Cristina Kirchner logró que Cambiemos acepte la continuidad de sesiones remotas después de una reunión con el jefe de esa bancada Luis Naidenoff, que podría condicionar la negociación que en 10 días habrá en la Cámara de Diputados para definir cómo se debaten leyes el resto del año. 

"Mirá Luis: nosotros jugamos con las reglas del fútbol. Pero si ustedes quieren jugar al rugby, sabemos cómo tacklear", le advirtió la vicepresidenta al formoseño, que el viernes pasado había rechazado a los gritos y por segunda vez en una semana la continuidad de las votaciones por internet.  

Ese jueves el Senado aprobó por unanimidad el decreto 16 de Cristina, una segunda ampliación de la prórroga de sesiones virtuales definida el 12 de septiembre por otros 60 días e impugnada en la justicia por Cambiemos. Las causa de la medida sigue siendo la imposibilidad de agrupar a 72 legisladores por la pandemia del coronavirus y sólo se agrega que pueden estar al recinto un senador por cada una de las tres fuerzas chicas (el interbloque federal y los monobloques de Misiones y Río Negro).  

Cambiemos rechazó el protocolo de Cristina: "Ni en estado de sitio se impide la presencia de senadores"

El último viernes la mayoría oficialista del Senado había avalado otro decreto para sumar de modo presencial a 2 senadores por el Frente de Todos y 2 por Cambiemos, que ese día lo rechazó porque exigía que fueran rotativos en una misma sesión. Además, se opuso a que un día antes deban pedir una autorización al secretario parlamentario, Marcelo Fuentes, para que acondicione el hemiciclo. 

Ambas situaciones no variaron pero aún así los senadores Naidenoff y Humberto Schiavoni, jefes de la UCR y el PRO, anunciaron que Cambiemos avala las sesiones remotas y abandona la rebelión que mantenía desde hace un mes, que consistía en no votar en sesiones y comisiones, aun después de participar en los debates. 

"Mirá Luis: nosotros jugamos con las reglas del fútbol. Pero si ustedes quieren jugar al rugby, sabemos cómo tacklear", le explicó Cristina a Naidenoff.  

Naidenoff reiteró su disconformidad con el poder de veto que tendrá Fuentes y reclamó que los próximos temarios de sesión se definan en reuniones de jefes de bloques, conocidas como labor parlamentaria. Parte del acuerdo sería que haya una sesión semanal hasta el 30 de noviembre, para desempolvar expedientes cajoneados.  

Pero el formoseño no hizo mención a la rotación de senadores, que hasta hace una semana mencionaba como decisiva en la negociación. Como señal de consenso, Esteban Bullirch y Julio Martínez, del PRO y la UCR, sesionaron en el hemiciclo, donde hasta hace una semana sólo podían estar los senadores que fueran autoridad de la Cámara.  

Según supo LPO, un sector negociador del principal bloque opositor nunca estuvo de acuerdo con desconectarse de las sesiones al momento de votar y exhibir un desgano laboral ante sus electorados, pero habían cedido ante una línea más dura liderada por Martín Lousteau, presente en todas las sesiones por ser vicepresidente de la Cámara. 

Lousteau no estuvo este jueves y se desconectó en las votación junto a cuatro compañeros de Cambiemos: el radical Juan Carlos Marino; Gladys González y Guadalupe Tagliaferri (PRO); además de Lucila Crexell, aliada del interbloque federal. 

Fuentes cercanas a los rebeldes relataron a LPO que hasta este miércoles tenían acordado mantener la desconexión. Pero "en forma intempestiva" se modificó la postura, "justo cuando se iban a designar jueces y una semana después de la quita de fondos a la Ciudad".  

Fotografía HCSN

Lousteau promovió la ruptura en la sesión de la semana pasada, cuando llamó desde el recinto uno por uno a sus compañeros que seguían conectados para que apagaran el zoom y no votaran. 

Fuentes del oficialismo aseguran que trató de reunirse con Cristina para cerrar el conflicto, a través de varias gestiones con sus asesores, pero nunca le llegó el pedido de audiencia y la vicepresidenta sólo aceptó recibir a Naidenoff, que luego negoció lo conversado con Schiavoni.  

Cerca del economista niegan esa versión. "Nunca pidió una reunión formal y menos lo haría en representación del interbloque. Pero es el vicepresidente y por supuesto que cree que debería haber un diálogo mínimo entre las autoridades que son la mesa de conducción del cuerpo".

Cambiemos apela el fallo que valida las sesiones remotas, pero evita apurar a la Corte

Desde Misiones, Schiavoni apeló al diálogo. "Es necesario que el Congreso y las instituciones funcionen. Estoy de acuerdo en que una minoría no puede imponerse sobre una mayoría. Pero tiene que haber acuerdos políticos", sostuvo en la sesión. Insistió con la interpretación de que se requiere dos tercios para prorrogar el protocolo porque una votación virtual es una modificación reglamentaria.

En el frente de Todos rechazan ese concepto. Mario País volvió a aludir al fallo de la Corte de abril, cuando ante un pedido de declaración de certeza de Cristina "permitió que se realicen sesiones remotas por vía interpretativa del reglamento. No hace falta cambiarlo".

Y hasta citó la jurisprudencia interna del máximo Tribunal, que este año emitió acordadas de modo virtual sin que su propio reglamento interno lo contemplara. "Nosotros tenemos el artículo 30, que nos habilita a salir del recinto en casos de gravedad institucional", comparó.

El Senado tendría una sesión remota por semana hasta diciembre. Pero Cambiemos en Diputados insiste en pedir presenciales y deberá discutir un nuevo protocolo el 21 de octubre. El oficialismo se apoya en el fallo de Lavié Pico para imponerse.    

Como no se aclara si son hábiles, el protocolo del Senado podría durar hasta fines de noviembre, cuando finaliza el período ordinario del Congreso. Entre diciembre y febrero sólo pueden votarse leyes que solicite el Gobierno. 

El acuerdo en el Senado condicionó a los cambiemistas de Diputados, que el martes sufrieron un rechazo del juez Enrique Lavié Pico a la impugnación presentada por la sesión del 1 de septiembre, minutos después que rechazaran una prórroga a las votaciones virtuales. Reclamaban unanimidad porque el protocolo exigía "consenso", que en los organismos internacionales no admite disidencias.

El 8 de septiembre el oficialismo en esa Cámara aceptó incorporar al protocolo las sesiones presenciales cuando un bloque lo requiera y Cambiemos ya las solicitó para debatir el presupuesto y el impuesto a la riqueza. Como explicó LPO, esa prórroga vence el 21 de octubre, Cambiemos apeló el fallo de Lavié Pico y pronto debería reeditarse el duelo entre Sergio Massa y el radical Mario Negri. 

La semana pasada, la diputada oficialista Mayda Cresto presentó un proyecto para cambiar el reglamento de Diputados y contemplar las sesiones remotas como una opción permanente mientras haya pandemia. Todavía no tiene fecha de tratamiento. 

Desde el Senado, Pais llamó a los diputados oficialistas a resistir. "Hay una unanimidad cuando hay teocracia. No podemos ser victimas de imposición de criterio de unanimidad en democracia. Puede ser un objetivo loable, pero no puede ser impuesto ni aún en situaciones de emergencia.  Vamos a buscar el consenso, pero no vamos a aceptar que si no hay unidad no se puede funcionar es una esencia de la democracia la libertad".