La muerte de George Floyd en Minneapolis minutos después que un oficial de policía presionara durante varios minutos su cuello con la rodilla, encendió una cadena de protestas a lo largo de varias ciudades de Estados Unidos, pero en especial en el lugar de la tragedia. Allí desde hace cuatro días miembros de la comunidad afroamericana protestan, algunos de ellos atacando edificios públicos y negocios. El jueves un grupo de manifestantes prendió fuego a una delegación de policía previamente evacuada, dejando imágenes estremecedoras del descontento social que envuelve a la ciudad.

Este viernes finalmente fue detenido Derek Chauvin, el policía que aparece en el video apoyando su rodilla contra el cuello de Floyd, a quien se puede escuchar diciendo que no puede respirar. El fiscal de distrito Mike Freeman anunció que Chauvin es acusado de homicidio en tercer grado gracias a la evidencia en video, las declaraciones de testigos, y una examinación médica preliminar de la víctima.

De acuerdo con el documento de la acusación, el policía mantuvo presión con su rodilla sobre el cuello de la víctima durante 8 minutos y 46 segundos. Los últimos 2 minutos con 43 segundos Floyd ya no respondía.

De acuerdo con el documento de la acusación, el policía Derek Chauvin mantuvo presión con su rodilla sobre el cuello de la víctima durante 8 minutos y 46 segundos. Los últimos 2 minutos con 43 segundos Floyd ya no respondía.

Tanto Chauvin como otros tres oficiales que presenciaron los hechos fueron despedidos esta semana del Departamento de Policía de Baltimore, rompiendo con el precedente en estos casos. Normalmente el oficial involucrado es puesto en baja administrativa durante meses mientras se llevan a cabo investigaciones que con frecuencia terminan sin ninguna condena.

El comisionado John Harrington anunció este viernes que el oficial de la Policía de Minneapolis Derek Chauvin fue arrestado por la muerte de George Floyd.

AP

Para agravar la situación, este viernes se vio a un grupo de policías esposar y detener en vivo a un periodista de la CNN de color, que relataba los incidentes. La detención de un reportero conmovió a una nación que no está acostumbrada a ese tipo de reacciones autoritarias con la prensa.

Desde 2013 el movimiento Black Lives Matters ha echado luz sobre la crisis de violencia contra la comunidad afroamericana por parte de las fuerzas de la ley en todo Estados Unidos. Casos como el de Trayvon Martin, un adolescente afroamericano que murió asesinado cuando regresaba de comprar golosinas; o el caso de Freddie Gray, quien murió bajo custodia de la policía de Baltimore. Los seis oficiales involucrados quedaron libres. Más recientemente, en marzo una paramédica fue abatida a tiros en su propia casa en Kentucky cuando policías allanaron la residencia por error. Tenían la dirección equivocada.

Mientras Minneapolis ardía el jueves por la noche, Donald Trump lanzó dos tuits condenando las revueltas en la ciudad, sin embargo, el lenguaje que escogió enfureció a activistas y miembros de la comunidad afroamericana.

"No puedo echarme para atrás y ver que esto le ocurra a una gran ciudad estadounidenses, Minneapolis", dijo el presidente, acusando un vacío total de liderazgo por parte del alcalde "de extrema izquierda" Jacob Frey. Advirtió que si el alcalde no tomaba cargo y calmaba a la ciudad "voy a enviar a la Guardia Nacional y a hacer el trabajo bien".

En la segunda parte del mensaje Twitter puso una advertencia: "Este Tweet incumplió las Reglas de Twitter relativas a glorificar la violencia. Sin embargo, Twitter determinó que puede ser de interés público que dicho Tweet permanezca accesible".

El tuit dice: "Estos CRIMINALES están deshonrando la memoria de George Floyd, y no lo voy a permitir. Acabo de hablar con el gobernador Tim Walz y le dije que el ejército está con él hasta el final. Cualquier dificultad y vamos a asumir el control, pero cuando empiezan los saqueos, empiezan los disparos. ¡Gracias!".

Con su polémica frase, Trump había citado a Walter Headley, quien fue jefe de la policía de Miami en los años sesenta y es recordado por su brutalidad y racismo contra los afroamericanos.

Esa frase al final fue la que causó revuelo. Trump aparentemente estaba citando a Walter Headley, quien fue jefe de la policía de Miami en los años sesenta y es recordado por su brutalidad y racismo contra los afroamericanos. En 1967, cuando el movimiento por los derechos civiles llevó a miles de afroamericanos a las calles, Headly dijo que no habían tenido problemas en su ciudad "porque he dejado correr el rumor de que cuando empiezan los saqueos, empiezan los disparos. Agregó: "No me importa que me acusen de brutalidad policial. No han visto nada todavía".

El candidato presidencial demócrata Joe Biden condenó el mensaje de Trump y lo acusó de buscar "violencia contra ciudadanos estadounidenses durante un momento de dolor para tanto", dijo. "Estoy furioso y ustedes también deberían de estarlo".

Trump, en tanto, rechazó las acusaciones y dijo que su mensaje era una declaración de hechos, "es por eso por lo que un hombre recibió disparos y murió en Minneapolis la noche del miércoles". Agregó que no quería que esas tragedias ocurrieran. "Nadie debería tener un problema con esto además de los haters, y aquellos que quieren causar problemas en las redes sociales".

En un encuentro con la prensa dijo que había hablado con la familia de la víctima y que nadie debía morir a manos de la policía.