Un grupo de diputados de Cambiemos firmó un comunicado en solidaridad con su colega del Frente de Todos Federico Fagioli, que el viernes fue demorado y agredido en el aeropuerto de La Paz, donde este domingo participará como veedor en las elecciones presidenciales junto a un contingente de legisladores oficialistas.
Pero no pudieron evitar traslucir la grieta entre duros y blandos que domina el principal frente opositor en el Congreso: si bien los nueve firmantes se identificaron como "miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de Juntos por el Cambio", otros nueve de sus pares de esa bancada que la integran no la suscribieron.
Si bien muchos rebeldes se identifican con la "línea dura" del interbloque, propensa a adoptar posturas más intransigentes con el Gobierno, otros que caminan por esta vereda sí firmaron el documento en apoyo a Fagioli, como Waldo Wolff, del PRO.
Se negó a subscribirlo Fernando Iglesias, militante televisivo de los duros, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores y presidente de la de Mercosur. Desde esa posición, el viernes por la tarde publicó un twitter preguntándose si Evo Morales viajaría a La Paz en pleno proceso electoral y si era compatible con su status de refugiado.
El ex presidente boliviano sigue el proceso electoral desde Buenos Aires y ni siquiera votará, porque está empadronado en La Paz. Pero además, Iglesias presentó un pedido de informes a Solá para conocer si sus actividades en el país fueron compatibles con su condición jurídica.
Y no firmó el documento de sus compañeros, de sólo un párrafo, en el que se solidarizan "con los diputados nacionales y los miembros del cuerpo diplomático argentino que lo acompañaban en la misión de observación del proceso electoral en la República Plurinacional de Bolivia, frente al maltrato recibido cuando fueron demorados al ingreso al vecino país".
"Y solicitamos a las autoridades resguardar su integridad personal y el normal desarrollo de la misión de la observación, que lamentamos no haber sido convocados a integrar, y que fuera oportunamente autorizada por el Tribunal Superior de Bolivia", señalaron los diputados.
Los firmantes fueron Facundo Suárez Lastra (UCR), Silvia Lospennato (PRO), Albor Cantard (UCR), Dolores Martínez (UCR), Karina Banfi (UCR), Waldo Wolff (PRO), Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica), Matías Maquieyra (PRO) y Carmen Polledo (PRO).
Como contó LPO, el contingente fue invitado por Eva Copa, la presidente del Senado y miembro del MAS, ingresó al país por la ciudad de Cochabamba y cuando aterrizó en el aeropuerto de "El alto", lindero a La Paz, autoridades locales intentaron que no ingresara Fagioli.
Según su relato, los llevaron con armas a un salón junto a un funcionario del Consulado, intentaron obligarlos a firmar un documento auto incriminándose de cometer delitos de lesa humanidad y trasladarlos en camioneta hasta la frontera con Argentina, en la ciudad de Villazón, a 25 horas por ruta. Se resistieron y se les permitió ingresar.
Entre los otros diputados que no se solidarizaron con Fagioli está Mario Negri, jefe del interbloque Cambiemos; y los cordobeses Soher El Sukaria y Diego Mestre. Tampoco firmaron Lucila Lehmann, de la Colación Cívica; Alberto Asseff, del aliado partido Unir; y los radicales Ricardo Buryaile y Álvaro de Lamadrid, con pasado laboral en la Organización de Estados Americanos (OEA). Ni el neuquino Francisco Sánchez, cercano al grupo de Emilio Monzó y Rogelio Frigerio.
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Ya que con Macri estaban pegados al golpe y a Camacho, ya que Wolff, Iglesias, el cachalote nefasto carrió se comunicaban con los golpistas para ofrecer negocios espurios y consejos de como manejar la economía y las privatizaciones.
El Alto va sin comillas y con mayúscula en ambas palabras. Es el nombre de una ciudad y por lo tanto un nombre propio.
Buenísimo que una parva de diputados macristas no firmen el comunicado. Así queda claro que apuestan por el diálogo y la convivencia democrática como lo hace el gobierno de facto de Añez en Bolivia.