La Cámara de Diputados sesionará este miércoles con sistema remoto por primera vez en la historia, pero sin riesgos de peleas entre las figuras protagónicas: cómo anticipó LPO, la reunión inaugural será para la capacitación en perspectiva de género, contemplada en la ley Micaela.

Se llama así en homenaje a Micaela García, una joven entrerriana de 21 años víctima de un femicidio. El Senado llegó a llevarla al cabo en marzo, en el salón azul, pero los 257 diputados sólo podían entrar en el recinto y la pandemia lo hizo imposible.

En una fugaz reunión de jefes de bloque, este martes definieron que era la mejor opción para probar el software que identificará a los diputados desde sus casas para seguir la sesión en tiempo real.

En el recinto habrá 44 bancas ocupadas, distribuidas por cada bloque, acompañados por un responsable técnico para ayudarlos si pierden la conexión. Massa seguirá la reunión desde el estrado y la panorámica de las pantallas Led en 360 apostadas en semicírculo al final del hemiciclo, pensado para que pueda ver a cada orador.

Evalúan inaugurar las sesiones remotas con una capacitación en perspectiva de género 

Los diputados elegidos deberán cumplir un estricto protocolo sanitario, con la obligación de tomarse la temperatura antes de ingresar, lavarse las manos después de estornundar, toser, comer o usar el baño; mantener distancias de más de dos metros y usar tapabocas, salvo cuando tengan que hablar desde sus bancas.

El médico de la Cámara Marcelo Halac no recomienda el uso de máscaras faciales de acetato y/o similares, muy utilizadas en algunas provincias, y en caso de hacerlo exige que también se cubran el rostro con tapaboas. Y desaconseja "enfáticamente" los guantes de látex o nitrilo de examinación o estériles. 

Este miércoles, durante la exposición de la ministra de Género y Diversidad Elizabeth Victoria Gómez Alcorta, el presidente de la Cámara podrá chequear si todos los diputados siguieron la sesión si problemas y están listos para votar, un dato clave para cuando al día siguiente empiecen a aprobarse leyes, suspendidas desde que empezó a circular el coronavirus.

El oficialismo intentará acordar un temario con Cambiemos para el jueves, pero la semana que viene habrá comisiones con los temas más conflictivos. El PRO insiste con pedir una rebaja del 30% de sueldos a funcionarios. Máximo afina su impuesto a la riqueza. 

Cómo ningún proyecto tuvo dictamen de comisión, sólo se podrán aprobar los que alcancen los dos tercios en el recinto y a esta tarea se abocarán desde temprano los secretarios parlamentarios de cada bloque. A las 19, superada la primera sesión virtual, los jefes de cada fuerza política volverán a reunirse para definir un temario definitivo. 

Entusiasmado, el ministro de Salud Ginés González García se comunicó con los referentes del oficialismo y encargó una ley urgente: la que habilita las recetas médicas por internet.  Es un reclamo de la industria médica y el proyecto fue presentado el año pasado por quien ahora es presidente de la Comisión de Salud, el oficialista tucumano Pablo Yedlin, médico de profesión. Si Cambiemos no tiene objeciones sería enviado al Senado en un trámite fugaz, porque Massa no quiere una sesión muy prolongada, por temor a que falle el sistema.

Como anticipó LPO, no descartan pedir el proyecto que suspende los aumentos de tarifas de servicios de telecomunicaciones, presentado por más de 50 diputados del oficialismo y apoyado por los bloques aliados como Unidad para del Desarrollo, presidido por el mendocino José Luis Ramón, que junto a los federales de Graciela Camaño y los cordobeses le pueden garantizar al Gobierno la mayoría. 

Si Cambiemos no quiere, deberá esperar a un dictamen de comisión la semana que viene y debatido en las próximas sesiones virtuales, que pueden ser cualquier día, porque no habrá que trasladarse al Congreso. Hasta especulan con debatir sábados y domingos si fuera necesario. 

Pero para que los dictámenes tengan validez hace falta aprobar el protocolo y ese será el primer tema del jueves, seguido por la jura de tres diputados para reemplazar a los oficialistas Andrés Larroque y Daniel Scioli y a Elisa Carrió. El primero puede frustrarse si la Cámara electoral le hace lugar un pedido de Victoria Donda, molesta porque no asume una diputada de su agrupación.

Otro tema en agenda es la ayuda a los médicos y personal sanitario, reclamada por Ginés al Congreso al inicio de la pandemia y materializada en decenas de proyectos de ley para otorgarles plus salariales, eximirlos de impuestos a las Ganancias y hasta para pensionar a sus familiares si pierden la vida. Cristian Ritondo, jefe del PRO, pidió agregar beneficios similares para el personal de seguridad y de las fuerzas armadas que sale a las calles a diario. 

Cambiemos tiene una lista de 27 proyectos para buscar consenso o pelear en comisiones, donde no puede  construir mayoría sin el oficialismo.  El más polémico es el de Luciano Laspina, del PRO, que propone bajar el 30% las remuneraciones a "personal jerárquico" de los tres poderes del Estado. 

Diputados sesionaría el jueves y podría tratar el congelamiento de tarifas telefónicas

El radical Alfredo Cornejo solicita un fondo para los municipios y la Ciudad de Buenos Aires, su correligionario Mario Negri mejorar el fondo de Desempleo y Fernando Iglesias, el duro del macrismo, reclama que los fondos recuperados por la corrupción se asignen al combate de la pandemia. Cita el decreto de Macri que implementó la extinción de dominio y del que no se conoce detalle.  

Camaño presentó un proyecto para evitar salidas anticipadas de presos por delitos graves, con la excusa del riesgo sanitario del coronavirus; similar al del radical Luis Petri. Es un asunto en el que se involucró Massa.

Pero no se tratará este jueves, cuando el presidente de la Cámara y Máximo Kirchner, ausente en la reunión de esta tarde, prefieren no correr riesgos. Soportarán estoicos los 10 minutos de "pronunciamientos políticos" que le concedieron a la oposición para que entrene sus artes escénicos, pero evitarán chocar de frente.

Podría haber lugar para al menos algunos proyectos de alivio fiscal a las pymes y a los monotributistas, acumulados por decenas en cada bloque. El ministro Matías Kulfas quiere que aprueben la ley de Economía del Conocimiento que envió Alberto Fernández para reemplazar a la de Mauricio Macri, Cambiemos acepta con pero encontró una complicación: el decreto de Cristina Kirchner para sesionar por internet limitó el temario al Covid 19. Debería encuadrarlo. 

El plato fuerte será la primera reunión que, por teleconferencia, tendría la Comisión de Presupuesto en las próximas semanas, presidida por Carlos Heller. Allí recaen los proyectos que contemplan impacto fiscal, como el que prometió Máximo para gravar a las grandes fortunas y aún no presentó.

Fuentes el oficialismo confiaron a LPO que esperará el resultado de la oferta de Martín Guzmán a los bonistas, que se encamina a ser rechazada. Hasta especulan con un nuevo capítulo de la deuda que exija una ley de urgencia y sea aprobada cualquier día y a cualquier hora. Alcanza con que los diputados se conecten a internet.

Máximo le presentó su idea a Guzmán y a Alberto hace quince días, antes de presentarse la oferta a los bonistas que ahora entró en zona de gris. Otro proyecto en carpeta del jefe de bloque es el que elimina el ajuste por inflación de las empresas, que las obligaría a pagar más impuestos a las ganancias.

Pero en su entorno aseguran que en ningún caso buscará complicar a las empresas castigadas por la recesión de la pandemia, sino a las altas fortunas inmovilizadas y a los "generadores de inflación", o sea, las grandes cadenas de supermercados. Por ahora, es sólo una promesa.