El ministro Guzmán dio este viernes una conferencia online para los acreedores en la que presentó su lectura de la situación macroeconómica de la Argentina y la capacidad de pago que tendrá en el futuro para que la deuda sea sostenible. Y aclaró a los bonistas que las reservas para seguir pagando la deuda antes de llegar a un acuerdo se están acabando y, por eso, el país necesita cerrar la reestructuración a la brevedad.

Por eso, la semana que viene hará un roadshow por teleconferencia con los principales fondos que reemplace las reuniones que estaban programadas antes de la pandemia de coronavirus.

"Parte de lo que hemos estado haciendo recientemente es continuar pagando los intereses de la deuda en moneda extranjera a pesar del reconocimiento de que la deuda es insostenible. Y lo hemos estado haciendo a costa de las reservas del Banco Central. Esto es en cumplimiento de la Ley de Solidaridad Social y Reactvación Productiva. Esto muestra el compromiso de la Argentina de primero tener un sendero hacia una deuda sustentable y primordialmente un proceso ordenado de reestructuración. Es una señal del esfuerzo que está haciendo de seguir pagando la deuda para tener un proceso ordenado, pero esto no puede durar para siempre. La intención es cubrir un tiempo suficiente par comenzar ordendamente la reestructuración, pero esto no puede continuar así una vez que el proceso de reestructuración esté formalemente iniciado. Han observado cómo las reservas internacionales han estado cayendo y no podemos permitirlo, no es saludable para la estabilidad del país permitir que se sigan contrayendo. Hay un límite para eso y estamos llegando a ese límite", dijo Gumzán en inglés.

A su vez, el ministro hizo hincapié en que el Gobierno no va a cerrar una acuerdo que implique un sendero de deuda insostenible que obligue a que en un futuro próximo haga falta volver a negociar la deuda.

Cabe recordar que minutos antes de esta teleconferencia y a pedido de Guzmán, el FMI dio su opinión de lo que hace falta para deuda sea sostenible: que el costo del servicio total de la deuda sea del 5% del PBI en promedio en el mediano y largo plazo y que solamente fue el 3% del PBI en moneda extranjera. En el corto plazo, para el organismo, Argentina no tiene capacidad de pago.

Para el FMI, la deuda necesita un alivio de hasta USD 85.000 millones en los próximos 10 años

El ministro enfatizó que ante una situación tan infrecuente como la que atraviesa el mundo, es una señal de buena voluntad que el gobierno argentino siga avanzando con el cronograma de reestructuración de la deuda e interpeló a los acreedores a que sigan identificándose mediante Morrow Sodali (el plazo se estiró hasta le 25 de este mes) y a que envíen sus dudas al Ministerio, las cuales van a ser respondidas en el transcurso de la semana que viene.

Puso como ejemplo de sosteniblidad el canje de deuda alcanzado ayer en el que postergó el 62% de los vencimientos de la deuda en pesos de los próximos meses a cambio de otros papeles que vencen entre 2021 y 2024 con una tasa que hace que la deuda sea sostenible y no obligue al país a perder reservas internacionales. Y aunque no nombró la palabra "default" en ningún momento, pidió a los acreedores no ir a un "lose-lose scenario".

El análisis de la deuda: infinanciable, impagable e insostenible

El Ministro aseguró que el país atraviesa "una crisis mayúscula" y mostró indicadores que van desde la caída del 13% desde 2017 de los salarios y mostró que las combinaciones de crecimiento y superávit fiscal necesarias para que la deuda sea sostenible no son compatibles con la realidad del país: "Ninguna de estas condiciones son políticamente o socialmente alcanzables", dijo y pidió que las sugerencias se hagan "sobre supuestos de objetivos macroeconómicos realistas".

 'La deuda es infinanciable, impagable e insostenible', resumió Guzmán.

"La deuda es infinanciable, impagable e insostenible", resumió Guzmán al tiempo que mostró que las necesidades de financiamiento del sector público llegan al 22% del PBI en 2020, que con el riesgo país arriba de los 4000 puntos básicos no se puede refinanciar los vencimientos y que la cantidad del PBI que se destina al servicio de la deuda con acreedores privados se triplicó en los últimos años hasta llegar al 3,3% del PBI en 2019.

En este sentido, recordó que la estrategia de recortar el gasto público y los ingresos no favoreció al crecimiento de la demanda agregada sino que, al contrario, llevó a un mayor estancamiento de la economía y que no van a ir por el camino del gobierno anterior que llevó a que la deuda "hoy tenga una dinámica explosiva".

"Queremos ponerle fin al sobreendeudamiento y avanzar en un sendero hacia el superávit fiscal, pero a una velocidad que no rompa con el sistema económico", aseguró.

Para él, en el mejor de los escenarios -y con un análisis hecho antes de que el brote de coronavirus golpeara a la Argentina- el país podía llegar al equilibrio fiscal en 2022, si no, el año siguiente y mantenerse con un superávit fiscal de mediano a largo plazo de entre el 0,8% y el 1,2% del PBI con un crecimiento real de la economía del orden del 1,5% al 2% anual. De este modo, para 2024 el país podría volver a tener 65.000 millones de reservas internacionales.