Casi como en aquel juego electrónico de aplastar los cocodrilos a martillazos: cuando el alza de un precio asoma por encima del promedio inflacionario del 29% que Guzmán anunció para 2021, el gobierno aparece con alguna resolución en un intento para frenarlo de un golpe.
Pasó este 31 de diciembre, cuando sin más justificación que la orden presidencial, Ginés González GarcÃa sacó una resolución suspendiendo el aumento que les habÃa otorgado a las prepagas menos de veinticuatro horas antes. El 7% en febrero quedó sin efecto hasta nuevo aviso, en un nuevo tira y afloje que desautoriza a los técnicos del Ministerio de EconomÃa que lo habÃan calculado y sugiere que los precios se van a manejar polÃticamente.
También pasó con los precios de los biocombustibles, que este domingo anunciaron que van a permitir que se recuperen muy paulatinamente después de un año congelados y con las empresas al borde de la quiebra. Y dÃas antes, con las telecomunicaciones a las que les dieron 5% de aumento.
Otro tanto sucedió con la repentina decisión de Basterra de pisar las exportaciones de maÃz hasta al menos marzo. En medio de un discurso polÃtico que pone en el centro de la economÃa la necesidad de incrementar las exportaciones que embanderan Guzmán y Kulfas, una medida a contramano de la urgente necesidad de divisas.
El 53% de aumento en el precio internacional del maÃz en cinco meses: una excelente noticia para la estabilidad cambiaria y una muy mala noticia para el precio de la carne en el mercado interno. Mientras por el mismo maÃz el paÃs puede conseguir un 53% más de dólares, los productores porcinos, avÃcolas y bovinos también deberán pagar un 53% más para comprar el alimento del ganado. Y eso impacta de lleno en la góndola. Más si se tiene en cuenta el 17% que subió en medio el dólar oficial. Casi 80% de aumento en pesos del costo de este insumo clave en menos de medio año.
Por eso, Basterra decidió el desacople "transitorio" del precio local respecto del precio internacional en una medida que castiga no solo a los cerealeros, sino también al Banco Central. Cada hectárea que no se siembre por esta polÃtica de control de precios, serán menos dólares a futuro que entren al paÃs, más restricción externa. Más si se tiene en cuenta que las agroexportaciones cerraron 2020 en prácticamente un mÃnimo histórico. Y que incluso si una parte de las carnes se destina a exportación, el resultado de incentivar a que se plante menos, puede terminar otra vez en menos abastecimiento para el mercado interno y también para afuera, como sucedió con la carne durante el gobierno de Cristina.
En paralelo y para dinamizar las exportaciones de los bienes de economÃas regionales más que golpeadas por la pandemia, el Gobierno les quita las retenciones -que iban del 5% al 7%- a la espera de que estos sectores generen más inversiones y exportaciones. Pero la advertencia ya quedó planteada: si el precio internacional mejora y se vuelve más rentable exportar que vender en el mercado interno, el Gobierno cerrará las exportaciones o subirá retenciones. Y el fruto de la inversión no será del que arriesgó e invirtió. Primero está la mesa de los argentinos, dejó en claro la vicepresidenta.
El gobierno busca una fórmula para mantener la suba de tarifas sin chocar con Cristina
Pisar cada precio conforme suba, como ya pasó con las telecomunicaciones -a las que decretaron servicio público- no es una polÃtica contra la inflación, sino un sinfÃn de tratamientos sintomáticos que no atacan la causa. Y que, al igual que con los martillazos sobre los cocodrilos de los fichines, no evitan que otro precio asome por sobre el 29% anual. Y al igual que en los fichines, llega a un momento en el que no dan las manos. Por eso, Paula Español la semana pasada convocó a los representantes de comercio interior de cada provincia para pedirles ayuda a todos los intendentes del paÃs a mantener un férreo control de precios.
"Es año electoral y la polÃtica va a pisar dólar y tarifas para que los salarios le ganen a la inflación. El riesgo es que, con pocas reservas, si no acomodan un poco las cuentas fiscales y del desequilibrio monetario para venderle al mercado, esa historia macroeconómica se consiga con más brecha cambiaria y que eso juegue en contra de contener la inflación. 2020 termina con una inercia inflacionaria en la zona del 50% de ritmo si se anualizan los datos de los últimos tres meses. A nosotros diciembre nos dio en torno al 4%, con los precios estacionales y las tarifas algo por debajo porque los vienen pisando y la inflación núcleo arriba del 4%", dijo a LPO el economista Federico Furiase de Eco Go.
"A diferencia de buena parte del mercado que ve un inminente salto del tipo de cambio oficial ante la cuenta de las reservas netas yo no veo a la polÃtica convalidando un salto del dólar oficial en el año electoral (antes de octubre) teniendo en cuenta que con cepo la trayectoria del dólar oficial es una decisión polÃtica. Creo que antes de convalidar una devaluación formal van a ir por el camino de más cierre de importaciones, aumento de tasas, incluso si es recesivo y presiona sobre la inflación, pero no avanzando sobre las exportaciones como pasó con el maÃz, que creo que es un caso puntual por el impacto en la mesa de los argentinos".
"Lo peor que podrÃan hacer es tocar las exportaciones porque eso es como un búmeran que te golpea la oferta de dólares de largo plazo. Lo mejor que puede hacer es cerrar un acuerdo con el Fondo y venderle una historia convincente al mercado para que lo financie y el agro termine liquidando dólares con los que mantener tranquila la brecha. Son los tres frentes para Guzmán: convencer al FMI, convencer al Gobierno y convencer al mercado para que ni la brecha ni el dólar ni el déficit se le escapen", concluyó Furiase.
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Los empresarios argentinos nos saben trabajar. Solo saben especular y ponerle bolsitos a los corruptitos políticos que tenemos para que les de "reglas claras" y pelotudeces asi, que solo son eufemismos para beneficios legales y fiscales para poder cagarse en los trabajadores y podes lavar la guita en negro que ganan evadiendo impuestos.
Y despues los datos que usted da de cosechas, estan vinculados directamente con la deforestación ilegal. El mayor factor del crecimiento de la produccion no es la inversion, sino la destruccion y la concentración de tierras nativas. Ni hablar de las condiciones climaticas y muchos otros factores que son mil veces mas relevantes. Correlacion no implica causalidad.
Inversión? Jaaaa solo invierten si tienen la puerta abierta para la bicicleta financiera y poder hacer mas pobres a sus trabajadores y a todos el resto de los argentinos. Apenas mejora la condición de vida del resto, hacen percha el pais para mantener su posicion oligo monpolica. ¿Cuantos bolsitos pusieron para poder cagarse en la ley de bosques? ¿Cuánta ponen hoy?
Le dejo un ejercicio simple, bajese el programa de google earth y fijese año a año el nivel de deforestación y destrucción de los bosques y selvas del centro y noreoeste del pais. Y sin embargo los niveles de pobreza en esas zonas son los peores del pais.
La falta de inventiva, el apego a las ideologías que atrasan décadas, la proyección futura de mas mediocridad en el mejor de los casos, hacen que este país se vaya transformando en una especie de pantano en donde cada movimiento nos hunde más, la mejor política pasa por no hacer olas y tratar de que no explote todo...y lo peor de todo es el acostumbramiento...
Se está terminando de instalar el modelo neofeudal de algunas provincias del interior, en donde viven en la mierda desde siempre y sin embargo los gobernadores son reelectos y están hace 20, 30 años...y después les siguen las mujeres o los hijos...increíble como un país que hasta por lo menos los años 70 era por lejos el más desarrollado de Latinoamérica, se va convirtiendo en esto...