La Ciudad analiza flexibilizar la cuarentena en algunos sectores, pero en el gobierno aseguran que el relajamiento será muy paulatino y por sector. Los primero beneficiados serían los restaurantes o bares que podrán vender para llevar, una modalidad que comenzó a implementarse de facto, sin autorización oficial.

La postal se repite en escenarios tan distintos como Palermo o el centro porteño. Son cada vez más los locales gastronómicos que ofrecen el servicio "take away" para café o comida. Atienden desde la puerta de los negocios y los consumidores retiran los productos.

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Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli, Fernán Quiros y Felipe Miguel están reunidos en la jefatura de gobierno para determinar cuáles serán las propuestas que le llevarán al Nación y a la Provincia para comenzar a reactivar la actividad económica.

Sin embargo afirmaron que como gestor Larreta piensa en "mantener lo más posible la cuarentena" y que "no habrá un cambio en base a la presión y los adultos mayores son un ejemplo" de ese comportamiento.

"Independientemente de que es una decisión autónoma, estamos trabajando en conjunto con Provincia y Nación para ver qué propuesta hacemos", explicaron a LPO desde Parque Patricios. Para evitar traspiés como los paseos recreativos que anunció Alberto Fernández y los principales distritos rechazaron en Ciudad no darán un paso sin que haya consenso.

En el distrito capitalino saben que pre-cuarentena había entre 3 y 4 millones de personas que llegaban a la Ciudad desde Provincia y por eso mantienen la cautela a la hora de evaluar los diferentes escenarios.

La construcción es uno de los sectores que presiona para terminar con el aislamiento económico, pero según pudo saber este sitio "está muy verde" la posibilidad de que se habilite en los próximos días un protocolo para que vuelvan las obras.

"Hay algunos casos en los que es posible mantener la distancia social, pero otras obras no lo permiten. Además la mayor cantidad de obreros viene de provincia, hay que estar atentos a no saturar el sistema de transporte y multiplicar los contagios", explicaron.

Según los cálculos que realizan en el gobierno porteño, el sector ocupa a 115 mil personas en forma directa y otras 35 mil que trabajan en sectores asociados. El 70% viene de provincia y si se suman al medio millón que ya entra a la Ciudad diariamente será difícil controlar los contagios.

Por eso Santilli admitió que están pensando en poner horarios por sector para que no haya grandes aglomeraciones.

Si bien reconocieron que no habría demasiada diferencia entre un local que vende plásticos y un restaurante, explicaron que abrir varios sectores al mismo tiempo aceleraría la circulación del virus. "Es un equilibrio entre cuales son los rubros que le dan laburo a la gente y cuánta clientela tienen", señalaron.

Sí desmintieron que busquen una "inmunización colectiva" al Covid-19. "No estamos en una fase desde el punto de vista sanitario para hablar de contagio controlado. Tal vez alguien pudo haber expresado algo que se entendió mal, pero no pensamos en ese camino", comentaron.