Las elecciones de este domingo en Cataluña pueden provocar auténticos terremotos en la política nacional. El 14F no solo decide el próximo gobierno de la Generalitat si no que puede complicar todavía más la estabilidad del gobierno de Sánchez e Iglesias, abrir de nuevo el debate sobre el liderazgo de Casado y multiplicar la sensación de ocaso definitivo de Ciudadanos.

Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) aspiraba a ganar con claridad estas elecciones, pero una vez más, sus expectativas se han complicado en campaña, primero por el efecto Illa en el PSC y después por la recuperación de Junts. El resultado está muy abierto entre estos tres partidos y si cómo ocurrió hace 3 años, los de Puigdemont acaban por delante de los de Junqueras, ERC tendrá una nueva crisis de identidad que puede complicar mucho su papel de socio prioritario del gobierno de coalición en Madrid. Una Esquerra derrotada en las urnas sería todavía menos de fiar que ahora.

Si cómo ocurrió hace 3 años, los de Puigdemont acaban por delante de los de Junqueras, ERC tendrá una nueva crisis de identidad que puede complicar mucho su papel de socio prioritario del gobierno de coalición en Madrid.

Los resultados pueden también tensionar todavía más las relaciones entre los dos partidos de la coalición. El hartazgo de los ministros socialistas con Iglesias es absoluto y solo Sánchez e Iván Redondo mantienen la interlocución con el líder de Podemos.

Un nuevo batacazo de los de Iglesias en las urnas, tras lo ocurrido en Galicia y en País Vasco, le debilitaría todavía mas en el gobierno, pero también le haría mas imprevisible en sus próximos movimientos.

Iglesias tiene una carta de oro: a Sánchez no le queda más remedio que contemporizar con él si no quiere ir a elecciones. Un escenario que hoy está descartado porque además estamos en vísperas de recibir el maná de los fondos europeos que se van a gestionar directamente desde Moncloa.

Pablo Casado en un acto del PP en Tarragona.

Las elecciones catalanas se han convertido en una trampa mortal para Casado, incapaz de frenar el ascenso de Vox y con las bombas de Bárcenas en plena campaña. En Génova su equipo tiene asumido que los de Abascal les van a ganar por goleada y son conscientes de que el domingo por la noche se reabrirá con mas fuerza que nunca el debate sobre su cuestionado liderazgo con dos nombres alternativos pujantes: Feijóo en el ala moderada y Díaz Ayuso con todo el apoyo del poderoso y duro PP madrileño.

Las elecciones catalanas se han convertido en una trampa mortal para Casado, incapaz de frenar el ascenso de Vox. En Génova son conscientes que se reabrirá el debate sobre su liderazgo con dos nombres pujantes: Feijóo en el ala moderada y Díaz Ayuso con todo el apoyo del poderoso y duro PP madrileño.

La situación puede ser todavía más dramática para Inés Arrimadas. El desplome de Ciudadanos en Cataluña, en donde ganó las elecciones hace 3 años, va a ser histórico y en este caso ya no está en cuestión solo el liderazgo de Arrimadas sino la propia continuidad del proyecto. Dirigentes de Ciudadanos admiten que el partido puede saltar por los aires antes de las próximas elecciones municipales y autonómicas dentro de 2 años e incluso antes de las andaluzas del año que viene.