Las cifras de mortandad del Covid-19 en Argentina muestran que el 38,15% de los fallecidos son personas de 80 años de edad o más. Mientras que el 23,9% fueron personas de entre 70 y 79 años. Estos datos muestran que la incidencia por franja etaria del contagiados que fallecieron a raÃz del virus no coinciden con los de otros paÃses de la región ni del mundo.
Desde luego, los datos del Ministerio de Salud confirman que en el paÃs los grupos etarios más afectados son los de los adultos mayores, pero de ninguna forma permiten sugerir que a los más jóvenes no los afecta. El 37,95% de los fallecidos son menores de 70. Y el 18,3% no llegaban a los 60, lÃmite formal de la denominada "tercera edad".
Con el 62% de los fallecidos menores de 80 años, Argentina muestra en términos relativos más fallecidos jóvenes y de mediana edad que los paÃses europeos. En tanto, si se lo compara con Brasil se observan menos muertes entre los adultos de mediana edad pero con diferencias significativas por rango etario. Esto muestra dos realidades: cuanto más envejecida es una población, más decesos en términos relativos se registran dentro de las franjas etarias mayores; y segundo, cuánto más comorbilidades y enfermedades preexistentes como hipertensión, diabetes y obesidad - fuertemente correlacionadas con menores Ãndices de desarrollo humano- más impacta el virus en toda la población, incluso los adultos jóvenes.
Con una pirámide poblacional más envejecida que Brasil y que Argentina, Italia concentró al 57% de sus óbitos entre los mayores de 80 y solo el 4,7% entre los menores de 60. En el caso de Argentina el 18,3% de los fallecidos tenÃan hasta 59 años de edad.
Los porcentajes por franja etaria coinciden con menos de tres puntos porcentuales de diferencia por franja etaria con los de Chile, incluso si el paÃs trasandino con 52 decesos por millón de habitantes casi quintuplica a los de Argentina. Sin embargo, se diferencian notoriamente de los de Brasil, donde los fallecidos mayores del 80 son el 22,3% de la totalidad de los difuntos por coronavirus.
En parte porque es una sociedad con una pirámide demográfica más aplanada y con menor expectativa de vida. AllÃ, la mortalidad también golpea menos a la franja de entre 40 y 49 años de edad con el 8,6% (frente al 11% en Argentina), pero se exacerba entre los de 50 y 59 con el 23,1% de los decesos (frente al 19,65% aquÃ).
Si bien en lógico que se registren proporcionalmente más muertes de ancianos en paÃses que tienen más mayores de 75 tanto en términos relativos como absolutos, y que por lo tanto estas diferencias puedan deberse a las distintas caracterÃsticas demográficas entre paÃses y a la mayor mortalidad en los paÃses europeos -hoy Argentina suma 11,8 muertos por millón de habitantes, frente a los 551 de Italia-, también sugieren que a medida que crece el impacto de la pandemia, va sumando más vÃctimas fatales entre los mayores de 60 que las que que los datos de la primera etapa permiten proyectar.
Por ejemplo, en el caso de España -que a hoy suma 580 muertos por millón-, los difuntos de hasta 59 años de edad son también el 4,7% mientras que los mayores de 80 son el 62,1% de un total que supera las 27 mil vÃctimas fatales por la pandemia.
El otro punto que es clave notar es que la mortalidad se dispara en los grandes centros urbanos donde las condiciones movilidad y de densidad de habitantes facilita los contagios. El caso de Madrid es ejemplificador: con el 14% de la población española concentrada allÃ, acumuló el 32,3% de los fallecidos del paÃs. Pero además genera congestionamientos en el acceso a la salud, lo que también incide en mayores tasas de letalidad (cantidad de muertos sobre casos confirmados). En Madrid, el 13,4% de los hisopados positivos perdieron la vida, contra el 10,3% observado en Cataluña, siguiendo con el mismo ejemplo.
En Chile, es similar: el 71,7% de los decesos se concentró en la Región Metropolitana de Santiago de Chile.
La Argentina en esto no es excepción. La Ciudad de Buenos Aires con el 6,5% de la población total del paÃs, acumula el 48,4% del total de los casos y el 34,75% de las muertes por coronavirus. En tanto, la Provincia concentra el 34,8% de los positivos informados hasta la fecha y el 41,5% de los fallecimientos. Es decir, estos dos distritos suman el 72,25% de las muertes reportadas.
En otras palabras, los casi 12 muertos por millón de Argentina no son indicativos de la tasa de mortalidad que azota a cada distrito. Si solo se toma la población porteña, entonces la tasa se acerca a los 62 muertos por millón. En cambio si se toma la de la provincia de Buenos Aires, es de 13,4 decesos por millón.
En este sentido, Chaco también se muestra como un foco complejo. Con el 9,27% de los fallecidos del paÃs, en realidad mantiene la segunda tasa de mortalidad más elevada del paÃs con 42,5 muertos por millón de habitantes.
Con una población similar, Santa Fe tiene siete veces menos muertos que Uruguay
En el resto de las provincias donde se registraron muertes, los valores estuvieron por debajo del promedio nacional y con resultados muy disÃmiles pese a haber respondido de forma muy similar con cuarentenas estrictas en los primeros meses. Con poblaciones casi idénticas, Santa Fe tuvo 0,94 muertos por millón y Córdoba 9,4 muertos por millón, es decir 10 veces más.
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Déjense de joder.
A trabajar y hacer funcionar este país de vagos e inutiles.