Las tensiones entre el PSOE y Unidas Podemos vuelven a dispararse en plena campaña de las elecciones catalanas del 14 de febrero. El partido de Pablo Iglesias ha pisado el acelerador a algunos de sus proyectos más polémicos como el de la Ley Trans para marcar perfil propio frente al PSOE.

Esta ley amenaza con provocar un grave enfrentamiento entre los dos partidos de la coalición y ha dividido profundamente al movimiento feminista. El proyecto establece que a partir de los 16 años se pueda cambiar libremente de sexo sin ningún tipo de informe, que los menores puedan hormonarse y que las personas trans con capacidad de gestar puedan acceder a los tratamientos de reproducción asistida. También se reconocen por primera vez a las personas no binarias, que no se identifican con ningún sexo.

Esta ley ha provocado el rechazo frontal de buena parte del movimiento feminista, que la considera un intento de borrar a las mujeres al considerar que el sexo no existe, sino que es una construcción social. Buena parte de las mujeres del PSOE se movilizaron hace unos meses y provocaron un duro posicionamiento del partido con Carmen Calvo a la cabeza en contra del proyecto.

Esta ley ha provocado el rechazo frontal de buena parte del movimiento feminista, que la considera un intento de borrar a las mujeres al considerar que el sexo no existe

Esta tensión se ha repetido ya en las últimas horas cuando desde la vicepresidencia de Calvo se ha asegurado a los medios que este es un proyecto que está muy verde y que en todo caso es de Igualdad y de Podemos, no del gobierno.

Las fuentes consultadas por LPO dan por hecho que la vicepresidenta y los ministros socialistas del Gobierno como el de Justicia, Juan Carlos Campo frenarán los aspectos más polémicos de la ley que, en cambio es apoyada con entusiasmo por la diputada socialista en Madrid, Carla Antonelli, una de las principales activistas del movimiento trans.

Las tensiones internas en el Gobierno no bajan ni siquiera después de la cumbre de ministros de ambos partidos celebrada la semana pasada y en la que hubo palabras subidas de tono, según informó el diario El País. Los ministros socialistas le advirtieron a los de Iglesias que no podían ser gobierno y oposición a la vez.

Fuentes socialistas del ejecutivo consultadas por LPO han mostrado su desesperación por esta situación de desconfianza permanente, aunque a la vez reconocen que no les queda más remedio que contemporizar porque es la única opción de seguir gobernando.