- descartaron una candidatura.
En Diputados, el PJ pone en juego tres bancas: la de Vigo, la de Claudia Márquez y la que ocupa Paulo Cassinerio, mano derecha de Vigo. Cassinerio podrÃa repetir, pero en el PJ cordobés consideran que su destino está en el Ministerio de Desarrollo Social.
El otro delegado de Vigo, Raúl La Cava, conduce la SecretarÃa de PolÃticas Sociales de la Municipalidad de Córdoba. Con el dúo en sendas carteras, Vigo se garantiza el control directo de uno de los resortes más importantes del Estado peronista.
Esta jugada dejarÃa lÃbero al actual ministro de Desarrollo Social, Carlos Massei, histórico dirigente de confianza de Schiaretti, quien tendrÃa dos destinos posibles: un lugar en la lista de diputados o un ministerio que ya condujo: Gobierno.
Al frente de Gobierno, aunque con poder real recortado, está Facundo Torres, ex intendente de Alta Gracia y uno de los nuevos caciques territoriales del PJ. Torres aparece en este mapa como posible integrante de la lista a diputados, en un lugar que deberÃa ser expectable. En Gobierno ven la inclusión de Torres en la danza de nombres con un fórceps para su salida, despejándole a Massei esa cartera.
En tensión con Torres está Ignacio GarcÃa Aresca, intendente de San Francisco y lugarteniente de MartÃn Llaryora, actual intendente de la ciudad de Córdoba. Amigos desde la infancia, Llaryora le traspasó ese municipio. Su inclusión en la lista serÃa una muestra del equilibrio interno, particularmente con la figura de Calvo.
Finalmente aparece Laura Jure, actual ministra de Promoción y Empleo, soldada de Vigo, pero, además, lideresa de Tribuna Peronista, una agrupación de profesionales sub 50 que conduce importantes resortes del Estado.
De esa misma estructura surgieron Diego Cardozzo, ministro de Salud; NIcolás Carvajal, esposo de Jure y director de Apross, la obra social de los empleados públicos cordobeses; o la concejala Iliana Quaglino, nuera de Raúl Gigena, de máxima confianza de Schiaretti aunque alejado de la función pública, entre otros.
Jure comenzó a carretear en las últimas semanas, incrementándose su participación en los actos encabezados por Schiaretti, un habitual gesto de Roberto Sposetti, mandamás de la estrategia de comunicación.
Dos encuestas que circularon en la semana indican que si Schiaretti logra mantenerse como alternativa a la grieta, las chances de quedarse con el segundo lugar es técnicamente posible.
Encuestas
El barómetro mensual de Zuban-Córdoba (800 casos domiciliarios) indica que el 59,5 por ciento no votarÃa a los candidatos que representen al Gobierno de Alberto Fernández. En ese mar deberá pescar Hacemos por Córdoba, compitiendo con Juntos por el Cambio.
El discurso schiarettista de "defensa de los intereses de Córdoba" parece haberse quedado sin sustento fáctico: la misma encuesta indica que la principal motivación de la mayorÃa de cordobeses es "la defensa de los intereses de los argenntinos".
Juega a favor de Schiaretti su alta imágen (62,5 por ciento) y la de su socio, MartÃn Llaryora (48). En Juntos por el Cambio, Mario Negri mantiene el 44 por ciento y Luis Juez, el 41.
De los candidatos mencionados en esta danza de nombre, sólo Vigo y De la Sota se acercan al 25 por ciento de aceptación en su imagen; el resto, más cerca de los 20 puntos.
La consultora Corinto (480 casos) confirma la alta desaprobación de Alberto Fernández y la mejora de la figura de Schiaretti.
Respecto de las expectativas electorales, el estudio dice que "sólo uno de cada cuatro cordobeses votarÃa" a favor del Gobierno nacional. Sin candidatos, 32 por ciento tendrÃa la "clara decisión" de votar a Juntos por el Cambio; y sólo 11 por ciento "se inclinarÃa por una lista de Hacemos por Córdoba y un 8 por ciento, por el Frente de Todos".
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QUE DESASTRE ARGENTINA....
Qué bueno que el schiarettismo no apueste por la política feudal donde el poder pasa de manos entre familiares como pasa con los barones kirchneristas del conurbano como Gustavo Posse, o como hace el propio kirchnerismo que rota en la presidencia de la república a Néstor Kirchner, su esposa y su hijo Máximo. Al menos en el interior los partidos se modernizan con gente nueva y con criterios autónomos y no con familiares directos de quienes estuvieron siempre.